Crear un nuevo modelo institucional, el principal desafío de la CMF a un año de su integración
¿Cómo fue el inicio del proceso de integración?
La integración de la CMF con la SBIF cumplió un año esta semana. Los avances han sido importantes, pero no ha sido un año exento de complicaciones: “Una semana antes de la integración, teníamos a las dos instituciones en huelga. Eso era dramático, porque los creativos habían inventado hacer una gran integración el primer día, y ese día sábado, estábamos solos”, recuerda Cortez.
Cuatro meses después, empezó el estallido social. “Eso fue algo nuevo. Primero hubo que preocuparse de si estaban funcionando los bancos, cuántas sucursales estaban abiertas, cuántos cajeros automáticos estaban operativos, si había plata en los cajeros, que todo el sistema funcionara, hacer seguimiento de que nada fallara”, comenta.
Pero eso no fue todo, porque después empezó la crisis sanitaria. “Primero teníamos que preocuparnos de que nosotros pudiésemos estar operativos. Por otro lado, siempre les habíamos pedido a todos (nuestros fiscalizados) tener planes de contingencia, a las entidades de infraestructura, a los bancos, las bolsas; y el primer día de cuarentena, lo que hice fue empezar a llamar: ‘¿Van a poder operar mañana?’. Y la verdad es que quedé sorprendido gratamente, porque la respuesta fue ‘No hay problema, estamos preparados para operar’.
—Nosotros sabíamos a principios de 2019 que nos correspondía trabajar en la integración a partir de julio. Sabíamos también que teníamos que desarrollar un proceso de planificación estratégica (...) La ley nos da a la posibilidad de elegir un modelo institucional; teníamos que hacer una planificación para tener claros los objetivos de los primeros años; trabajar en todo el tema de supervisión, donde hay bancos seguros y valores; e instalar una metodología común de supervisión. Teníamos regulaciones que sacar, sabíamos que a poco andar, a un año y medio, había que publicar todas las normas de Basilea III, que era un gran desafío, pero afortunadamente la ex SBIF tenía mucho adelantado, y es un buen equipo.
¿Qué partes de la integración ya fueron concretadas y cuáles faltan? —Hemos ido superando las etapas, pero todavía nos queda para terminar la integración. Hemos integrado toda la parte de soporte, y falta integrar el core de la institución. La ley nos permite definir cuál va a ser el modelo institucional, porque ya estamos organizados con bancos, seguros, valores, y no necesariamente va a ser ese el modelo institucional. Hemos estado trabajando en ello y esperamos que antes de que cambie el consejo, antes de fin de año, poder tener una definición.
¿Hacia qué tipo de institucionalidad quieren avanzar?
—Como consejo, empezamos a trabajar esto mucho antes de la integración, y le pedimos una asesoría al FMI sobre cómo crear un regulador integrado y ver qué experiencias hay en otros países, porque otros países también tienen modelos integrados, pero no son todos iguales. Por ejemplo, muchos países tienen integrado el Banco Central con la supervisión de bancos. Entonces, le pedimos al FMI una propuesta, la cual hemos debatido. También le pedimos algunas recomendaciones al Banco de Irlanda, a los reguladores canadienses, para ver otras experiencias. El tiempo que nos hemos tomado ha servido para ir madurando el tema y para ir viendo en la práctica cuáles son las ventajas e inconvenientes de tener un modelo integrado.
¿Tienen otras metas para este año? —Uno de los temas que enfatizamos en bancos para 2020, es perfeccionar los mecanismo de resolución bancaria. A fin de año vamos a tener que implementar Basilea III, estamos bien avanzados. Ese es un tema importante. En seguros, ojalá podamos retomar el proyecto de ley de supervisión basada en riesgo.P