Los 46 días de Cerda con Briones y su preocupación por el alza del gasto fiscal
Ignacio Briones y Rodrigo Cerda se conocen de toda la vida. Ambos estudiaron en la misma promoción en la Alianza Francesa e Ingeniería Comercial en la Universidad Católica y coincidieron en Hacienda en dos oportunidades: en el primer gobierno de Sebastián Piñera, Cerda fue coordinador Macroeconómico y Briones, coordinador de Finanzas Internacionales. Ahora, en el segundo periodo, uno ministro y el otro director de Presupuestos. Todas esas coincidencia los unen, pero hay otras que los distancian: el gasto público y su expansividad.
Si bien no hubo nunca una diferencia pública y la relación entre ambos era buena, se cuenta en Hacienda que la nueva agenda económica para enfrentar la crisis social y las medidas que Briones impulsó al asumir -el 28 de octubre de 2019- no tenían del todo contento a Cerda. Pero no porque no fuesen necesarias para enfrentar ese momento, sino que porque la “caja” no le estaba cuadrando y eso era un asunto que al entonces director de Presupuestos le inquietaba.
En Teatinos 120 relatan que percibieron alguna incomodidad de Cerda por el mayor gasto público, lo que sumado a su vida familiar lo llevaron a tomar la decisión de dejar el cargo una vez concluida la discusión presupuestaria.
En la Dipres, Cerda quería dejar un sello, y ese en ningún caso era el de una deuda abultada o una senda de gasto que no era financiable o poco creíble. Por ello, prefirió dejar el cargo. Lo hizo el 12 de diciembre, tras 46 días junto al entonces ministro Briones.
Ya fuera de la Dipres su preocupación se mantuvo. Las estimaciones sobre la deuda para el mediano plazo no le cuadraban. Según el último Informe de Finanzas Públicas, se prevé que la deuda pública llegará al 45% del PIB en 2024. “El nivel de deuda del 45% al 2024 tiene un claro riesgo de que sea más alto (...); es más bien un piso”, dijo a Pulso en octubre pasado.