Moisés Naím: “Alto precio de commodities conspira contra posibilidad de reformas en América Latina”
Según el analista internacional, se requieren diversas transformaciones, entre ellas, la mejora de un ambiente para que las empresas regionales crezcan a nivel mundial. Sobre Chile, plantea que es necesario que en el marco de la discusión constitucional se usen las habilidades adquiridas durante la transición a la democracia.
El exeditor de la revista Foreing Policy y exministro de Fomento de Venezuela (1989-1990), Moisés Naím, mira con preocupación el futuro de la región. En el marco del webinar organizado por la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad de Chile y la Escuela de Administración del MIT, el connotado analista internacional planteó que “la probabilidad de que América Latina entre a la próxima década como menos democracias es alta”.
Lo anterior, en vista de un creciente sentimiento antipolítica entre los ciudadanos, que termina por favorecer a opciones populistas, y una percepción pesimista sobre el futuro que sobresale en un mundo ya altamente convulsionado, según lo señalado por el analista internacional.
En ese marco, tampoco presentó buenos augurios para que la región resuelva los problemas que enfrenta. De hecho, si bien reconoció que una crisis, como la del coronavirus, debiera alentar los cambios, advirtió que “el alto precio de los commodities conspira contra posibilidad de reformas en América Latina”.
Según detalló, “el flujo de capitales, el apoyo multilateral, más los precios de los commodities, les están dando una flexibilidad fiscal que, siendo todavía muy precaria, es mejor que la que había antes de que estallara la pandemia”.
Empresas bonsái
El columnista de varios medios hispanoamericanos, entre ellos El País y La Tercera, aseguró que aún existiendo consenso sobre la necesidad de transformaciones en algunas áreas específicas, las deudas persisten.
Apuntó, por ejemplo, a que “en América Latina todo el mundo está de acuerdo con las reformas educativas, que la educación es una prioridad, que es indispensable... Sin embargo, no pasa nada”. Lo mismos ocurre, según planteó, con la informalidad laboral o con la necesidad de fortalecer los estados, considerando la importancia de un adecuado equilibrio con el mercado.
En los cambios que debieran contemplarse en la región, el sector privado no está ajeno. Para Naím, “una de las características de América Latina es que tiene un enorme déficit de empresas grandes. Si ustedes comparan con la lista de las grandes empresas mundiales, van a encontrar que las de la región son pocas”.
Según describió, “hay algo en el ambiente regulatorio, económico y de otro tipo que inhibe el crecimiento de las empresas. Tenemos muchos bonsáis japoneses, que tienen 100 años y son enanos. Muchas empresas bonsái que debieran ser más grandes de lo que son”.
Chile autoflagelante
Consultado sobre Chile por José De Gregorio, decano de la FEN, que moderó el espacio, Naím partió señalando que del país siempre le ha sorprendido la “autoflagelación”, es decir, que “los chilenos son inusualmente severos consigo mismos, más que en otras partes”. Desde su punto de vista, esa característica se podía advertir incluso antes del estallido social y “de la polarización debilitante que están teniendo”.
En ese marco, sostuvo que “la antipolítica es muy fuerte en Chile. La gente siente que nada funciona, ‘que no son 30 pesos, son 30 años’...”. Sin embargo, a su juicio, el país “ha mostrado una capacidad de adaptación y de respuesta que puede ser muy interesante”.
Apuntó, específicamente, a que “la transición de la dictadura a la democracia exigió capacidades que son muy útiles ahora”. Así, manifestó que “ojalá haya el tipo de líderes y sociedad que permita que utilicen los músculos que ustedes aprendieron a desarrollar durante la transición, porque los van a necesitar ahora, concretamente cuando comience el debate de la nueva Constitución”.