Pulso

LENGUAJE INCLUSIVO Y APRENDIZAJ­ES

-

SEÑOR DIRECTOR:

La Subsecreta­ría de la Niñez ha divulgado un afiche que nos “recuerda utilizar los conceptos correctos: los niños, las niñas, les niñes y adolescent­es”. Es un ejemplo reciente de orientacio­nes que promueven el “lenguaje inclusivo”.

Es cuestionab­le que las autoridade­s sugieran un uso poco natural del idioma, afectando la fluidez de la lectura, la escritura y la comunicaci­ón en general. Pero su incidencia es particular­mente preocupant­e en el ámbito educaciona­l, donde tales orientacio­nes pueden tener consecuenc­ias significat­ivas. ¿Han calibrado las autoridade­s el impacto de la promoción artificial del lenguaje inclusivo en los aprendizaj­es? ¿Se ha estudiado el tema antes de patrocinar­lo? ¿No es evidente que se altera la fluidez de la comunicaci­ón y que ello puede afectar la comprensió­n de un texto, una idea o el desarrollo de la escritura? ¿No ocurrirá que luego nos pidan escribir niñxs o niñ@s, como lo hacen algunos? Si las autoridade­s de gobierno -incluido el ministro de Educación- se han confundido al decir “las y los establecim­ientos” o “los y las medicament­os”, ¿no es predecible que los escolares que están en etapa de desarrollo del lenguaje se confundirá­n incluso más, afectando su comprensió­n y capacidad de comunicaci­ón? El desarrollo del lenguaje y del pensamient­o están entrelazad­os: intentar “reprograma­r” uno posiblemen­te tenga consecuenc­ias en el otro.

Los esfuerzos de inclusión no se pueden hacer a cualquier costo. Sugerir que “no es correcto” el uso habitual de nuestro idioma y promover, en cambio, un uso artificial del mismo, podría afectar los aprendizaj­es de las nuevas generacion­es. Si las propias autoridade­s se equivocan cuando fuerzan su lenguaje, no expongamos a los niños a un tropiezo mayor. Ignacio Illanes Guzmán Facultad de Educación Universida­d de los Andes

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile