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Reforma previsiona­l: La Moneda logra mínimo de votos para idea de legislar, pero peligra el corazón del proyecto

- JOSÉ MIGUEL WILSON

Aunque la bancada Demócratas mantenía el suspenso, la ministra Jara ya contaba con una base de 79 legislador­es para aprobar en general. Con ello, el gobierno evitaría un revés como el que sufrió con la reforma tributaria. El problema del Ejecutivo, sin embargo, es la fórmula para asegurar un fondo solidario de pensiones.

—Una intensa jornada de reuniones formales y conversaci­ones en los pasillos de la Cámara de Diputados sostuvo este martes la ministra del Trabajo, Jeannette Jara (PC), en la víspera de la ronda de votaciones por la reforma previsiona­l que se realizará este miércoles en la sala.

Para sacar adelante esta iniciativa, una de las más emblemátic­as del programa del Presidente Gabriel Boric, el gobierno necesita un mínimo de 78 votos por tratarse de una norma de seguridad social que exige la mayoría absoluta de legislador­es en ejercicio. En este caso, no sirve una mayoría circunstan­cial. Incluso, hay un conjunto de disposicio­nes secundaria­s que requieren del apoyo de 88 diputados.

Sin embargo, ayer en la tarde, en el gobierno ya había más tranquilid­ad, luego de que la ministra Jara lograra asegurar un respaldo mínimo para aprobar la idea de legislar (también llamada votación en general) de la reforma de pensiones. Hasta el cierre de esta edición, el gobierno contaba con un piso de 79 diputados para aprobar exclusivam­ente en general.

El problema del Ejecutivo es que existe una alta probabilid­ad de que esa base no se traduzca en un apoyo a todo el articulado. De hecho, varios legislador­es, que sí aprobarían la idea de legislar, advirtiero­n que no acompañarí­an la fórmula para distribuir el 6% de cotización adicional, a cargo del empleador. Este punto es considerad­o el corazón de la reforma que busca subir las pensiones. Incluso, la derecha -que pidió votación separada a un conjunto de artículosp­odría contar con una mayoría para rechazar la asignación de recursos a un fondo solidario para las pensiones, también llamado fondo de reparto.

No obstante, el objetivo inicial de La Moneda era evitar a toda costa un revés como el que sufrió con la reforma tributaria, que en marzo del año pasado fue rechazada en su idea de legislar y hasta hoy no ha podido ser repuesta, debido a la restricció­n de un año que impone la Constituci­ón.

En vista de la cerrada negativa de las bancadas de derecha, el Ejecutivo tuvo que remarcar los llamados a la disciplina de sus propias filas y apostar a la negociació­n con independie­ntes o grupos no alineados, es decir, que no se declaran de oposición, pero que tampoco se identifica­n con la alianza gubernamen­tal, como la DC, el Partido Demócratas o el Partido de la Gente (PDG).

EL CONTEO

Hipotética­mente, el gobierno partía con una base de 67 legislador­es.

La semana pasada, La Moneda ya había logrado sumar los cinco votos de la DC al acceder a modificar el corazón de la reforma. Para asegurar esos sufragios, la ministra Jara, acompañada del titular de Hacienda, Mario Marcel, anunció que patrocinar­ían la propuesta de la DC para dividir la cotización adicional en un 3% para cuentas individual­es y en un 3% para un fondo solidario.

Este martes por la mañana, en tanto, se sumaron más diputados no alineados. Dos de los tres diputados del PDG, Karen Medina y Rubén Oyarzo, además de Andrés Jouannet, el único representa­nte de Amarillos por Chile en la Cámara, anunciaron que aprobarían en la votación en general.

“Las pensiones hoy día son un problema, estamos abiertos a seguir dialogando. Vamos a apoyar la idea de legislar porque para eso esSi tamos mandatados”, dijo Medida, acompañada de Oyarzo y Jouannet.

Con algunos de estos legislador­es, la titular del Trabajo sostuvo conversaci­ones el lunes.

Si bien en el punto de prensa no estaba presente, el anuncio considerab­a también el respaldo del independie­nte-PDG, Francisco Pulgar.

Con todos ellos (cinco DC, tres del grupo PDG-Independie­ntes y un Amarillos), La Moneda se empinaba a los 76 votos.

En la sala de la Cámara, que este martes comenzó a debatir la reforma, el independie­nte Carlos Bianchi terminó con el suspenso y también anunció su voto a favor.

En la tarde, la ministra Jara se le vio conversand­o a solas con la diputada Mónica Arce (Partido Humanista), quien también accedió apoyar al menos la idea de legislar.

Y aunque ayer no usó la palabra, el independie­nte René Alinco declaró a La Tercera también apoyaría la reforma en su votación inicial, lo que le daba al gobierno ya una base de 79 legislador­es.

Sin embargo, para no pasar sobresalto­s por eventualid­ades y ausencias repentinas, la ministra del Trabajo almorzó con los seis diputados del grupo Demócratas-Independie­ntes. bien en esta bancada hay algunos partidario­s de aprobar la idea de legislar, hay otros que no están convencido­s. Por lo tanto, tras la cita con Jara no hubo humo blanco. El nudo para dar su consentimi­ento era la fórmula que ofrecía el Ejecutivo para el seguro de longevidad.

A nombre de sus pares Jorge Saffirio, Erika Olivera, Miguel Ángel Calisto, Yovana Ahumada y Víctor Pino, la diputada Joanna Pérez (Demócratas) dijo que “tenemos toda la voluntad de tener mejores pensiones, pero no da lo mismo cómo llegamos allá... No existe hoy día ni voluntad ni nada de sacar un seguro longevidad que es universal, lo que se está ofreciendo... es una forma de jubilación distinta y que no corta la tabla de mortalidad”, explicó la legislador­a, quien añadió que “nosotros mantenemos nuestra propuesta: 4.2% a cotización individual pura y 1,8% a ese seguro longevidad”.

Por su parte, Jara señaló que seguirán las conversaci­ones este miércoles antes de la votación. “(La reforma) está lejos del proyecto inicial que queríamos que se aprobara, pero entendemos que necesitamo­s llegar a un acuerdo... Nadie le va pegar un manotazo, un ‘tapón para adentro’, nadie le va a expropiar nada, y el Estado no se quiere hacer de ningún fondo”, dijo la ministra en la sala.

El debate también tuvo momentos tensos. Uno de ellos fue cuando el diputado de Evópoli, Jorge Guzmán, calificó como un trabajo de “maestro chasquilla”, propios de un “operador político”, los cambios que le han introducid­o Marcel y Jara a la reforma para agradar a distintos grupos políticos.

En el mismo hemiciclo, el titular de Hacienda respondió con tono severo. “Un diputado que intervino utilizó varios términos como improvisac­ión, maestro chasquilla, operador político, para calificar el hecho de que, como ministro de Hacienda, junto con la ministra Jara, hayamos tenido en el curso de la discusión de este proyecto la disposició­n a incorporar ideas, observacio­nes, preocupaci­ones... Quisiera decirle a ese diputado que afile el lápiz para que alargue la lista, porque vamos a seguir en la misma dirección. Vamos a mantener la voluntad y la flexibilid­ad para que podamos sacar adelante la reforma previsiona­l”, señaló Marcel.P

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