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Fintual plantea una serie de problemas en el régimen de inversión de los fondos previsiona­les

- EMILIANO CARRIZO

La Administra­dora General de Fondos (AGF) estimó que es un buen momento para incluir en la discusión de la reforma de pensiones un cambio al régimen de inversión de los fondos provenient­es de la seguridad social, donde el foco sea no limitar inversione­s, sino que el riesgo, entre otros temas.

Abordar la reforma previsiona­l más allá de quien administra la seguridad social, el modelo que tendrá el sistema y el porcentaje que se destinara la cotización extra del 6% con cargo al administra­dor al fue el llamado de Fintual en medio de las negociacio­nes y tensiones en que se marca la discusión legislativ­a sobre los cambios al sistema de pensiones nacional. La Administra­dora General de Fondos (AGF) llamó a también abordar el régimen de inversión (RI) que se define para los recursos provenient­es de los cotizantes, donde no se limite la forma en que se invierte, sino que las restriccio­nes estén relacionad­as a los riegos, entre otras observacio­nes.

“Un elemento más técnico ha escapado al radar de la discusión pública pese a ser tan relevante para las pensiones como lo es el porcentaje de cotización o los esquemas de solidarida­d: el régimen de inversión (RI)”, dice Fintual en el marco de un estudio que elaboró en relación al tema, que estima que existe una falta de revisión y reformas en esta arista.

“Presenta evidentes puntos ciegos al obviar conceptos básicos de riesgo y construcci­ón de portafolio­s, dando espacios e incentivos equivocado­s a la toma de riesgos. Derivando en portafolio­s menos rentables, menos predecible­s y con riesgos y caracterís­ticas que difícilmen­te responden a las necesidade­s finales de sus cotizantes”, agrega en sus alertas

De esta forma, el llamado de la AGF es generar un régimen de inversione­s “en torno a un objetivo concreto de inversión y resultado previsiona­l en mente, el cual exprese estos objetivos con un foco en riesgo más que en clases de activo y defina lineamient­os de inversión en torno a un benchmark concreto”.

En el documento titulado: “El régimen de inversión de las AFPs, la reforma olvidada”, el senior portfolio manager de Fintual, José Manuel Peña, comenta que las actuales regulacion­es sobre en qué pueden invertir las AFP, entre otras restriccio­nes, y su falta de reformas genera “un costo asociado, que es el impedir crear portafolio­s de inversión óptimos para las necesidade­s de los afiliados, reduciendo su rentabilid­ad y creando incentivos erróneos para tomar riesgos innecesari­os”.

“No solamente el costo de esta regulación radica en menores pensiones, sino también un comportami­ento errático e incoherent­e con su diseño”, concluye Peña.

Los dardos contra el actual RI también se dan en base a que, desde Fintual, estiman que no existe de forma clara cuál es el objetivo: “Esto es problemáti­co porque un conjunto de límites y normas no puede cumplir todos los potenciale­s objetivos de una inversión, y la diversific­ación es algo deseable en cualquiera de los casos, lo que hace que esta definición sea extremadam­ente vaga”.

Desde Fintual agrega que la cartera de inversión de las AFP han tenido una “atomizació­n excesiva”, que -a juicio de la AGF- da paso a reducir el “poder negociador ante contrapart­es (para reducir costos de administra­ción), dificulta la operación de los distintos multifondo­s y complejiza el análisis de los portafolio­s. Todo esto, sin presentar un beneficio de diversific­ación diferente a tener menos vehículos ya diversific­ados”.

Otro de los dardos apunta a la falta de un benchmark (comparativ­as para elegir la mejor forma de inversión). Fintual estima que las actuales condicione­s del RI empuja a las AFP a invertir de forma similar y con cambios en la inversión de acuerdo a la contingenc­ia, entre otros problemas. “La existencia de un benchmark proporcion­a estabilida­d estructura­l a los fondos en el largo plazo y predictibi­lidad en su composició­n, mientras que esta regulación promueve lo contrario”, comenta Peña.

Por otro lado, la AGF crítica que se limite el activo en el que las AFP pueden invertir, pero no por el riego de este: “Existen múltiples dimensione­s del riesgo que no están siendo considerad­as, como el riesgo de duración el cual ha causado estragos los últimos años en el fondo E, o el riesgo país asociado a inversione­s accionaria­s, donde se ha visto una clara sobreexpos­ición a mercados emergentes generando variacione­s sustancial­es en los niveles de riesgo de los fondos, pero sin alerta alguna detectable por los límites presentes en el RI.

Además, Fintual repara sobre los límites de inversión que plantea el sistema. De acuerdo a la firma, los lineamient­os más generales y específico­s “generan una sobrecarga a los equipos de inversione­s, quitándole­s foco y recursos que debieran apuntar a buscar mejores ideas de inversión a cambio de estar enfocados en monitorear límites”.

La AGF también estima que se deben revisar las condicione­s de cada fondo para que se basen en el objetivo que tienen. “No es lo mismo pensar que el fondo E es un fondo construido para una persona cuyo residuo de ahorro previsiona­l tiene un plazo de uso esperado de siete años que un año”, dijo Fintual en base a que no se debería limitar o mandatar a tener una cierta cantidad de activos por cada fondo.

“¿Por qué el fondo A no puede tener 100% en acciones? Hace poco sentido que el fondo A, el cual está diseñado para perfiles más agresivos y pensando en un muy largo plazo (más de 10 años), no pueda apuntar a un nivel de retorno y riesgo mayor”, agregó Peña, quien para el fondo E estimó que su exposición a activos como acciones debería ser menor para resguardar­se de la volatilida­d, entre otros ejemplos.

Los reparos desde Fintual se reiteraron en línea con las restriccio­nes a invertir en ciertos activos o con límites. “Esta estructura, de innecesari­a complejida­d y carente de todo argumento financiero, que une riesgos disímiles y los computa de manera antojadiza relativo a su significan­cia, introduce ineficienc­ias y una vez más aleja a los equipos de inversión en hacer su trabajo que es buscar una buena inversión y cambia el criterio de optimizaci­ón de un mejor nivel riesgo/retorno a una optimizaci­ón de límites”, dijo Fintual para casos como inversión en renta fija sin grado de inversión o sin clasificac­ión de riesgo y acciones de baja liquidez, entre otros instrument­os.

Uno de los dardos también apunta a la “regulariza­ción de los excesos”, que obliga, por ejemplo, corregir la cartera de inversión si se supera un límite como la cantidad de acciones que se destina los fondos de pensiones: “Este fenómeno rompe el propósito original de generar una convergenc­ia gradual, forzando a las administra­dores a bruscos movimiento­s de portafolio donde el timing de la decisión de cuándo corregir el exceso toma un impacto desproporc­ionado, ya que el tener que reducir una exposición de un 5% o más solo por cuanto se esperó no es trivial y su impacto tampoco”.

Fintual argumenta que al abordar estos puntos se generará “la predictibi­lidad y estabilida­d necesaria para conducir inversione­s de largo plazo sin caer en tendencias antojadiza­s”.

“Tenemos gran espacio de mejora en la simplifica­ción y sensibiliz­ación del conjunto de límites y normas que los articulan, dejando complejida­des innecesari­as y cediendo parte de los límites a los conceptos rectores mayores de limitar riesgos, no inversione­s”, añadió.P

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