Finanzas públicas cierran 2023 con mayor déficit fiscal al proyectado y más deuda
De acuerdo al informe de ejecución presupuestaria que publicó la Dirección de Presupuestos, la deuda pública cerró el segundo año del gobierno del Presidente Gabriel Boric en 39,7% del PIB, un punto y medio más que la última estimación vigente. Mientras que el déficit fiscal efectivo llegó 2,4% del PIB, también por encima de lo anticipado.
El gobierno entregó el último informe de ejecución fiscal de diciembre y con ello el cierre de año. Y entre los principales elementos a destacar está el aumento de la deuda pública como porcentaje del PIB superando las proyecciones que tenía Hacienda, mientras el déficit fiscal también estuvo sobre su estimación vigente.
De acuerdo al reporte, la deuda cerró en 39,7% del PIB, mayor al 38,7% que proyectaron en Teatinos 120 cuando presentó el Presupuesto 2023 (en octubre de 2022) y también mayor al 38,2% que es la última estimación realizada en octubre del año pasado. Con esto, la deuda completó un nuevo ejercicio al alza, llegando a su mayor nivel desde 1990.
Asimismo, el balance fiscal efectivo registró un déficit de $3.369.810 millones durante el cuarto trimestre de 2023, lo que equivale al 1,2% del PIB estimado para el año. De esta forma, el balance acumulado durante 2023 totalizó un -$6.718.709 millones, lo que en términos del PIB estimado para igual período equivale a 2,4%. La cifra es levemente mayor al 2,3% previsto en octubre pasado, pero menor a la proyección que realizó el gobierno hace año, cuando estimó un déficit de 2,7%. El monto del déficit es además mucho mayor al superávit de 2022, el que alcanzó los $ 2.959.383 millones, o 1,1% del PIB de ese año.
Con respecto al gasto público total, mostró un alza de 1%, por debajo del 2,2% proyectado en octubre de 2023, pero menor a la proyección que se hizo en octubre de 2022 de 4,2%.
En el desglose, el gasto del Gobierno Central Presupuestario también presentó un incremento real de 1,0% anual, registrando una ejecución de $70.817.945 millones, con una tasa ejecución 100% respecto de la Ley de Presupuestos aprobada.
Dentro del gobierno central presupuestario, el gasto corriente creció 1,6% real acumulado a diciembre de 2023, representando un avance de 103,6%; mientras que el gasto de capital disminuyó 2,4% real, con una tasa de avance de 82,2% respecto a la ley aprobada.
INGRESOS A LA BAJA
Los ingresos fiscales no tuvieron un buen comportamiento: en 2023 cayeron 12,5% real, incididos, principalmente, por la menor recaudación de ingresos tributarios netos, particularmente de la tributación de resto de contribuyentes, que disminuyó 14,3% real. Por otro lado, la tributación de la minería privada disminuyó 45,2% real y cobre bruto (es decir, por Codelco) se redujo en un 44,1% real. Así, los ingresos tributarios tuingresos vieron una merma de 16,6%.
La disminución real anual de los ingresos tributarios se explica principalmente por la menor recaudación del Impuesto a la Renta de 29,9% y la menor recaudación del IVA de 8,3%. En cuanto al primero, tanto resto de contribuyentes como la gran minería privada presentaron disminuciones. En resto de contribuyentes, la recaudación por impuesto a la renta disminuyó un 27,2%incidiendo todos sus componentes. En el caso de la declaración anual, se observa principalmente mayores devoluciones (sistemas de pago).
Respecto al IVA, la disminución de 8,3% se debe al aumento de las devoluciones de 6,5% particularmente del IVA Codelco y asociadas a activos fijos, y a la disminución del IVA Declarado en 3,8% real, por el comportamiento a la baja de la demanda interna.
En cuanto a los ingresos por cobre bruto (Codelco),que registraron una disminución anual de 44,1%, se explica por la disminución en los pagos de PPM por impuesto específico de Codelco (-45,6%) y por menores íntegros por Transferencias de la Ex-Ley Reservada del cobre en dólares (-11,2%). Además, este año Codelco no ha efectuado pagos de impuesto Primera Categoría ni traspasos de utilidades (excedentes) al fisco.
Finalmente, los Ingresos por rentas de la propiedad tuvieron un incremento anual de 16,5%, explicado principalmente por los percibidos por concepto de los contratos de explotación de litio con SQM y Albemarle, ingresos provenientes Banco Estado, y traspaso de utilidades desde ENAP. La visión de las expertas Temprano en la mañana el ministro de Hacienda, Mario Marcel, adelantaba que las cifras de ejecución serían positivas: “Nos vamos a encontrar es que la ejecución del gasto público de 2023 fue 100,0% de lo aprobado en la Ley de Presupuestos”. Y además indicó que las “cifras de balance fiscal y balance estructural van a ser algo mejores de lo que se ha estado anticipando”.
Pero esa opinión positiva que entregó el secretario de Estado no es compartida por las expertas en temas fiscal. Cristina Torres, exdirectora de Presupuesto del gobierno de Sebastián Piñera y académica de la Universidad San Sebastián, sostuvo que las cifras “evidencian un empeoramiento que situación fiscal que se venía observando desde hace unos meses. Recordemos que transitamos desde una estimación de déficit de -1,9% en segundo trimestre, a -2,3% del PIB el tercer trimestre, para llegar a un 2,4% de déficit efectivo”.
Asimismo, mencionó que la mayor ejecución fiscal estuvo dada por el gasto corriente y no de capital, que se relaciona con la inversión pública. “Ya el segundo semestre del año se consolidó una tendencia de sobreejecución de gasto corriente que, si bien se buscó contener a través de ajuste fiscal que se anunció en agosto, ello no se materializó y solo se implementó un reconocimiento a la subejecución de inversión”, puntualizó Torres.
Macarena García, economista de LyD levantó las alertas por la trayectoria que está teniendo la deuda pública. “La situación fiscal sigue siendo tremendamente delicada. La deuda sigue creciendo y no queda claro cómo se estabilizará en el mediano plazo, más todavía considerando las reducidas tasas de crecimiento del gasto público que deben implementar las próximas administraciones para no sobrepasar el nivel prudente”.
Además, García subrayó que “continúa dándose prioridad al gasto corriente, con una sobreejecución de este gasto, pero a costa de una gran subejecución del gasto en inversión pública ya que sólo se ejecutó el 82%. Este cambio en composición en favor del gasto corriente preocupa”.P