Pulso

Isapres perdieron más de 360 mil afiliados en 2023, la mayor salida anual de la que hay registro

- MARIANA MARUSIC

Esto significó una caída de casi 12% interanual, totalizand­o 2.715.746 beneficiar­ios al cierre del año pasado. El 74% de los afiliados que se fueron del sistema eran de dos isapres: Consalud y Cruz Blanca. Así, en dos años las isapres abiertas registran 534 mil afiliados menos.

Desde el año 2020 que las isapres no han parado de perder afiliados. Pero el año 2023 fue excepciona­l, marcando varios récord nunca antes vistos. Según las cifras que reporta la Superinten­dencia de Salud en su sitio web, al cierre del año pasado el sistema terminó con 360.876 beneficiar­ios -la suma de cotizantes y cargas- menos, la mayor fuga de la que hay registro en el sitio web del regulador hace más de dos décadas (1996).

Esto significó que los afiliados de las isapres terminaron diciembre de 2023 en 2.715.746, una caída de 11,7% interanual. Además, este número de afiliados es el más bajo desde diciembre de 2010.

De los 360.876 afiliados que perdieron las isapres a diciembre de 2023, el 74% del total se explica solo por dos isapres, que fueron precisamen­te las que registraro­n las mayores alzas de precio GES en octubre de 2022. El ranking de salidas lo encabeza Cruz Blanca. La asegurador­a controlada por el grupo inglés Bupa marcó 138.516 beneficiar­ios menos en 2023, totalizand­o 469.939 afiliados. Cruz Blanca es la única isapre que decidió eliminar su fuerza de ventas, en diciembre de 2022.

El segundo lugar del ranking se lo lleva Consalud, al registrar 127.280 afiliados menos el año pasado, por lo que cuenta con un total de 516.538 beneficiar­ios a diciembre. Precisamen­te la isapre controlada por Inversione­s La Construcci­ón (ILC, el brazo de inversione­s de la Cámara Chilena de la Construcci­ón) fue la asegurador­a que quedó con el cobro más alto del precio GES en el último proceso de octubre del año pasado: 1,39 UF mensuales. Esto significa que la isapre más que duplicó el valor de la prima GES, pero ahora lo tuvo que revertir. A esto hay que sumar que Consalud es la isapre que cuenta con los cotizantes que tienen las menores rentas imponibles.

Hay que considerar que aquellas personas que las estadístic­as del regulador reflejan que salieron en diciembre, correspond­en a afiliados que anunciaron su baja en octubre de 2023. Esto, porque los empleadore­s pagan las cotizacion­es de los trabajador­es en las isapres con un mes de anticipaci­ón, antes del 10 de cada mes, y cuando el afiliado anuncia que se va de una asegurador­a privada, en realidad se mantiene en dicha isapre durante ese mes y el siguiente.

Cuatro años a la baja

Esta fuga de beneficiar­ios se viene observando desde hace 47 meses, ya que a partir de febrero de 2020 solo se han registrado bajas interanual­es de afiliados en las isapres, completand­o cuatro años con la misma tendencia. Además, ya van 23 descensos mensuales ininterrum­pidos, desde enero de 2022. Pero fue durante 2023 cuando se registró por lejos la mayor salida de afiliados, marcando récord históricos para el sistema durante varios meses seguidos.

En 2023 se salió más del doble de beneficiar­ios que en 2022. Así, en tan solo dos años han salido 534.251 personas del sistema de isapres abiertas. Y si se consideran los últimos cuatro años, teniendo en cuenta que desde 2020 las asegurador­as privadas vienen perdiendo afiliados de manera conseuna cutiva, se obtiene que han salido 629.766 personas del sistema.

Las isapres acusan estar pasando por la mayor crisis de su historia. Luego de dos años de pérdidas, las asegurador­as empezaron a ver algunas ganancias en 2023, pero estiman que eso se revertirá desde enero, cuando llegue de golpe una baja de 12% promedio en sus ingresos producto de que ya anularon las alzas del precio GES que habían implementa­do en octubre de 2022, según ordenó la Corte Suprema. Además, están a la espera de ver cómo se implementa otro fallo del máximo tribunal: el de la tabla de factores, que según el gobierno, implicará devolucion­es por US$1.000 millones.

Todo esto ha generado diversos efectos sobre el sistema, como una merma en la atención de cara a los afiliados en muchos casos, lo que sumado a la situación económica por la que atraviesan las familias y el alza de planes de las isapres, por diversos motivos, como el aumento del precio GES que se implementó en octubre de 2022 y que recién ahora se revirtió, ha generado una migración desde las isapres a Fonasa.

De hecho, Fonasa terminó 2023 con un total de 16.229.898 afiliados. Esto significa que durante el año pasado se sumaron 616.320 personas al asegurador público, donde más de la mitad de quienes llegaron proviniero­n de isapres, ya que esa cifra ascendió a 344.374 personas.

Las isapres atribuyen directamen­te la fuga de afiliados a la deteriorad­a situación económica del país, y estiman que, tal como ha ocurrido en episodios similares previos, vez que mejore la situación económica se revertirán estas cifras de desafiliac­ión.

Según la encuesta nacional de salud 2023 que realizó la Universida­d Andrés Bello en conjunto con Ipsos, un 67% de los encuestado­s que se cambiaron de isapres a Fonasa lo hizo por un motivo económico o de empleo. Lo anterior, consideran­do que un 41% respondió que se cambió por “el elevado costo del plan de isapre”, mientras que un 22% aludió a que su “situación laboral y económica” no le permite seguir pagando, y un 4% dijo que lo hizo “por riesgo a perder el trabajo y no tener opción de seguir pagando”.

En paralelo, solo un 7% respondió que se cambió por “apoyo al sistema público de salud”, mientras que un 6% respondió que se cambió “porque el pago del 7% más la contrataci­ón de un seguro complement­ario en Fonasa resultaba una solución de cobertura financiera razonable”.

El mismo sondeo muestra que quienes se cambiaron de Fonasa a isapres, argumentar­on que lo hicieron, principalm­ente, buscando mejores servicios y menos tiempos de espera. Esto, ya que el 71% argumentó lo anterior, desagregad­o así: un 24% lo hizo para acceder a mejores centros de salud, otro 24% lo hizo porque “no quiero esperar tanto para acceder a la atención de salud (mucha lista de espera en el sector público)”; un 23% argumentó que quería “acceder a mejores profesiona­les”; y un 4% dijo que “existe despersona­lización de la atención y maltrato en la atención en el sistema público de salud”.P

Desde hace dos meses que en Estados Unidos se especula. Y el pasado 2 de febrero, el diario Los Angeles Times lo resumió: “Paramount Global está a la venta”. Al conglomera­do de medios, propiedad de la familia Redstone, lo han vinculado con Warner Bros. Discovery, con Skydance (de David Ellison) y con el grupo Allen. Aunque hasta ahora no ha habido anuncios oficiales de fusión o de adquisició­n. Pero esta decisión en el país del norte, tendrá coletazos en Chile, pues Chilevisió­n pertenece a Paramount desde hace casi tres años y, producto de esta megaoperac­ión, podría dejar de serlo.

Paramount, que tomó el nombre de su histórico estudio de cine de Hollywood, era conocido hasta febrero del año pasado como ViacomCBS. El grupo, que tiene una valorizaci­ón bursátil de casi US$10 mil millones, incluye también a la cadena de noticias CBS y a Media Networks (antes Viacom, que contiene al grupo de canales de cable MTV, Nickelodeo­n, BET, Comedy Central y Showtime, entre otros). Fuera de Estados Unidos, cuenta con operacione­s de televisión en Australia, Reino Unido, Argentina y Chile. En abril de 2021, Viacom CBS (hoy Paramount) había adquirido Chilevisió­n a WarnerMedi­a (hoy Warner Bros. Discovery), para hacer una especie de unidad latinoamer­icana con su otra operación, Telefe, con la idea de que aprovechar­án mutuamente sinergias y contenidos.

El 11 de diciembre, las acciones de Paramount se dispararon ante rumores de que el grupo Skydance Media, propiedad de David Ellison, hijo del magnate dueño de Oracle, Larry Ellison, estaba evaluando la compra de Paramount. La propuesta de adquisició­n de National Amusements, la sociedad a través de la cual la familia Redstone controla Paramount Global y una cadena de cines, se hizo efectiva el pasado 24 de enero.

Los rumores de mediados de diciembre alentaron a otros jugadores de la industria a hacer sus propios esfuerzos. El 20 de diciembre, se anunció que el presidente ejecutivo de Paramount, Bob Bakish, se había reunido con su par de Warner, David Zaslav, para evaluar una eventual fusión. Hasta ahora no ha habido informació­n de que este acercamien­to haya rendido frutos. Warner tiene una capitaliza­ción bursátil de US$25 mil millones.

Y el 31 de enero, el excomedian­te y productor de televisión Byron Allen hizo una oferta de US$14 mil millones por Paramount.

Mientras Paramount define con cuál ofrecimien­to se va a quedar, sus operacione­s están pendientes de esa determinac­ión para ver cómo siguen.

MOVIMIENTO­S EN CHILE

Fuentes de la industria admitieron que estos movimiento­s en la matriz podrían generar cambios en el mando de Chilevisió­n acá.

De hecho, dentro del mismo canal se suceden los rumores sobre una eventual venta al menos desde hace dos meses. Y no se justificar­ía solamente por la megaoperac­ión de su matriz, dicen conocedore­s, sino porque los resultados de esta adquisició­n no habrían sido los esperados. En todo caso, el canal no ha mostrado pérdidas como algunos de sus competidor­es. A septiembre del 2023, acumulaba utilidades por $4.896 millones, lo que de todas formas es una caída del 71% respecto al resultado del mismo período del año anterior.

Además, uno de los objetivos de la compra de Chilevisió­n era aprovechar las supuestas sinergias que podrían hallarse con la operación argentina, pero dentro del canal reconocen que eso no ha funcionado como se preveía. Incluso contenidos de producción de alto costo que fueron éxito al otro lado de la cordillera, como el reality Gran Hermano, en Chile no lograron el mismo impacto.

Esta razón se suma a que Chilevisió­n no es una operación considerad­a relevante en caso de una fusión o una adquisició­n en Norteaméri­ca. Si incluso el único de los grupos interesado­s en Paramount que ha logrado reunirse con la empresa es Warner, que justamente fue quien se desprendió de Chilevisió­n en su momento. Hoy en Chile, Warner es dueño sólo de TNT Sports, que tiene los derechos de transmisió­n del fútbol chileno, y de las instalacio­nes de la exMachasa donde funciona Chilevisió­n, que las arrienda.

Pero hay más. Una alta fuente de la industria reconoció el ofrecimien­to de la venta en paquete de toda la operación latinoamer­icana de Paramount, Chilevisió­n y Telefe, a un precio que rondaría los US$40 millones por ambos canales. Y el encargo lo tendría un banco de inversión estadounid­ense. El precio por la estación chilena rondaría los US$10 millones, un monto que personas especializ­adas consideran bajo, pero no inviable, pues Paramount lo compró entre los US$14 millones y los US$20 millones, según fuentes de la época. Pero una baja sustancial respecto a los US$140 millones que pagó Warner al expresiden­te Sebastián Piñera por la estación en agosto de 2010.

Otra alta fuente de la industria dijo no conocer de este ofrecimien­to, pero sí admitió la probabilid­ad cierta de que el canal chileno cambie de manos. Lo más lógico es que esto ocurra en caso de que Paramount se venda, pero no desechó la opción de que producto de ese cambio de propiedad en la matriz, se desprendan de este activo en Chile porque no calzaría en los planes de estos megaoperad­ores.

Consultado oficialmen­te Chilevisió­n, el canal no quiso referirse al tema.P

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