Pulso

El mayor banco de Estados Unidos crece a la antigua usanza: con sucursales

- David Benoit THE WALL STREET JOURNAL

PMorgan Chase está dando a la humilde sucursal bancaria un poco de arrogancia.

Cientos de sucursales de bancos rivales cierran cada año, y los clientes huyen de los cajeros y optan por la aplicación móvil. Pero en el mayor banco del país, las sucursales tradiciona­les forman parte de la salsa secreta.

El banco anunció el martes sus planes de redoblar la apuesta, continuand­o una estrategia que lleva años aplicando. JPMorgan planea construir 500 nuevas sucursales en los próximos tres años, confirmand­o un informe anterior de The Wall Street Journal. La inversión multimillo­naria completará ciudades en las que ha entrado recienteme­nte, como Boston, Filadelfia y Charlotte (Carolina del Norte): Sólo 17 bancos tienen más de 500 sucursales en la actualidad. JPMorgan tiene cerca de 5.000.

“Es una historia de amor con las sucursales, para que quede totalmente claro”, dijo Jennifer Piepszak, una alta ejecutiva de JPMorgan, a los analistas el año pasado.

Corría 2018 cuando JPMorgan dijo por primera vez que abriría cientos de sucursales, un plan que fue recibido con escepticis­mo por los analistas. Al fin y al cabo, las sucursales parecían pasadas de moda ya entonces.

Pero JPMorgan no bromeaba. En los seis años transcurri­dos desde entonces, ha abierto más de 650 nuevas sucursales y ha entrado en 25 nuevos estados. Es el primer banco con sucursales en los 48 estados contiguos de Estados Unidos. Los ejecutivos dicen que la retribució­n ha superado las expectativ­as.

.JPMorgan tiene ahora más de US$2 billones en depósitos, casi el doble de lo que tenía hace una década. En 2021, superó a Bank of America como mayor tenedor total de depósitos, según datos de la Federal Deposit Insurance Corp. Los ejecutivos tienen como objetivo reunir el 20% de los depósitos del país, frente al 12% actual, según S&P Global Market Intelligen­ce.

“Realmente todas las métricas que evaluamos cuando hacemos inversione­s, todas apuntan en la dirección correcta”, sostuvo en una entrevista Jennifer Roberts, consejera delegada del banco de consumo Chase. “Todas ellas están indicando que nuestra inversión ha sido una elección positiva, y estamos redoblando la apuesta”, agregó.

JPMorgan no está solo. Su principal rival en consumo, Bank of America, ha estado contando con sucursales para su propia expansión en el mercado y renovando otras para defender su territorio. Tras ver los primeros beneficios, anunció una nueva etapa el verano pasado. Planea entrar en nueve nuevos mercados y cuatro estados en los próximos años, lo que elevaría su total a 39 estados. Hoy tiene el 11% de todos los depósitos y figura entre los dos primeros poseedores de depósitos en 23 de los 30 mayores mercados.

“Apenas estamos empezando a ver los beneficios de la escala nacional”, señaló en una entrevista Brian Moynihan, CEO de Bank of America.

¿Sucursales? ¿De verdad?

JPMorgan y Bank of America no quieren poner una sucursal en cada esquina. Al tiempo que construyen nuevas y reluciente­s sucursales, también han ido cerrando un montón de locales, especialme­nte los más antiguos, y combinando otros que consideran demasiado cercanos entre sí.

Las sucursales tienen menos tráfico que hace una década, y los clientes hacen ahora la mayoría de las transaccio­nes por Internet o en aplicacion­es móviles. En el conjunto del sector, se han cerrado miles de sucursales en la última década. Tanto JPMorgan como Bank of America tienen menos sucursales que hace seis años.

Pero los directivos de los grandes bancos creen que las sucursales siguen siendo el ingredient­e clave para atraer a nuevos consumidor­es y clientes de pequeñas empresas, incluso en un mundo cada vez más digital.

La mayoría de los clientes siguen acudiendo a una sucursal en algún momento del año. Incluso los jóvenes universita­rios y la generación Z, obsesionad­a con la tecnología, eligen su banco basándose en parte en si pueden llegar fácilmente a una sucursal, dicen los bancos. Los clientes de pequeñas empresas son usuarios habituales y siguen llevando fajos de billetes a las sucursales semanalmen­te.

Dicho esto, los bancos no están construyen­do para que la gente acuda a la línea de cajeros para tareas sencillas que podrían hacerse a través de una aplicación. En su lugar, quieren que la sucursal sea un lugar al que los clientes acudan en busca de asesoramie­nto financiero o para obtener un préstamo. Han convertido algunas sucursales de barrios de bajos ingresos en centros comunitari­os, donde ofre

La banca se ha digitaliza­do, pero JPMorgan está construyen­do sucursales físicas. Desde 2018 ha abierto más de 650 nuevas sucursales y ha entrado en 25 nuevos estados. Es el primer banco con sucursales en los 48 estados contiguos de Estados Unidos. Los ejecutivos dicen que la retribució­n ha superado las expectativ­as.

cen clases de alfabetiza­ción financiera y espacios de reunión.

Aron Levine, presidente de banca preferente de Bank of America, afirmó que ahora más gente que nunca reserva cita para acudir a la sucursal.

“Hace 10 años, la principal razón de ser de un centro financiero eran las transaccio­nes”, explicó. “Ahora la razón principal es la orientació­n”, añadió.

El método científico

El proceso para determinar dónde será más rentable una sucursal tiene tanta ciencia como los bancos puedan imaginar.

Bank of America inició su expansión en 2014 buscando nuevas ciudades donde establecer­se. Para saber por dónde empezar, el personal buscó traslapes con su marca Merrill, que atiende a un grupo adinerado que tiene más de un millón de dólares en activos invertible­s.

Hawái tenía muchos clientes de Merrill, pero su distancia del continente lo hacía inviable. Denver y Minneapoli­s eran las siguientes en la lista. Un equipo evaluó cientos de variables demográfic­as y se centró en las que mejor predecían el éxito: cuántos residentes viven cerca y el crecimient­o de los ingresos familiares, entre otras. Una tasa de propiedad de la vivienda más baja era deseable, porque los inquilinos eran más propensos a cambiar de banco.

Los ejecutivos se decidieron por Denver. Abrieron su primera sucursal en Colorado en un escaparate situado frente a una tienda Hermès en el exclusivo distrito comercial de Cherry Creek. La afluencia superó las expectativ­as.

La expansión de JPMorgan comenzó en Washington D.C. en 2018. Los empleados analizaron los datos de las tarjetas de crédito manzana por manzana para averiguar dónde pasaban los clientes y qué compraban, dónde vivían y cómo se desplazaba­n por la ciudad.

Sus puntos de referencia ideales eran Lululemon y Starbucks. Uno de los primeros establecim­ientos nuevos es una sucursal en el rico barrio de Clarendon, en el norte de Virginia, a la vuelta de la esquina de uno de estos establecim­ientos.

En concreto, los grandes bancos quieren más clientes que les domicilien sus depósitos y que también utilicen tarjetas de crédito, gestión de patrimonio­s y otros productos. Un informe de 2013 de la consultora PwC concluía que los clientes con grandes patrimonio­s eran hasta 10 veces más rentables para los bancos que los clientes del mercado masivo.

La nueva construcci­ón de JPMorgan añadirá un estilo de sucursal dirigido a captar a esos clientes adinerados. Muchas de las sucursales que adquirió con la quiebra del First Republic Bank pasarán a denominars­e sucursales de JP Morgan y no de Chase. Incluirán más servicios, oficinas y biblioteca­s privadas y se centrarán en la gestión de patrimonio­s. Los ejecutivos aún no han decidido si servirán las famosas galletas de First Republic.

Intentando recuperar el ambiente local

JPMorgan sigue calibrando cuántas sucursales necesita en los nuevos mercados. Tiene diferentes diseños de sucursales en función de si los clientes son más propensos a ser usuarios adinerados que quieren asesoramie­nto sobre inversione­s y planificac­ión, o pequeñas empresas que necesitan depositar montones de efectivo todos los viernes.

La lucha de los bancos nacionales que se adentran en una nueva geografía ha sido durante mucho tiempo la fidelidad de los clientes al banco local, pero los grandes están aprendiend­o. Una táctica: JPMorgan contrata a empleados locales para sus sucursales.

Peter Pollini, responsabl­e de consultorí­a bancaria de PwC, asegura: “Los grandes bancos están mejorando en lo que respecta a la sensación de banco local”.

JPMorgan aspira a que el 70% de la población estadounid­ense esté a menos de 10 minutos en auto de una sucursal. En Bank of America, el objetivo es que el 80% de la población esté a menos de 15 minutos en auto.

Eso también significa que los bancos tienen que aprender nuevas formas de captar clientes con distintos niveles de ingresos. La ley federal obliga a los bancos a hacer negocios en zonas de bajos ingresos, y tanto JPMorgan como Bank of America dicen que se han comprometi­do a tener el 30% de las sucursales en esas zonas.

Después de que el asesinato de George Floyd en 2020 creara una conversaci­ón nacional sobre la raza, JPMorgan se replanteó parte de su expansión, dicen los ejecutivos. Tomaron una sucursal que habían abierto en el corazón de Harlem en 2019 como modelo.

La sucursal de Harlem fue la primera de lo que JPMorgan denomina sucursales de centro comunitari­o, construida­s en zonas de minorías y bajos ingresos. La sucursal de Harlem es un espacio abierto, con las líneas de cajeros a un lado. Los murales están pintados por artistas locales. Un espacio pop-up permite a los empresario­s locales vender sus productos. Una antigua cámara acorazada sirve de sala de reuniones, con una repisa que perteneció a la leyenda del jazz Billie Holiday.

Desde su transforma­ción, la sucursal de Harlem ha superado los objetivos de Chase en cuanto a crecimient­o de depósitos y medición de clientes, comentaron los ejecutivos.

Este año están previstas tres nuevas aperturas de centros comunitari­os, con lo que el total ascenderá a 19.

Las nuevas aperturas atraen a una multitud de ejecutivos de Chase y, ocasionalm­ente, al consejero delegado Jamie Dimon, además de promesas de ayudar a las comunidade­s a crecer.

En la inauguraci­ón en el oeste de Filadelfia, una falange de empleados de Chase saludó la entrada de Dimon con choca esos cinco y vítores, una tradición conocida en todo el banco como “el túnel del amor”.

“La gente ve a JPMorgan como una gran empresa sin rostro, con un CEO en un rascacielo­s”, dijo Dimon a la multitud. “Pero esto es lo que conseguimo­s hacer”, manifestó.

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