Pulso

“La luna de miel de Milei no es para siempre”

¿A qué se debe esa timidez de las protestas en la calle? ¿Cuál es la salida para este proyecto? ¿Plebiscito, como ha insinuado el gobierno? ¿Cuáles son los escenarios macroeconó­micos que vaticina para el primer año de Milei? La recesión y la inflación seg

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Durante sus primeros dos meses, además, Milei ha lanzado un robusto plan de estabiliza­ción y un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), el que busca desregular la economía transandin­a.

La también máster en Políticas Públicas de la Universida­d Torcuato Di Tella y coautora del libro Tiempo perdido, donde analiza la serie de fracasos económicos de los últimos gobiernos argentinos, recuerda el difícil escenario económico que recibió Milei. “En 2023 Argentina entró en un nuevo régimen inflaciona­rio, con una suba en los precios del 211% y una economía estancada desde 2012”, sostiene.

La economista cree que para que un programa de gobierno funcione, debe fundarse sobre tres vértices: un programa de estabiliza­ción, un programa de reformas que aumente la productivi­dad sistémica y asegure la consolidac­ión fiscal duradera, y gobernabil­idad. “Cuando hablo de gobernabil­idad me refiero a tres dimensione­s: la que no te ‘prenda fuego la calle’, la que te permita pasar por el Congreso las reformas en un país federal, y la que alargue el horizonte de las decisiones, es decir, que el gobierno que venga no dé vuelta lo que hizo el anterior. Algo así como lo que hizo la Concertaci­ón en Chile”, reflexiona Dal Poggetto.

¿Cuál es su evaluación de los primeros dos meses de Milei en el poder? ¿Ha sido tal cual lo imaginaba?

-Lejos del mensaje de campaña, Milei avanzó en un programa de “shock controlado”, mucho más parecido al que uno imaginaba, aunque con una distribuci­ón de los costos mucho más regresiva. En simultáneo, avanzó con dos paquetes de medidas sin ordenamien­to de prioridade­s: un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) con 440 artículos que, entre otros, incluyó una reforma laboral, y un proyecto de Ley con 667 artículos, con un flojo manejo parlamenta­rio para un gobierno que sólo tiene 38 diputados y 7 senadores.

Hoy la reforma laboral está frenada por amparos, a la espera de que la Corte Suprema de Justicia la expida, luego de que se trabara su discusión en particular en el Congreso. Previament­e, ya habían sacado todo el capítulo fiscal, y quedaba sólo la mitad de los artículos del proyecto original, el resto había sido quitado por el lobby empresario/sindical sin ninguna lógica económica detrás.

Para un gobierno con debilidad de origen el problema es que no tiene un ordenamien­to político, ni un establecim­iento de prioridade­s en la negociació­n. Sus negociacio­nes en el Congreso se han ido empiojando (complicand­o), pese a que ganó hace solo dos meses y la imagen de Milei sigue siendo alta.

El gobierno ha tenido un manejo parlamenta­rio con errores y ha apelado a la victimizac­ión. Ha acusado de traidores a los que no votan.

La narrativa que lo sostiene

¿Eso quiere decir que estamos frente a un Milei más débil políticame­nte hoy?

-El mayor caudal político está el día que se asume y, en la medida que se va avanzando, el caudal político tiende a caer. Milei tiene una narrativa y construye una expectativ­a que hace sentido para mucha gente, donde

Argentina busca soluciones fáciles a problemas complejos. El empresaria­do argentino está acostumbra­do a operar en este esquema macroeconó­mico perverso”.

-Mi sensación es que todavía están midiendo al gobierno. Además, Milei sostiene una narrativa en que dice que por fin vamos a ponerle fin a años de populismo y peronismo. Sin embargo, lo que pasó con la “ley ómnibus” esta semana es un revés político.

Hoy hay que mirar seis cosas en Argentina. La primera es cuán rápida será la caída de la inflación. Lo segundo es ver qué es lo que pasa con los aumentos salariales. También es importante monitorear cuál es la reacción social a un ajuste que es muy inflaciona­rio, que ‘muerde’ los presupuest­os de las familias, es muy recesivo e impulsa el desempleo.

Asimismo, se debe observar si el Banco Central sigue comprando dólares. El quinto punto es lo fiscal y es probable que el gobierno logre un superávit financiero en los primeros meses, para lo cual armarán una narrativa desde el punto de vista de la dinámica del programa económico. El último punto es el panorama político, es decir, qué pasa con el DNU y el proyecto de “ley ómnibus”, el cual tuvo un revés y volvió a fojas cero por un error parlamenta­rio. -El plebiscito no es vinculante y es escalar; es la antipolíti­ca. Es una salida arriesgada.

-El mejor escenario posible es que la inflación, que el año pasado arrancó en 6% mensual y terminó en 25% mensual, arranque este año en el 20% o el 21% mensual en enero, que es el dato que se está esperando para

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