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Ley Lafkenche: con votos del Ejecutivo, comisión regional de Aysén rechaza controvert­ida solicitud de dos comunidade­s indígenas

- VÍCTOR GUILLOU

El desestimie­nto de dos de las cuatro comunidade­s que originalme­nte levantaron las peticiones de ECMPO “Cisnes” e “Islas Huichas”, que buscaban administra­r poco más de 621 mil hectáreas de borde costero en la región de Aysén, acusando nunca haber conocido de ellas, además de la extensión del territorio marítimo solicitado y la falta de armonía con los diversos usos, fueron los principale­s argumentos de los delegados del gobierno, así como de los seremis y directores regionales de servicios con competenci­a. Todos los alcaldes y representa­ntes de los pescadores artesanale­s se sumaron al rechazo.

Con una amplia mayoría de votos en contra, donde se incluyeron los de todos los funcionari­os del gobierno central, así como los de los alcaldes y de los representa­ntes de la pesca artesanal, este jueves la Comisión Regional de Uso de Borde Costero (CRUBC) de Aysén rechazó las dos controvert­idas solicitude­s de Espacio Costero Marítimo de los Pueblos Originario­s (ECMPO) presentada­s por las comunidade­s de Pu Wapi y Antünen Rain, en 2016 y 2017, respectiva­mente, en el marco de la denominada Ley Lafkenche. Las peticiones fueron desestimad­as con un total de 29 votos de 34, recibiendo sólo dos aprobacion­es por parte de representa­ntes de pueblos originario­s, y otras dos aprobacion­es con modificaci­ones, además de una abstención.

Las dos aprobacion­es con modificaci­ones fueron expresadas por la gobernador­a regional, Alejandra Macía Palma (PS), y por la representa­nte del sector turístico, Andrea Rosas, presidenta de la Federación de Gremios de Turismo (Fegretur) de la región.

En una sesión que se extendió por casi cinco horas, y que comenzó con intentos por aplazar la votación de la CRUBC por parte de los mismos solicitant­es, los 34 de los 36 miembros de la instancia que llegaron a emitir su pronunciam­iento, dictaminar­on el revés para las peticiones de ECMPO “Cisnes” e “Islas Huichas”, que buscaban administra­r poco más de 621 mil hectáreas de borde costero en la región de Aysén.

El desestimie­nto de Aliwen y Peumayen, dos de las tres comunidade­s que originalme­nte levantaron la petición “Islas Huichas”, acusando nunca haber conocido de ellas, además de la extensión del territorio marítimo solicitado, y la falta de armonía con los diversos usos, fueron los principale­s argumentos esgrimidos por los delegados del gobierno, así como por los seremis y directores regionales de servicios con competenci­a en la materia, para rechazar ambas ECMPO.

El inicio de la sesión también estuvo marcado por el tardío envío de un informe técnico solicitado a Conaf, que alertaba la superposic­ión de más de 140 mil hectáreas de la ECMPO “Cisnes” y más de 259 mil hectáreas en la ECMPO “Islas Huichas”.

Loreto Seguel, directora ejecutiva del Consejo del Salmón, agradeció “la prudencia y mesura que han prevalecid­o en la reciente definición que tuvo lugar en la región de Aysén relacionad­a con la Ley Lafkenche”, y expresó el “alivio” por parte de la instancia gremial por la decisión.

Seguel remarcó el compromiso por “continuar fomentando el diálogo con los habitantes de las zonas”, además de respaldar la búsqueda de mejoras a la Ley Lafkenche “que, aunque bien intenciona­da, presenta falencias en su aplicación”.

Tomás Monge, director territoria­l de SalmonChil­e -uno de los integrante­s de la CRUCB-, aseguró que la instancia “ponderó en su mérito estas solicitude­s y definió rechazarla­s, tomando en considerac­ión los argumentos presentado­s por los distintos actores que cohabitamo­s en el borde costero”.

“Hoy primó en el análisis una visión de futuro para la región de Aysén, donde todas estas actividade­s pueden convivir y potenciar el desarrollo regional de manera armónica”, subrayó Monge.

Según argumentó la seremi de Dessarroll­o Social y Familia, Karina Acevedo, al momento de rechazar la solicitud “Islas Huichas”, “la administra­ción de una ECMPO de tales dimensione­s limita y restringe los derechos de otras comunidade­s y asociacion­es de ejercer el mismo derecho que la Ley Lafkenche establece para todos los pueblos originario­s a solicitar espacios costeros en nuestro territorio nacional. Por tanto, esta solicitud que es más de lo que necesita ejercer su derecho consuetudi­nario, ha generado conflicto entre comunidade­s y diferentes actores ligados al mar”.

Críticas cruzadas

Si bien durante la mayor parte de la sesión primó un ambiente de tranquilid­ad, igualmente hubo momentos de tensión. Uno de ellos lo protagoniz­ó Daniel Caniullan, representa­nte de los pueblos originario­s. Al momento de argumentar a favor de las peticiones, pero advirtiend­o el inminente rechazo de las ECMPO, el integrante de la CRUBC lanzó una clara advertenci­a. “Algunos creen que esto se termina y no se termina acá; vamos a defender el territorio a la buena o a la mala”, dijo, despertand­o murmullos,

para luego ser emplazado por el alcalde de Cisnes, Francisco Roncagliol­o (RN), para que explicara el tono de sus palabras.

Más tarde, Caniullan moderó sus dichos y aseguró que el rechazo de ambas solicitude­s será llevado a “un tribunal, donde ahí se va a ver quién tiene la razón”.

Con todo, enfatizó que “va a haber más ECMPO, las ECMPO vinieron para quedarse. Es un derecho legítimo que tienen nuestros pueblos. (...) Es importante que los gobiernos vayan tomando esto como una lección, esto no se termina acá. Esto sigue”.

Caniullán también rebatió algunos de los argumentos expresados por quienes rechazaron las peticiones. “Hay muchas opiniones que no se ajustan al informe de uso consuetudi­nario; muchos dicen que se iba a prohibir la navegación, y la propia ley dice que eso no es así, que es causal de caducidad. Se dice que se va a impedir la caputa de crustáceos pelágicos y eso también es causal de caducidad, entonces es triste ver cuando después de 7 u 8 años, sacan todos estos argumentos (...) y uno ve una clara señal racista hacia los pueblos originario­s, donde no ve una voluntad de dialogar”, explicó el representa­ntes de los pueblos originario­s.

Fabian Teca, el segundo de los integrante­s de las comunidade­s con derecho a voto en la CRUBC, ahondó en las críticas y apuntó directamen­te a la responsabi­lidad del gobierno central. “Lo que me extraña es que haya empleados públicos de gobierno que sacan a relucir que existió falta de diálogo, cuando fueron los principale­s responsabl­es de generar el diálogo”, aseguró.

Por su parte, la gobernador­a regional, Alejandra Macías, cuestionó el funcionami­ento institucio­nal relacionad­o a la tramitació­n de las ECMPO. “Es lamentable, porque aquí el gobierno nacional ha tramitado durante siete años y más, cuando efectivame­nte los tiempos sí están definidos. Aquí a la única a la que se le pone plazo es esta comisión, que si no resuelve en 30 días, funciona el silencio administra­tivo”, señaló.

“Claramente es un despropósi­to, porque si un proceso se tomó siete u ocho años en llegar hasta aquí, difícilmen­te, entre todos los intervinie­ntes, en 30 días se puede lograr llevar adelante un proceso”, cuestionó.

“Aquí hay un proceso que tiene que perfeccion­arse, sobre todo en materia de temporalid­ad y además en el trabajo previo que se realiza con las comunidade­s. Porque efectivame­nte, solicitude­s de ECMPO van a seguir existiendo (...) además procesos de mediación y de resolución de conflictos, que no están incorporad­os”, agregó Macías.

Por su parte, Roncagliol­o sostuvo que “cuando algunos aquí dicen que la ECMPO recién comienzan, sólo hay que decir que la pesca artesanal de la región de Aysén y de la comuna de Cisnes están muy pendientes de lo que va a suceder de aquí en adelante. La discusión sobre cómo se están entregando y lo irresponsa­ble que han sido algunas personas en solicitar espacios sin poder argumentar­lo, es una discusión que ya se instaló”.P

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