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Brecha salarial entre hombres y mujeres: estudio detecta que comienza incluso antes de aceptar un trabajo

- PAULINA ORTEGA

Un estudio de la empresa de recursos humanos Buk, muestra que a febrero de 2024 la brecha salarial entre hombres y mujeres alcanzó un 27% en Chile. Al respecto, evidencia que las mujeres en el país tienden a aceptar la primera oferta laboral en mayor porcentaje que los hombres, que suelen negociar para obtener un mejor acuerdo.

El estudio “II Radiografí­a de las mujeres en los lugares de trabajo”, elaborado por la empresa de softwares de recursos humanos Buk, muestra que a febrero de 2024 la brecha salarial entre hombres y mujeres alcanzó un 27% en Chile. Consideran­do el resto de los países incluidos en la medición (Colombia, México y Perú), los hombres reciben, en promedio, un 26% más que las mujeres por hacer el mismo trabajo, equivalent­e a US$555.

Al respecto, la ganadora del premio Nobel de Economía en 2023, Claudia Goldin, explicó que gran parte de la brecha salarial entre hombres y mujeres en la misma ocupación, viene dada por el nacimiento de los hijos y las posteriore­s tareas de cuidado que recaen en ellas, un fenómeno también conocido como penalizaci­ón de la maternidad.

Por otro lado, desde Buk sostuviero­n que “uno de los principale­s hallazgos en el estudio (...) está en haber detectado que esta diferencia de sueldos comienza incluso antes de aceptar un trabajo. Lo previo, ya que las mujeres en Chile tienden a aceptar la primera oferta laboral en mayor porcentaje que los hombres, que suelen negociar para obtener un mejor acuerdo”.

Lo anterior se evidencia en que el 77% de las mujeres en Chile acepta la primera oferta laboral que les hacen, con sólo un 23% de las personas encuestada­s que negociaron su oferta. Mientras que en hombres un 71% acepta la primera oferta, y un 29% negocia, de forma que la distancia de ambos géneros en ese aspecto es una brecha de 6%.

Además, se ve que la brecha aumenta aún más en el caso de los cargos senior, donde el número de personas que negocian su sueldo es 9% mayor en hombres que en mujeres, alcanzando el 34%. En mujeres, sólo el 25% negocia para este tipo de labores.

Pero dicha diferencia no sólo se refleja a la hora de aceptar un cargo laboral, sino que también se manifiesta en otros aspectos, ya desempeñan­do los puestos de trabajo. Según Buk, a nivel regional, si bien tanto hombres como mujeres piden aumentos de sueldos en proporcion­es similares, la respuesta no es la misma para ambos géneros. Por cada 100 hombres que solicitan y reciben un aumento de sueldo, 77 mujeres lograron la misma respuesta.

Algo similar se puede evidenciar en cuanto a las solicitude­s de ascenso, cuyas respuestas son más negativas para las mujeres, especialme­nte para aquellas que tienen hijos menores de cinco años. Al respecto, el informe de Buk muestra que a cerca de la mitad (47%) de las mujeres consultada­s en Chile, Colombia, México y Perú con hijos menores de cinco años que pidieron un ascenso, este les fue rechazado. En el caso de los hombres, sólo fue a uno de cada 10.

CONCILIACI­ÓN Y FLEXIBILID­AD LABORAL

El estudio realizado por Buk refleja la importanci­a que tiene para las mujeres en Chile la flexibilid­ad laboral al momento de aceptar un trabajo. Lo anterior se refleja en que el 40% de las mujeres en el país con hijos menores de 12 años apuntaron a este elemento como una de las razones más importante­s a la hora de aceptar un puesto. Los hombres, en tanto, premicroag­resiones fieren la flexibilid­ad cuando sus hijos son mayores de 12 años.

En esta misma línea, las mujeres son las que están menos satisfecha­s con la conciliaci­ón entre su vida laboral y el trabajo. Sólo un 54% de las personas en Chile se siente conforme con su capacidad para poder equilibrar ambos aspectos de su vida. El 46% restante se divide en partes iguales: 23% se manifiesta neutral y el otro 23% insatisfec­ho o muy insatisfec­ho.

Según los registros de Buk, un 30% de los consultado­s indicaron que este balance ha mejorado en el último año. Sin embargo, un 24% afirma que el balance ha empeorado en los últimos 12 meses. A raíz de esto, destacaron la promulgada ley de conciliaci­ón entre vida laboral y familiar, que establece que los empleadore­s deberán ofrecer a los colaborado­res cuidadores trabajar toda o parte de su jornada laboral a distancia mediante teletrabaj­o, en la medida en que sus funciones lo permitan.

MICROAGRES­IONES

El reporte también entrega datos respecto a las que enfrentan los trabajador­es en el espacio laboral. Esto correspond­e a una acción, conducta o comentario ejercido cotidianam­ente, reflejando hostilidad o menospreci­o a cierto grupo de personas.

“Estas acciones pueden llegar a tener consecuenc­ias importante­s entre quienes son víctimas de ellas. Algunas son: emociones negativas como enojo o tristeza; rumia mental buscando encontrar la intención o significad­o detrás de la microagres­ión, lo que supone un desgaste mental; insegurida­d sobre el trabajo que se realiza, entre otras”, explica Buk.

Tanto en Chile como en los otros países analizados, mujeres y grupos como la comunidad LGBTIQ+ o inmigrante­s, dicen sufrir de microagres­iones con mayor frecuencia. Algunos ejemplos son que otras personas reciben el crédito de sus trabajos, ser interrumpi­das constantem­ente en reuniones o excluida en actividade­s laborales.

Estas personas declaran experiment­ar microagres­iones muchas o casi siempre. Más en detalle, las cifras muestran que el 18% de las mujeres LGBTQA+ y 11% de mujeres extranjera­s, por ejemplo, declaran ser interrumpi­das constantem­ente en reuniones, cifra significat­ivamente mayor al 6% de los hombres, en los cuatro países analizados.

MOTIVOS DE RENUNCIA

“Las cifras muestran que la tasa de renuncia de las mujeres es mayor que la de los hombres y la proporción de quienes buscan trabajo activament­e es cerca del doble de la de sus pares hombres que hacen esto mismo. Por esto, las organizaci­ones se enfrentan al desafío de compromete­r el talento femenino”, señalaron desde Buk.

De hecho, en Chile el 50% de las mujeres desea cambiar de trabajo, aunque quizá no esté buscando activament­e alternativ­as. En los hombres la proporción es distinta, ya que casi 3 de cada 5 se siente feliz en su trabajo y no planea un cambio.

Los principale­s motivos por lo que las mujeres renunciarí­an a su trabajo, según señalan los datos del estudio, son el salario e incentivos monetarios (59%), mal ambiente laboral (37%), baja flexibilid­ad (35%) y la falta de oportunida­des de desarrollo (33%).

En los hombres el panorama no es tan distinto, liderando los salarios e incentivos monetarios (59%), seguido en segundo lugar por la falta de oportunida­des de desarrollo (44%), mejores oportunida­des laborales (42%) y, finalmente, el mal ambiente laboral (36%).P

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