Pulso

Lo que se esconde detrás del miedo

- —por ROBERTO CAMHI—

Dios pone las mejores cosas de la vida del otro lado del miedo”, así termina una breve charla que dio el reconocido actor Will Smith a un grupo de personas el 2021.

Cada vez que me enfrento a un nuevo desafío, siento algo de miedo y ansiedad. Es normal. Es la forma en la que nuestra biología responde ante el temor al futuro, a lo desconocid­o, al “qué puede pasar”.

Hace poco tuve la oportunida­d de saltar en paracaídas. Era algo que quería hacer, pero, para ser honesto, siempre le hacía el quite, con decenas de excusas. Estoy seguro de que es lo mismo que tú y yo hemos hecho en muchas otras situacione­s cotidianas. Lo veo a cada rato con emprendedo­res que no se atreven. Excusas y más excusas.

A medida que se acercaba la fecha del salto, mis pensamient­os comenzaron a ser negativos y fatalistas. Pensaba en la posibilida­d de falla del paracaídas o, incluso, de un infarto al momento del salto. Creo que el proceso previo fue algo sufrido. Algo que no debería haber sido así, consideran­do que fui piloto de aviones y planeadore­s por más de 16 años. Estaba acostumbra­do a las alturas. Pero esto era diferente.

La frase que dijo Will Smith fue en el mismo contexto. Él también saltó en paracaídas, en el mismo lugar y con la misma empresa donde yo lo hice. Al relatar su experienci­a cuenta que después de la euforia inicial sintió pánico, desde la noche previa hasta justo antes del salto. Para él, la experienci­a era como enfrentars­e a la*

muerte de manera voluntaria e incluso se cuestionó por qué había tomado esa decisión. De hecho, nunca había estado en un avión con la puerta abierta; “terror, terror, terror”, decía entre las risas de los oyentes. Pero todo eso fue antes... antes de saltar.

Los 50 segundos de caída libre fueron una de las experienci­as más maravillos­as que he vivido. El miedo desapareci­ó en el mismo segundo de salto y el haberme atrevido y haber sentido lo que es volar (o mejor dicho caer), sin nada que te sostenga, fue realmente extraordin­ario.

La mayoría de las veces los grandes premios llegan después de que nos aventuramo­s a lo desconocid­o y nos arriesgamo­s a salir de nuestra zona de confort. Son los pensamient­os, el llamado lenguaje de nuestro cerebro, los que pueden traicionar­nos y evitar que lo intentemos. Debemos utilizarlo para atraer lo que queremos en nuestra vida con el mensaje correcto.

La próxima vez que sientas miedo y ansiedad y veas que no estás logrando lo que quieres o sientas que tus emociones te traicionan, piensa en qué mensajes está generando tu mente. Si queremos cambiar algún aspecto de nuestra realidad, tenemos que pensar, sentir y actuar de una forma diferente. La mente puede entrenarse. Se puede. Por eso, atrévete, ¡porque las mejores cosas se esconden detrás del miedo!

- Fundador Mapcity y Apanio, advisor/director startups, autor de “Piensa al Revés” y “Hackea tu Mente”.

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