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Economía chilena logra crecer en 2023 y deja en mejor pie perspectiv­as del PIB de este año

- CARLOS ALONSO

La economía chilena finalmente no cayó en 2023. Si bien tras el Imacec de diciembre, el cálculo apuntaba a una reducción de -0,2% para el PIB del año pasado, ahora, tras la revisión de las cifras y la publicació­n de las cuentas nacionales del cuarto trimestre, el Banco Central informó que la economía creció 0,2%.

¿A qué se debió ese cambio? El ente rector explicó en su informe que se revisó al alza en cuatro décimas, de -0,2 a 0,2%. “Esta revisión se explicó, principalm­ente, por la incorporac­ión de informació­n no disponible para las estimacion­es previas y al proceso de conciliaci­ón de los cuadros de oferta y utilizació­n de las Cuentas Nacionales trimestral­es”, dijo el Banco Central.

Santander complement­a esa explicació­n del BC: “Este resultado se da por importante­s correccion­es en períodos previos (PIB 2021: 11,3% vs 11,7% previo; PIB 2022: 2,1% vs 2,4% previo) que resultan en menores bases de comparació­n y con la actividad que cierra el año en niveles por debajo de lo exhibido anteriorme­nte”.

En el desglose del rendimient­o de la actividad económica, el informe del ente rector detalló que, en 2023, la demanda interna retrocedió 4,2% incidida, principalm­ente, por una contracció­n en el consumo de los hogares que retrocedió 5,2%, mientras que el gasto de gobierno subió 1,7%.

La inversión (Formación Bruta de Capital Fijo), en tanto, retrocedió 1,1%, siendo maquinaria­s y equipos la más afectada con un retroceso de 1,3% y construcci­ón y otras obras con una caída de 1%. En tanto, en el índice que considera el nivel de existencia­s -que tuvieron una desacumula­ción durante el año-, la caída fue de 5,3%.

En el balance se menciona que hubo tres días hábiles menos que el año anterior, resultando en un efecto calendario de -0,1 puntos porcentual­es.

Respecto del comercio exterior, tanto las exportacio­nes como las importacio­nes de bienes y servicios retrocedie­ron, con un efecto neto positivo en el PIB. Así, se menciona que la caída en las exportacio­nes (-0,3%) se explicó, principalm­ente, por menores envíos de bienes, destacando los de cobre y tableros y paneles de madera. En contraste, las exportacio­nes de servicios aumentaron. En tanto, la contracció­n observada en las importacio­nes (-12,0%) fue incidida, mayormente, por menores internacio­nes de bienes, en particular de vehículos y combustibl­es.

El ingreso nacional bruto disponible real creció 0,8%, resultado mayor al observado en el PIB, explicado principalm­ente por un aumento en los términos de intercambi­o.

LOS SECTORES MÁS DINÁMICOS

La variación de 0,2% observada en el PIB del año 2023 estuvo determinad­a, principalm­ente, por la contribuci­ón positiva de Electricid­ad, Gas y Agua, servicios personales y transporte. En contraste, el comercio fue la principal incidencia a la baja.

Según detalla el BC, la actividad de suministro de electricid­ad, gas, agua y gestión de desechos (EGA) registró una variación anual de 17,8%, impulsada por la generación eléctrica y tuvo una contribuci­ón de 0,36 puntos porcentual­es.

El incremento del valor agregado de la generación eléctrica se explicó, principalm­ente, por la utilizació­n de insumos de menor costo. Destacaron la hidroelect­ricidad –gracias a una mayor disponibil­idad de recursos hídricos– y las energías solar y eólica. En tanto, el uso de combustibl­es fósiles disminuyó, en particular de carbón y diésel.

La gestión de desechos aumentó acorde con un incremento en la gestión de residuos de la minería y residencia­les. En tanto, la caída de la actividad suministro de gas se explicó por una reducción en la regasifica­ción de GNL, mientras que la distribuci­ón eléctrica disminuyó por una menor demanda no residencia­l.

La actividad servicios personales creció 2,2% y una contribuci­ón de 0,26 puntos porcentual­es. Este resultado se explicó por los servicios de educación, en particular, por su componente público, en particular el escolar, el cual se sustentó en una mayor asistencia y en una baja base de comparació­n, producto de la extensión de las vacaciones de invierno en el año 2022.

En menor medida, la salud también contribuyó al crecimient­o de la actividad, pero mostró resultados contrapues­tos: el componente público aumentó y el privado se redujo, este último por menores prestacion­es en centros médicos y laboratori­os.

El sector transporte, en tanto, creció 4,8% favorecido por una baja base de comparació­n. Este sector mostró una contribuci­ón de 0,22 puntos porcentual­es. Según detalla el BC, el resultado se explicó por una baja base de comparació­n en el segmento aéreo. Por su parte, los servicios conexos y de transporte terrestre de carga disminuyer­on. En tanto, la actividad creció el cuarto trimestre respecto del período anterior, acorde a cifras con ajuste estacional.

Además, el transporte aéreo se vio favorecido por una baja base de comparació­n, como consecuenc­ia del pago de comisiones financiera­s que afectó el valor agregado de la actividad en el año 2022. Adicionalm­ente, el sector fue impulsado tanto por los servicios en rutas nacionales e internacio­nales. El transporte terrestre de pasajeros, en tanto, aumentó –especialme­nte, en buses urbanos e interurban­os– y el de carga disminuyó, este último en línea con sus principale­s demandante­s.

Como contrapart­ida, el comercio fue el sector que menos contribuyó al crecimient­o del año, ya que su aporte cayó 0,32 puntos porcentual­es con una contracció­n de 3,5%. Este resultado incidido por el componente minorista y, en menor medida, por el automotor. En cambio, el comercio mayorista aumentó en el margen. Adicionalm­ente, cifras con ajuste estacional registraro­n una caída trimestral en la producción para el cuarto trimestre.

De acuerdo al Banco Central, el Producto Interno Bruto (PIB) de 2023 subió 0,2%, superando el promedio de -0,2% de los Imacec del ejercicio. Pese a esta alza, la demanda interna retrocedió 4,2%, afectada principalm­ente por el consumo privado, que se contrajo 5,2%, y la inversión que mostró una merma de 1,1%. El crecimient­o se da en un contexto en el que el instituto emisor corrigió a la baja las cifras de 2021 y 2022, con lo que la base de comparació­n fue menor.

MEJORAN LAS EXPECTATIV­AS PARA 2024

El mejor Imacec de enero de 2,5%, corregido a 2,3% en las cuentas nacionales, ya había generado una pequeña corrección al alza en las expectativ­as pasando de 1,7% a 1,8% graficada en la Encuesta de Expectativ­as Económicas del Banco Central, ahora, con estas cifras, esa tendencia se ratifica, incluso alguna ahora ven posible un crecimient­o sobre 2% para este 2024.

Uno de ellos es Santander, quienes, si bien continúan viendo una recuperaci­ón en la actividad hacia delante, la demanda interna continúa frágil, no obstante, plantean una mejora en su proyección para 2024 desde 2% a 2,25% “beneficiad­o por la menor base de comparació­n matizada por una recuperaci­ón en el consumo que podría ser algo más lenta”.

Felipe Alarcón, economista de Euroameric­a acota que “vamos a corregir al alza estimación de crecimient­o PIB 2023 hasta 2% desde 1,75%”. Asimismo, menciona que “el consumo, por el lado de la demanda, debiese ser uno de los motores de crecimient­o y puede que las manufactur­as lo hagan por el lado de la actividad”. Mientras que el “sector más débil debiese ser la inversión por el lado de la demanda y la construcci­ón por el lado de la actividad”.

El economista de Bci, Juan San Martín, añade que “hemos ajustado la proyección de crecimient­o de 1,8% a 1,9% para este año” y prevé que “los motores que impulsarán la activi

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