Temporada de arándanos cierra mejor a lo esperado, pero gremio lamenta calidad de parte de la fruta exportada
Mejor a las expectativas iniciales, pero sin lograr superar la temporada pasada fue el balance que realizó el Comité de Arándanos de Frutas de Chile al cierre de su proceso de cosecha y exportación. De acuerdo con información del grupo, la temporada de exportaciones de arándanos chilenos terminará con un volumen sobre las 86 mil toneladas, evidenciando un alza respecto a la estimación inicial, aunque una baja de 1,5% respecto a los envíos del ejercicio anterior.
“Nuestra estimación inicial fue de 82.300 toneladas, debido básicamente al balance de las hectáreas arrancadas y las hectáreas plantadas, así como también a la migración de algunos huertos y producciones a la industria del congelado que ya no tienen espacio en el mercado producto de una mayor competencia de otros países”, dijo AnTal drés Armstrong, director ejecutivo del Comité de Arándanos de Frutas de Chile. Una menor expectativa a la final se originó producto del impacto de El Niño en la producción. Sin embargo, las exportaciones finalizaron con volúmenes por sobre la estimación debido a que, ante la expectativa de mayores precios, se envió fruta que no cumplía con la calidad a la que los consumidores ya se han acostumbrado, según explicó Armstrong.
Otro de los hitos que marcó la temporada de arándanos para Chile fue una escasez de fruta en destino debido al atraso de Perú y también de Chile, sin embargo, eso se revirtió a partir de las salidas de la segunda quincena de diciembre,
No obstante, el Comité de Arándanos de Frutas de Chile reiteró que, “sumado a las variedades del último tercio de cosecha, va a marcar un final de temporada no muy auspicioso para Chile, donde la condición y calidad de llegada no fue la mejor”.
Por su parte, Julia Pinto, gerente técnico del Comité de Arándanos, explicó que “al final de la temporada enfrentamos olas de calor (después del 15 de enero) que afectaron la condición de la fruta, a lo cual, se sumaron lluvias. Por lo mismo, podemos decir que hubo tres efectos que no permitieron un cierre tan positivo como podría haber sido. Un primer efecto tiene relación a que se buscó enviar hasta la última fruta del Maule, Ñuble y Bío Bío. Fruta que no debió haber sido enviada. Otro efecto fue la temperatura de la zona sur-sur que también afectó la calidad de llegada. Un tercer efecto fue que Perú recuperó al final sus volúmenes y con ello hubo más oferta en el mercado, lo que se tradujo en una baja de precios”.