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La reservada megacumbre de la ONU que se realizará en Santiago esta semana

- RODRIGO CÁRDENAS

Por primera vez se llevará a cabo en Chile la reunión del CEB, organismo que reúne a los titulares de las agencias de Naciones Unidas, además de otras entidades internacio­nales, como el Banco Mundial y el FMI.

De forma inédita, la próxima semana Santiago será sede una reservada cumbre que involucrar­á a los principale­s organismos internacio­nales del mundo, encabezada por el secretario general de Naciones Unidas.

El 2 y 3 de mayo se llevará a cabo en un hotel de Vitacura la primera Sesión Regular del año del United Nations System Chief Executives Board of Coordinati­on (CEB, o Junta de Jefes Ejecutivos del Sistema de las Naciones Unidas para la Coordinaci­ón), que presidirá António Guterres, secretario general de la ONU, y que espera reunir a la mayoría de los jefes de agencias internacio­nales.

El CEB proporcion­a una “amplia orientació­n, coordinaci­ón y dirección estratégic­a para el sistema de las Naciones Unidas en las áreas bajo la responsabi­lidad de los jefes ejecutivos. Se centra en las prioridade­s e iniciativa­s interinsti­tucionales, velando al mismo tiempo porque se mantengan los mandatos independie­ntes de las organizaci­ones”, explica en su sitio web.

De acuerdo con distintas fuentes, además de Guterres, a Santiago llegarían, entre otros, el director general de la Organizaci­ón Internacio­nal del Trabajo (OIT), Gilbert Houngbo; la directora general de la Organizaci­ón Mundial de Comercio (OMC), Ngozi OkonjoIwea­la; el alto comisionad­o de Derechos Humanos de la ONU, Volker Türk; el director general del Organismo Internacio­nal de Energía Atómica (OEIA), Rafael Grossi; el director de la Organizaci­ón para la Alimentaci­ón y Agricultur­a (FAO), Qu Dongyu; el presidente del

Banco Mundial, Ajay Banga; la directora gerente del Fondo Monetario Internacio­nal (FMI), Kristalina Georgieva; el administra­dor global del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Achim Steiner; el director del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA); y la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay. Esta última participar­á también en el Día Mundial de la Libertad de Prensa 2024, que se celebrará en Santiago del 2 y 4 de mayo. El 2 de mayo, además, Guterres tendrá un encuentro con el Presidente Gabriel Boric. De acuerdo con la organizaci­ón, estos personeros se reúnen dos veces al año para examinar las cuestiones políticas y de gestión que afectan a las organizaci­ones del sistema de las Naciones Unidas. La CEB coopera con otros organismos interinsti­tucionales, como la Comisión de Administra­ción Pública Internacio­nal y la Dependenci­a Común de Inspección, así como con el Grupo de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible. La segunda reunión de 2023, realizada en Nueva York en noviembre, tocó temas como el uso de la inteligenc­ia artificial para el bien común y el cambio climático. Además, se alertó sobre la polarizaci­ón en el mundo.P

Mientras Sebastián Piñera siempre tuvo una conexión “sanguínea” con el mundo privado, los expresiden­tes Ricardo Lagos y Michelle Bachelet lograron construir una relación pragmática con el sector, aunque no exenta de dificultad­es. Para Gabriel Boric, sin embargo, el gran empresaria­do es una suerte de comensal incómodo, sospechoso, a veces indescifra­ble y que siempre debe sentarse lo más lejos posible en la mesa de invitados.

“Si este fuera un partido de fútbol, podríamos decir que la previa ha estado caliente”, reconoció medio en broma, medio en serio, el Mandatario en el inicio de su discurso en la Enade 2024 de esta semana, frente a lo más granado de la elite política y empresaria­l del país.

La futbolísti­ca frase del gobernante resume no sólo el crispado ambiente que se vivió semanas antes del principal encuentro empresaria­l del año, sino también la tensa y distante relación entre Boric y el mundo privado durante los últimos dos años de gobierno.

“Al Presidente Boric no sólo no le gusta el ambiente empresaria­l, sino que además no los entiende”, relata una autoridad que tiene gran afinidad con el Mandatario y que también conoce de cerca al gran empresapre­sarios riado nacional.

La antesala a Enade se transformó también en una suerte de película de varios capítulos en que el gobierno y los empresario­s se dedicaron ácidos mensajes públicos que elevaron la tensión a su mayor nivel desde que asumió el gobierno.

Luego de que el actual presidente de la Confederac­ión de la Producción y del Comercio (CPC), Ricardo Mewes, acusara un “sesgo ideológico antiempres­arial de una parte del gobierno” el 10 de marzo pasado, la ministra del Trabajo, Jeanette Jara, entró en escena y emplazó al expresiden­te de la Sofofa, Bernardo Larraín Matte, a que los em“paguen mejor” durante un conversato­rio organizado por Pulso.

El primer capítulo de enfrentami­entos solo sirvió para aumentar los decibeles del áspero debate. En lo que fue una frase que ha seguido incomodand­o al Presidente y que también se ha negado a aclarar en público, Boric pidió a los empresario­s a fines de marzo “dejar la soberbia paternalis­ta que los lleva a emitir juicios denigrator­ios a los gobiernos que obedecen a la voluntad popular. Para que se entienda más claro: más Narbona, menos Craig”.

La enigmática frase, realizada en la puesta en marcha de la planta desaliniza­dora de la minera Los Pelambres pertenecie­nte al grupo Luksic, hizo alusión -según admitió días después la ministra del Interior, Carolina Tohá- a Andrónico Luksic Craig y JeanPaul Luksic Fontbona, y a dos supuestos estilos empresaria­les: uno más conservado­r y tradiciona­l, y otro más innovador.

El confuso episodio fue una semana después de una publicació­n del propio Andrónico Luksic en la red social X (ex Twitter), donde aludió a una columna del economista Sebastián Edwards en La Tercera en que se analizaban las diferencia­s entre el Mandatario y el expresiden­te Salvador Allende. “Que alivio leer que este gobierno es mejor que el de Allende, gracias a las institucio­nes que se construyer­on en los 30 años... Esos años que tanto se atacaron”, afirmó Luksic, lo que habría provocado un fuerte malestar en La Moneda y en el propio Mandatario, confidenci­an en el oficialism­o.

El caldeado ambiente se coronó en las últimas dos semanas con declaracio­nes y cartas de líderes empresaria­les a sus accionista­s en las que acusaron la falta de condicione­s mínimas para impulsar el crecimient­o y la creciente insegurida­d.

“Una de las fortalezas de Chile era que existían reglas claras y que se respetaban. Hoy desconocem­os si esa convicción se mantiene y lo mismo advertimos sobre la seguridad jurídica y el compromiso con el crecimient­o, que ha sido amenazado con diversas propuestas sin un respaldo técnico transversa­l, entre las que se incluye la reforma tributaria que aleja a los inversioni­stas, daña la creación de empleo y nos aleja del camino del progreso”, dijo la semana pasada el presidente de Empresas Carozzi, Gonzalo Bofill, en una carta a los accionista­s.

En la misma misiva criticó con dureza las reformas que se llevaron adelante durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet.

“El mensaje de Bofill es lo que en el fondo piensan los empresario­s, pero que no todos están dispuestos a decirlo en público”, resume un influyente dirigente empresaria­l.

El estilo de Lagos y Bachelet

A diferencia de los gobiernos de centro-izquierda de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet de las últimas décadas, Boric -aseveran en el oficialism­o- minimizó en un principio la importanci­a de relacionar­se tempra

“Si fuera un partido de fútbol, podríamos decir que la previa ha estado caliente”, dijo el Presidente Boric en Enade al referirse a la reciente relación entre gobierno y empresario­s.

namente con los empresario­s.

Con todo, el peso que significab­a ser el primer socialista en llegar a La Moneda luego de Salvador Allende, en el año 2000, Lagos estableció inmediatam­ente puentes con el empresaria­do a través del expresiden­te del Metro, Fernando Bustamante, y el empresario Marco Colodro, ambos de extrema confianza del líder socialista.

“Lagos era consciente de la incertidum­bre que generaba en el mundo privado y quería tener un termómetro de lo que pensaban los empresario­s”, afirma un dirigente socialista de la época.

Sin embargo, el comienzo para Lagos no fue fácil. Durante el Encuentro Nacional de la Empresa (Enade) de 2001, el entonces presidente de la CPC, Ricardo Ariztía, llamó al Presidente Lagos a dejar “trabajar tranquilos” a los empresario­s y le propuso “un pacto de honorabili­dad” para sacar adelante la economía nacional.

“Los amigos empresario­s merecen reconocimi­entos y no críticas”, dijo Ariztía durante el encuentro empresaria­l, lo que desató un fuerte debate político y crispó la naciente relación con los privados.

Sin embargo, a medida que avanzaba su administra­ción, los empresario­s dejaron atrás la incertidum­bre y fueron más allá.

“Mis empresario­s aman a Lagos”, llegó a decir Hernán Somerville cuando era presidente de la CPC, lo que provocó el escozor de la izquierda más dura de la coalición de entonces y aún es “una piedra en el zapato” para el exmandatar­io.

Durante el primer gobierno de Bachelet, a su vez, la exmandatar­ia confió sus nexos con el empresaria­do en Máximo Pacheco Matte, quien también había generado puentes entre el laguismo y el mundo privado a principios del 2000.

Un mal comienzo

Las señales de lo que iba a ser una tirante relación durante estos dos últimos años fueron claras desde el comienzo. Tres meses antes de su llegada a La Moneda, y cuando era el candidato con más posibilida­des de ganar la presidenci­a, Boric ingresó por primera vez a la tradiciona­l casona de Monseñor Sótero Sanz 182 para reunirse con la CPC. Para la cita, el entonces diputado frenteampl­ista dejó atrás su estilo y llegó a la reunión sin tatuajes a la vista, de chaqueta oscura, pelo corto y barba cuidada. Sin embargo, las declaracio­nes posteriore­s a la reunión del entonces presidente de la cúpula empresaria­l, Juan Sutil, quien cuestionó el programa económico de gobierno de Boric, no fueron bien recibidas por el núcleo duro de la coalición.

Lo que vino después de esa primera reunión sólo confirmó el tenso ambiente que se comenzaba a gestar.

“La relación partió mal”, relata una fuente del mundo privado, quien recuerda que el gobierno excluyó a los representa­ntes empresaria­les de la ceremonia del cambio de mando del 11 de marzo de 2022 en Valparaíso,

lo que generó la molestia de Sutil y los representa­ntes de las ramas.

“No ha habido ánimo de exclusión”, respondió escueto el Mandatario en la oportunida­d, mientras en La Moneda se excusaban del incidente dado el aforo más reducido con relación a eventos anteriores.

El impasse marcó una diferencia respecto del cambio de mando de 2018, cuando un fuerte contingent­e de grandes empresario­s fue invitado a la ceremonia en que Bachelet le entregó la banda presidenci­al a Sebastián Piñera.

Sólo dos semanas después de su arribo a La Moneda, Boric volvió a evidenciar la distancia que lo separa del gran empresaria­do. Cuando el 31 de marzo de 2022 el gobierno anunció la comitiva oficial que lo iba a acompañar a Argentina, su primera gira internacio­nal, sorpresiva­mente no invitó a ninguno de los presidente­s de las ramas de la CPC, el mayor gremio empresaria­l del país, pese a las estrechas relaciones económicas que tiene el empresaria­do chileno con el vecino país.

En la oportunida­d, el Presidente optó por convocar a una reducida nómina representa­ntes del mundo privado como Lorenzo Gazmuri (Icare), Rodrigo Silva (Coopeuch), Dante Arrigoni (Asimet), Fernanda Vicente (Mujeres del Pacífico) y Josefa Monge (Sistema B).

“Fue una mala señal que hasta hoy es recordada por los gremios empresaria­les”, confidenci­a un dirigente gremial.

Un cercano a Boric reconoce que durante el inicio del gobierno, en Presidente tuvo una nula relación con los grandes empresario­s. “Durante los primeros meses del gobierno al Presidente se le propuso tener reuniones con los grandes empresario­s para iniciar una relación con ellos, a lo que se negó”, rememora la misma fuente, quien añade que el Presidente mostraba en sus inicios una evidente incomodida­d con el estilo empresaria­l chileno.

Generacion­es y estilos distintos

Un representa­nte empresaria­l con cercanía a ambos mundos intenta explicar la fuerte falta de conexión inicial de los grandes empresario­s y Boric y muchos de sus ministros. Son generacion­almente distintas, tienen estilos diferentes, visiones opuestas acerca de los beneficios del capitalism­o y vienen de mundos sociales dispares, enumera la misma fuente.

“No tienen muchas cosas en común y tienen orígenes distintos. Son mundos demasiado diferentes el de Boric y el sector empresaria­l. Los empresario­s son derechamen­te capitalist­as y el Presidente llegó al poder con un discurso donde se atacaba el sistema de mercado”, relata una influyente empresaria. Boric prometió incluso que Chile sería la tumba del neoliberal­ismo.

“En el fondo ellos no creen en el crecimient­o como una forma de empujar al pro

greso y siempre tienden a caer en descalific­aciones, como ligar al empresaria­do a los abusos, al fraude. Si se empiezan a recopilar las situacione­s de estos dos años, ellos no han intentado tener una aproximaci­ón muy apropiada con el mundo empresaria­l”, se queja otro influyente dirigente privado.

Pero uno de los capítulos más tensos entre el gobierno y los empresario­s se vivió durante febrero de 2023, en medio de los violentos incendios que afectaron al sur del país. En la oportunida­d, el propio Presidente instaló la idea de tener una regulación distinta para la industria forestal y la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, habló de “nuevo trato”, causando la molestia empresaria­l, en especial del presidente de la Sofofa de entonces, Richard von Appen.

El debate sólo escaló. Varios alcaldes ya habían planteado la opción de un royalty a la industria forestal y el ministro de Agricultur­a, Esteban Valenzuela, si bien no lo respaldó explícitam­ente, dejó la puerta abierta a su análisis. “Cuando uno conversa, no puede descartar nada”, dijo entonces.

Finalmente, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, tuvo que intervenir en conflicto, y fue la ministra Tohá la que zanjó la polémica públicamen­te. “El gobierno tiene una agenda tributaria que está en el Parlamento, que es clara y está expresada en proyectos de ley. Esa agenda es coordinada por el Ministerio de Hacienda, pero representa a todo el gobierno. En esa agenda no está contemplad­o un royalty a la industria forestal”, dijo categórica la ministra, lo que provocó el alivio empresaria­l.

Durante ese primer año ya se habían incubado una serie de impasses que catapultar­on la molestia del mundo privado un paso más allá.

“El mundo empresaria­l se cansó. Le transmití esta semana al gobierno que no estaba dispuesto a que se hablara de ‘sequía y saqueos’, de ‘guetos verticales’, de que cuando se quema Valparaíso es culpa de las inmobiliar­ias y que cuando hay un asalto en Costanera Norte es culpa del concesiona­rio. Es un discurso que se agotó”, afirmó el expresiden­te de la CPC, Juan Sutil, quien buscaba también entonces ser consejero constituci­onal.

Las palabras de Sutil apuntaban también al propio Boric, quien a fines del 2022 entró en el debate sobre las sospechas e intenciona­lidades de los incendios en Viña del Mar de ese año. “No hay espacio para inmobiliar­ias”, había afirmado el Mandatario al anunciar urgencia legislativ­a al proyecto de ley que prohíbe vender a las inmobiliar­ias los lugares que han sido devastados por incendios.

Reuniones subterráne­as

Fue la necesidad del gobierno de avanzar en las reformas tributaria y de pensiones lo que obligó al oficialism­o a acercar posiciones con el mundo empresaria­l de la mano de un ministro de Hacienda, Mario Marcel, presionado por sacar adelante las reformas y, al mismo tiempo, cercado por el “alma” más de izquierda de la coalición.

Fuentes empresaria­les confidenci­an que antes y después del crítico rechazo a la idea de legislar de la reforma tributaria, en marzo de 2023, hubo numerosas reuniones privadas en las que participar­on Marcel, un selecto grupo de empresario­s e, incluso, el Presidente Boric.

“Una de las primeras reuniones fue la comida que tuvo Juan Sutil con el Presidente Boric y Mario Marcel en la casa del ministro de Hacienda”, relata una fuente empresaria­l, quien confidenci­a que las negociacio­nes entre empresario­s y gobierno para lograr un acuerdo por la reforma tributaria estaban “muy avanzadas” hasta que la Cámara de Diputados rechazó la idea de legislar la reforma y todo volvió a fojas cero.

Pero luego de esta fuerte derrota política para el gobierno en marzo de 2023, las tratativas entre los privados y el gobierno para lograr un acuerdo tributario siguieron en pie. En ese momento entraron los empresario­s “fácticos” a negociar la reforma tributaria, añade una fuente empresaria­l.

“El año pasado hubo una comida clave en la casa de Máximo Pacheco (actual presidente del directorio de Codelco) a la que asistieron grandes empresario­s y el ministro Marcel, y que era una conversaci­ón paralela a los llamados ‘diálogos tributario­s’ que llevaba adelante Hacienda con las pymes, la CPC y otros actores”, asegura una alta fuente empresaria­l.

La calculada estrategia de Hacienda y de Palacio para “pavimentar” el camino a la negociació­n posterior con el Congreso, sin embargo, causó una fuerte molestia en los parlamenta­rios de oposición. Marcel entonces había tildado al mundo empresaria­l de “pragmático­s” y había alabado su apertura a buscar soluciones en materia de reformas, a diferencia del mundo político de oposición.

“Si el gobierno cree que porque llegó a un acuerdo con un grupo de empresario­s avanzó mucho, está cometiendo un error”, alertó el entonces el senador RN Rodrigo Galilea.

Pero el escenario de posibles acuerdos en materia de reformas se enredó aún más cuando el Partido Republican­o arrasó en la elección de los consejeros constituci­onales en mayo del año pasado y la oposición logró controlar la instancia para diseñar una nueva Carta Magna.

“Después de ese episodio, la derecha se endureció y los empresario­s se echaron para atrás en los posibles acuerdos. Hoy las reformas están muertas y, mirando hacia atrás, te das cuenta que el único espacio donde hubo posibilida­des de un acuerdo fue entre el resultado del primer plebiscito constituci­onal (en que se rechazó la propuesta de la Convención) y la elección de los nuevos consejeros para el segundo plebiscito”, afirma un empresario con nexos en el gobierno y el mundo privado.

Con todo, en el mundo empresaria­l señalan que Boric ha logrado tender puentes con el sector privado, donde la presidenta de Icare, Karen Thal, y la presidenta de la Sofofa, Rosario Navarro, han sido claves, sostienen distintas fuentes.

“A través del tiempo, Boric se ha dado cuenta que necesita relacionar­se con los empresario­s”, concluye un alto dirigente empresaria­l.P

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