Radiografía a la Infertilidad en Chile
La infertilidad es una condición que impide lograr un embarazo luego de un año de actividades sexuales sin uso de métodos anticonceptivos. Sus causas son múltiples y los tratamientos varían de acuerdo a cada caso. Se estima que en Chile existen cerca de 300 mil parejas con problemas reproductivos y tanto el sistema público como el privado ofrecen alternativas para abordarlos.
La paternidad es una meta que muchas veces se ve dificultada por problemas de salud de la pareja o de alguno de sus miembros. Sin embargo, el desarrollo de la ciencia ha permitido hacerle frente a estas dificultades a través de tratamientos que ayudan a concretar el sueño de una familia con hijos.
El gineco-obstetra David Vantman, reconocido especialista en infertilidad en Chile, trabaja a diario con esta problemática. Junto a su equipo, comenzó a realizar fertilización in vitro en la década de los 80 y sus inicios se remontan al Hospital San Borja Arriarán, recinto en el que se desarrolló el primer programa de fertilización asistida del sistema público. Actualmente, el doctor Vantman es el Jefe del Centro de Medicina Reproductiva de la Clínica Indisa.
Dentro de las causas más comunes de infertilidad en la mujer, explica el doctor, está la ausencia de ovulación, problemas en las trompas de falopio, la endometriosis y la presencia de miomas, entre otras. También existe un grupo de mujeres en las que no existe una razón clara que provoque el problema reproductivo.
En el caso de los hombres, prosigue Vantman, las dificultades se presentan por un bajo recuento de espermatozoides o porque el movimiento de estas células se ve alterado por causas infecciosas o desconocidas. También hay hombres que han tenido alguna lesión en la zona puberal, y eso les genera infertilidad.
En general, “el comportamiento de la población chilena en términos reproductivos es similar a otras partes del mundo: entre el 10 y el 15% tiene problemas para lograr embarazos, cifra que corresponde a unas 300 mil parejas”, reseña el especialista en infertilidad.
Camino a la fertilidad
Con más de 5 años de experiencia, el Centro de Medicina Reproductiva de la Clínica Indisa atiende a parejas de todo Chile que buscan una solución a sus problemas de fertilidad a través de los métodos de fertilización asistida que ofrece la Clínica.
Entre 400 y 500 consultas se hacen mensualmente en el centro Indisa. Una vez ingresada la pareja, se registra una historia clínica del hombre y la mujer, y luego son evaluados simultáneamente. Después de esta primera etapa y, a través de diferentes exámenes, se busca una orientación para llegar al origen del potencial problema reproductivo.
“Es poco frecuente que un hombre o una mujer consulten solos por su cuenta, en general, vienen en parejas porque saben que es un tema que se aborda con los dos”, comenta el médico, quien agrega que la Clínica recibe pacientes que, generalmente, no han tenido éxito con tratamientos de baja complejidad.
Tratamientos
Actualmente, no hay ley de fertilización asistida en Chile. Son los comités de ética de cada centro los que discuten qué terapia utilizar o no ante un caso específico. “Esa es la única instancia que enmarca tu quehacer clínico”, puntualiza el doctor Vantman.
A continuación, el doctor Vantman detalla uno a uno los procedimientos con los que trabajan:
- Fertilización In Vitro: Consiste en la inseminación de ovocitos, mantenidos en un medio de cultivo fuera del cuerpo de la madre. Una vez desarrollados, los embriones son depositados en el útero con el objeto de lograr una implantación. Esta técnica nació como indicación para aquellos
casos en que la mujer no tenía Trompas de Falopio, que es el lugar donde el espermatozoide se junta con el huevo y se genera el embrión que luego viaja hasta el útero. Con el correr del tiempo y, en muchos casos en que los resultados de terapias convencionales no lograban un embarazo, se optó por invitar a parejas que no tenían una lesión tubaria a participar de estos tratamientos.
- Ovodonación: Es aplicada cuando una mujer tiene una falla ovárica prematura, es decir, cuando presenta menos de mil ovocitos almacenados en sus gónadas. Esto ocurre cuando la paciente ha sido sometida a cirugías de ovario, a tratamiento de radioterapia o quimioterapia, o porque simplemente nació con menos huevos. Este grupo de mujeres puede recibir un ovocito de otra persona a través de la ovodonación, huevo que será reunido con los espermatozoides de su pareja para generar un embrión (o más de uno) y que posteriormente será transferido al útero otorgándole una buena probabilidad de embarazo.
El doctor Vantman explica que hay un grupo de mujeres, mayores de 40 años, que también se acogen a este método. Pasado esa edad hay una pérdida reproductiva considerable ya que la calidad de sus ovocitos no es la óptima, por lo tanto les cuesta más embarazarse y son más propensas a pérdidas. Todos estos antecedentes las convierten en receptoras a través de la ovodonación.
- Inyección intracitoplasmática de espermatozoides: Esta técnica se aplica cuando existe una falla en la capacidad del espermatozoide para ingresar al huevo. Lo que hace este método es ayudar física y mecánicamente a colocar ese espermatozoide en el huevo. Ese es un procedimiento que se hace fuera del cuerpo de la mujer. Tu obtienes el huevo, en paralelo obtienes el espermatozoide, y bajo el microscopio lo que haces es inyectar este espermatozoide dentro del huevo.
- Vitrificación de ovocitos: Este método consiste en congelar a una alta velocidad los ovocitos de una mujer, la finalidad es conservar la calidad y juventud de sus células reproductivas para usarlas a futuro, cuando la paciente decida embarazarse. Independiente de los años que transcurran, el embrión que se desarrolle tendrá las mismas posibilidades de crecer con éxito, pues el ovocito de la fecundación será más joven y de mejor calidad en comparación a los huevos de la edad cronológica de la madre.
- Vitrificación de embriones. Es un concepto similar al anterior, con la diferencia que acá lo que se congela son embriones. La ventaja de este mecanismo es que la pareja tiene la posibilidad de optar a un nuevo tratamiento sin pasar por toda la etapa de ir, estimular el ovario, sacar los huevos desde la gónada y fecundarlos.
- Congelación de espermatozoides testiculares o epididimarios: Hay varones que presentan problemas reproductivos debido a una obstrucción en la salida de los espermatozoides. Lo que hacemos con estos pacientes es ir a buscar esos espermatozoides al testículo, y una vez que los encontramos los congelamos y el concepto es el mismo. O sea, los podemos usar en un evento futuro y ese paciente no necesita ser operado cada vez que requiere un tratamiento.
- Desvitrificación de embriones con transferencia embrionaria. En este procedimiento se despierta un embrión que se ha conservado dormido para devolverlo a la madre en el momento que decida embarazarse. Un embrión puede permanecer dormido por muchos años bajo este método de vitrificación.
Independiente de si se logra o no un embarazo a través de estos procedimientos, el doctor Vantman explica que el rol del médico es acompañar y orientar a las parejas sobre las posibilidades que tienen.
Alto costo
Pese a que los procedimientos de fertilización asistida son cada vez más comunes, los costos que tienen son muy altos. “Actualmente, existe un programa del Ministerio de Salud que tiene que ver con la realización de fertilización in vitro en usuarios del FONASA. El Gobierno decidió tener un determinado número de pacientes que pueden ingresar a estos tratamientos, pero fuera de eso, no existe ninguna cobertura ni en FONASA ni en las Isapres, entonces básicamente es un tratamiento privado”, comenta Vantman. (Ver Recuadro)
En este sentido, el doctor es realista y agrega que “la técnica está disponible y que,
probablemente, optar por someterse a estos tratamientos actúa como en otras decisiones de la vida. Lo importante es hacer el esfuerzo económico acorde al proyecto familiar”.
Preservar la fertilidad
La postergación de la maternidad es una tendencia que se ha dado con fuerza en Occidente. Sobre este punto, es necesario generar una reflexión, opina el doctor. “Es fundamental que las mujeres, que son fértiles hasta cierta edad, sean conscientes de que si desean la maternidad después de los 35 años su probabilidad de embarazo va a ser menor”, dice.
Los problemas de reproducción van aumentando después de esta edad, y eso es algo que no está muy interiorizado, explica. “Mi invitación es a que las mujeres jóvenes reflexionen respecto a su proyecto familiar y, acorde a eso, tomen decisiones en los otros ámbitos de su vida”, concluye.