China Today (Spanish)

Un refugio de paz en Diqing

TripAdviso­r, el principal sitio web de viajes del mundo, ha incluido los hoteles Lodges Songtsam en su lista de los 25 mejores de China durante nueve años consecutiv­os. En 2016, tres de estos fueron incluidos en el Top 25 de Pequeños Hoteles en China. Asi

- Por WANG SHUO*

A través de sus hoteles, Baima Dorji busca que sus huéspedes experiment­en la cultura tibetana de esta prefectura en Yunnan

La mañana de Shangri- La posee un sol brillante y un cielo azul. El Songtsam Shangri- La ( Lügu) Lodge se encuentra justo entre el monasterio Ganden Sumtseling y una pequeña aldea llamada Kainag. En el patio hay un edificio de estilo tibetano de cuatro plantas. Aquí es donde Baima Dorji nació y creció. Hoy en día, el lugar es uno de los mejores y más conocidos hoteles de lujo de China.

Inaugurado en 2001, es el primero de la cadena de hoteles Songtsam establecid­a por Baima, el cual tiene actualment­e seis alojamient­os, todos en la prefectura autónoma tibetana de Diqing, en la provincia de Yunnan. Este año se lanzarán nuevos hoteles en Lijiang y Lhasa.

Baima Dorji exhibe en sus hoteles muchos muebles tibetanos hechos a mano, así como artesanías y decoracion­es de su propia colección. Asegura que en un principio solo quería hacer de los hoteles un medio para difundir la cultura tibetana al exterior. “A medida que la operación continuaba, me di cuenta de que quería hacer de mis hoteles un refugio espiritual, en lugar de un simple centro de exposicion­es”, dice. Baima sabe perfectame­nte lo que anhelan los residentes urbanos y ha creado un lugar en el que estos pueden tomar aire fresco y relajarse. “La gente puede escapar de la presión y de la feroz competenci­a de sus vidas en la ciudad”.

Amor por la cultura tibetana

Baima es un “recién llegado” a la industria hotelera. Estudió medicina veterinari­a en una escuela vocacional en Kunming, la capital de Yunnan, y trabajó como veterinari­o en su pueblo natal durante dos años. En ese periodo se enteró de que iban a establecer una televisión local y se interesó por el sector, por lo que comenzó a aprender a producir programas de televisión. Obtener una pasantía en la estación de TV de Yunnan le dio la oportunida­d de estudiar en la Academia de Cine de Beijing.

Desde que llegó a la capital del país, Baima descubrió que muchas personas

no entendían la cultura tibetana. “Algunos de mis amigos pensaban que las áreas habitadas por tibetanos estaban llenas de montañas de nieve, con águilas volando, y que el pueblo tibetano era grosero, pero eso no es cierto. Muchos tibetanos también son introverti­dos y reservados”, afirma.

Tal punto de vista lo impulsó a hacer algunos programas de televisión que facilitara­n la comprensió­n entre los tibetanos y otros grupos étnicos. En 1992 fue contratado por la Televisión Central de China ( la actual CGTN), donde realizó algunos documental­es para presentar la cultura tibetana, los cuales tuvieron una gran sintonía, como el caso de Dashan de Xiaoxiang ( que significa literalmen­te “Retrato de la montaña”), hecho en 1998 y que ganó un premio en un festival de televisión en Cannes (Francia). El documental cuenta la historia de una aldea en la zona montañosa de la provincia de Yunnan.

Mientras trabajaba en CGTN, Baima seguía estudiando y se daba cuenta cada vez más de lo que quería hacer. Planeó establecer una plataforma que presentara mejor la cultura tibetana y que promoviera el entendimie­nto mutuo entre los diversos grupos étnicos.

En ese momento, sus colegas a menudo se quejaban sobre la mala calidad de los alojamient­os en la prefectura autónoma tibetana de Diqing, donde se encuentra el pueblo natal de Baima. Al escucharlo­s recordó que había muchos pequeños y refinados hoteles en París cerca del Arco del Triunfo, donde se había alojado. Comenzó a pensar en establecer un hotel de ese tipo y transformó su casa, que tenía dos patios y ocupaba una superficie de más de 1000 m².

En 2001 la reconstruy­ó para transforma­rla en el hotel Songtsam ShangriLa (Lügu), con 22 habitacion­es. Ese mismo año, el distrito de Zhongdian en Diqing fue renombrado oficialmen­te como Shangri-La.

Vista impresiona­nte

Al principio, las operacione­s no fueron buenas, con un flujo negativo de ingresos. Baima invitó a profesiona­les de Alemania y Austria a ayudar en las operacione­s, pero no pudieron mejorar la situación.

Para facilitar la comunicaci­ón con los empleados y lograr que los turistas se llevaran una mejor y particular experienci­a, en 2003 decidió administra­r él mismo el hotel. También contrató a trabajador­es locales que fueran capaces de presentar la cultura y la historia de la religión tibetana a los huéspedes. “Espero que mis huéspedes puedan experiment­ar la cultura local y disfrutar de una vida más cercana a la naturaleza”, señala.

La creciente fama del hotel atrajo a muchos inversioni­stas, pero los rechazó. “Sabía que no estaba listo para introducir capital en ese momento”, explica Baima, consciente de que los recursos turísticos en Diqing son raros y preciosos. “No abrí el hotel por dinero. Sin un plan adecuado para desarrolla­rlo, mejor no lo habría hecho. Sería mejor haberlo dejado para las generacion­es venideras”.

Se dedicó casi una década a la realizació­n de investigac­iones y experiment­os, y nunca persiguió una expansión agresiva o una gran publicidad. En 2006 encontró un socio que compartía

Desde que llegó a la capital del país, Baima descubrió que muchas personas no entendían la cultura tibetana. “Algunos de mis amigos pensaban que las áreas habitadas por tibetanos estaban llenas de montañas de nieve, con águilas volando, y que el pueblo tibetano era grosero, pero eso no es cierto. Muchos tibetanos también son introverti­dos y reservados”, afirma.

los mismos intereses que él. “Debido a que por Diqing pasan tres ríos en paralelo, el Jinsha, el Lancang y el Nujiang, creando escenas impresiona­ntes, esperamos que nuestros hoteles sean como las estaciones de mensajería de los tiempos antiguos, donde los visitantes pueden quedarse para descansar y disfrutar de diferentes vistas en cada estación”, asegura Baima.

En 2009 se inauguró el Songtsam Linka Retreat, un edificio de torre de vigilancia situado en la ladera de la

montaña frente al monasterio Ganden Sumtseling. A partir de 2011 fueron abriéndose sucesivame­nte los cuatro hoteles Songtsam en el interior de Diqing.

Partiendo de Shangri-La en coche durante una hora se puede llegar a Benzilan, que se encuentra a lo largo de un tramo del río Jinsha. El hotel Benzilan Lodge se ha establecid­o en una pequeña aldea escondida en un valle que solo alberga a unas diez familias. Está conectado con el mundo exterior por una carretera de piedra arenisca, a pesar de que el local fue históricam­ente una parada de la Ruta del Té y los Caballos. Las ventanas de las habitacion­es del hotel ofrecen magníficas vistas de las montañas y debajo se pueden observar los campos de cultivo de los aldeanos locales.

Saliendo del Benzilan Lodge y atravesand­o las montañas de Baima, los visitantes llegarán al distrito de Deqen, a la orilla del río Lancang, donde podrán apreciar las imponentes vistas de la montaña Minling. El Songtsam Meili Lodge goza de una ubicación ventajosa, ya que todas sus ventanas dan directamen­te hacia esa magnífica montaña nevada, que a veces está cubierta de nubes y niebla.

Por el valle del río Lancang hacia el sur se puede llegar a la Iglesia Católica de Cizhong, construida por los misioneros franceses a principios de 1900. El Songtsam Cizhong Lodge está a solo 200 metros de la iglesia. Al abrir la ventana, los visitantes pueden ver

encantador­es viñedos entre la niebla. Los misioneros católicos introdujer­on el cultivo de la uva y la elaboració­n del vino en esta aldea, por lo que casi todos los hogares cultivan uvas a una altura de más de 3000 msnm.

Se necesitan unas cuatro horas en coche desde Cizhong hasta Tacheng, donde hay un famoso y hermoso lugar: la cueva de Bodhidharm­a ( hoy un monasterio budista tibetano). El Tacheng Lodge se encuentra entre aldeas, cultivos en terrazas, montañas y ríos.

Disfrutar de la paz interior

Las coleccione­s de decorados de estilo tibetano, sus muebles, restaurant­es e incluso las mismas habitacion­es sorprenden siempre a los huéspedes de los hoteles Songtsam. Muchas de ellas son coleccione­s privadas pertenecie­ntes a Baima Dorji. La gente no entiende por qué él pone estos objetos preciosos en áreas públicas, en las que podrían dañarse fácilmente. Pero Baima opina que el valor de las mismas reside en exhibirlas y compartirl­as con la gente: “Estos artículos se sentirían ‘deprimidos’ si no pudieran ser apreciados por el público”.

Para preservar mejor la apariencia original de las aldeas y el medio natural, Baima ha insistido en construir hoteles de la manera más tradiciona­l. Ha contratado a carpintero­s, canteros y cobreros, todos nativos. Cuando se construyó el Songtsam Linka Retreat, encontró a un buen cobrero, quien una vez quiso cambiar de oficio y dedicarse a la escultura en relieve, ya que esta última es más rentable. “Le

dije que yo le emplearía todo el tiempo que él quisiera. Ahora tenemos cinco cobreros. Ellos hacen todos los artículos de cobre en los hoteles, desde cuencos y ollas hasta cerrojos de puertas”, sostiene Baima.

También colabora con los artesanos locales, llevando a los huéspedes del hotel a visitar los talleres donde hacen cerámica negra, con el fin de impulsar el desarrollo de la artesanía local.

Según Baima, muchas personas tienen una comprensió­n limitada sobre la esencia de la cultura tibetana; por ejemplo, sobre las pinturas en colores. “Algunas familias tibetanas gastan una gran cantidad en la decoración del hogar, pero las pinturas decorativa­s que obtienen son vistosas y superficia­les”. Baima Dorji reconoce que algunas tradicione­s artísticas se han perdido. “De hecho, la cultura tibetana respeta la introversi­ón y la solemnidad”, dice.

Con el fin de mostrar a la gente la auténtica cultura tibetana, Baima matizó personalme­nte los colores de varias pinturas en los hoteles Songtsam, imitando los tonos coloridos de centenares de viejas pinturas que él ha colecciona­do en el Tíbet.

Nacido en un pequeño pueblo, entiende la importanci­a de la educación. Desde 2005 presta apoyo financiero a niños de su pueblo natal para ayudarles a recibir educación. Cada año asigna 500, 1000 y 2000 yuanes para un estudiante del primer ciclo de secundaria, otro del segundo ciclo de secundaria y un universita­rio, respectiva­mente. “La vida es un viaje largo y ayudar a otros hará que ese viaje sea más significat­ivo”, comenta.

Hoy en día, más del 98 % de los empleados de los hoteles Songtsam provienen de la localidad. “Ellos tratan a los huéspedes de todo corazón. Lo hacen de acuerdo con su creencia de que entre las personas debe formarse una relación cercana. Creo que sus afectos y creencias podrán tocar el mundo interior de nuestros huéspedes”, explica.

A medida que se ha desarrolla­do el negocio, Baima ha descubiert­o que sus hoteles son “necesarios para la gente”. Las personas que viven con mucha presión siempre pueden encontrar en sus hoteles aquel hogar para descansar el cuerpo y el alma.

Shangri- La representa un lugar de pureza en el corazón de la gente. Sin embargo, para Baima, que creció aquí, es un hogar que hace feliz a cada residente y visitante de esta tierra. “Espero que algún día pueda volver a tomar mi cámara para hacer algunos documental­es sobre el Tíbet, mostrando al mundo con imágenes vivas lo atractivo de la cultura tibetana”, concluye.

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Chen Jian El otoño adorna los árboles del patio del Songtsam Lügu Lodge.
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Yu Xiangjun El Songtsam Tacheng Lodge se sitúa al lado de viñedos florecient­es y frente a verdes paisajes.
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 ?? Chen Jian ?? El Songtsam Lügu Lodge dispone de una amplia gama de adornos al estilo tibetano, incluyendo muebles de madera, figuras de Buda, tankas y tapices.
Chen Jian El Songtsam Lügu Lodge dispone de una amplia gama de adornos al estilo tibetano, incluyendo muebles de madera, figuras de Buda, tankas y tapices.
 ?? Chen Jian ?? El Songtsam Meili Lodge, escondido en una pequeña aldea tibetana de solo cinco familias, goza de una ubicación ventajosa, ya que todas sus ventanas dan directamen­te hacia la magnífica montaña de nieve Minling.
Chen Jian El Songtsam Meili Lodge, escondido en una pequeña aldea tibetana de solo cinco familias, goza de una ubicación ventajosa, ya que todas sus ventanas dan directamen­te hacia la magnífica montaña de nieve Minling.

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