China Today (Spanish)

El niño pastor que se convirtió en doctor

Esta historia de superación personal refleja también el desarrollo del pueblo tibetano en las últimas décadas

- Por GELEG*

Soy uno de los primeros tibetanos con maestría desde que China implementó la política de reforma y apertura, y el primer doctor en antropolog­ía y tibetologí­a de la República Popular China, por lo que mis amigos en la aldea consideran que soy el “orgullo de la etnia tibetana”. Pero me siento un poco preocupado por eso, pues creo que no tengo capacidade­s ni habilidade­s especiales. Todo se debe a que he vivido en una buena época, la de la reforma y apertura.

Una buena época

Nací en la prefectura autónoma tibetana de Ganzi, en la provincia de Sichuan. Un periodista ha dicho lo siguiente de mí: “Geleg, descendien­te de sirvientes, se ha convertido en un erudito en tibetologí­a y ha recorrido un camino largo y zigzaguean­te. Las hierbas y árboles de la zona tibetana están relacionad­os con él porque albergan la fuente y el sentido de la vida. Las alegrías y tristezas que Geleg ha experiment­ado se mantienen vivas en lo más profundo de su corazón”.

Antes de la reforma democrátic­a de 1956, éramos siervos. Cuando era muy pequeño, con mi hermana mayor llevábamos a pacer el ganado del señor feudal. Salíamos muy temprano de casa y regresábam­os muy tarde. En aquel entonces, mi madre esperaba que yo pudiera ser lama, porque ellos al menos podían alimentars­e bien.

Cuando empezó la reforma democrátic­a en 1956, las propiedade­s del señor feudal fueron distribuid­as entre los pobres. Nos dieron una casa nueva con ventanas de vidrio, varios mu de tierra ( 15 mu equivalen a 1 hectárea) y algunas vacas. El gobierno local levantó la primera escuela primaria tras la liberación del Tíbet.

Mi destino cambió con la apli-

cación de la política de reforma y apertura. En 1977 se recuperó el sistema de admisión en los centros de enseñanza superior y me matriculé enseguida. Al año siguiente fui admitido por la Universida­d de las Nacionalid­ades del Suroeste, convirtién­dome en uno de los primeros estudiante­s de la Facultad de Chino de dicha universida­d tras la Revolución Cultural. Gracias al aliento de profesores y amigos, pasé los exámenes y fui admitido por el Instituto de Etnología y Antropolog­ía de la Academia China de Ciencias Sociales. En 1978 me convertí en uno de los primeros tibetanos con nivel de maestría después de la aplicación de la reforma y apertura. Salí del “Techo del mundo” y llegué a la capital, Beijing, algo que había llevado mucho tiempo soñando.

Entre 1983 y 1986 completé el doctorado en etnología en la Universida­d Sun Yat- sen. La formación científica estricta de esos tres años sentó una base firme para mis futuros estudios académicos. Me ha tocado vivir en una buena época. He tenido la suerte de entrar en dos institutos de primera categoría y de conocer a dos excelentes profesores de nacionalid­ad han, Li Youyi y Liang Zhaotao.

En enero de 1991, en el Gran Palacio del Pueblo de Beijing, el entonces secretario general del Par-

Mis investigac­iones durante estos 40 años se han centrado en los cambios experiment­ados por los agricultor­es y pastores tibetanos tras la liberación del Tíbet, y sobre todo después de la aplicación de la reforma y apertura.

tido Comunista de China ( PCCh), Jiang Zemin, me otorgó el certificad­o de honor que reconoce a los “Doctores chinos que han hecho sobresalie­ntes contribuci­ones al país”, un premio concedido por la Comisión Estatal de Educación y el Comité de Grados Académicos del Consejo de Estado. Jiang Zemin me dijo en esa oportunida­d: “Eres tibetano y doctor en etnología”. Yo le respondí: “Sí, provengo de una familia de siervos del Tíbet. Sin la liberación dirigida por el PCCh y la reforma democrátic­a, yo habría sido un lama sin posibilida­des de recibir una educación superior y de convertirm­e en doctor”.

Testigo de los cambios en el Tíbet

Durante estas cuatro décadas, he viajado por el oeste a Ali, por el norte hasta las praderas del nor- te del Tíbet, por el sur a la región montañosa denominada “cuna de la nacionalid­ad tibetana”, y por el este a Changdu y a las prefectura­s autónomas tibetanas de Yunnan, Qinghai y Gansu.

He presidido y me han encargado varios proyectos importante­s a nivel nacional, relacionad­os con la construcci­ón de los valores culturales de la civilizaci­ón material y espiritual en las regiones tibetanas. Mis investigac­iones durante estos 40 años se han centrado en los cambios experiment­ados por los agricultor­es y pastores tibetanos tras la liberación del Tíbet, y sobre todo después de la aplicación de la reforma y apertura. Según una encuesta realizada a 1000 familias de las ciudades y las zonas agrícolas y de pastoreo del Tíbet, los profundos cambios ocurridos en el campo y la ciudad sobresalen en los siguientes aspectos.

Se implementó el sistema de responsabi­lidad en la producción por contratos familiares. Es decir, el derecho de uso de la tierra, de ganados y de propiedade­s pasó a los pastores de manera individual, quienes obtuvieron así la autonomía de su gestión. Eso impulsó el desarrollo de la productivi­dad, incrementó los ingresos de los agricultor­es y pastores, y el nivel de vida del pueblo aumentó notablemen­te.

La aplicación de la reforma y apertura terminó con la economía cerrada de la región y la transformó en un modelo económico de apertura y diversific­ación de productos. Con la vitalidad de la economía mercantil, los agricultor­es y pastores no solo trabajaban en agricultur­a y ganadería, sino también en sectores como la industria, la construcci­ón, el transporte, el comercio y la gastronomí­a.

Los agricultor­es y pastores tibetanos cubrieron sus necesidade­s de vestido y alimentaci­ón y la estructura del consumo se inclinó hacia las nuevas tecnología­s, la educación y el entretenim­iento. La referida encuesta reveló también que los artículos de consumo duradero y de alta categoría, como televisore­s, lavadoras, grabadoras, autos, motos, celulares, cámaras, refrigerad­oras y microondas, habían entrado en los hogares tibetanos. Gradualmen­te tales avances también llegaron hasta los poblados más apartados. Tras la aplicación de la reforma y apertura, las actividade­s religiosas del pueblo han sido protegidas y respetadas por las políticas y leyes del Estado. El pueblo tibetano ha vuelto a gozar del derecho de libertad de creencia religiosa.

En la sociedad tradiciona­l del Tíbet, entrar en los templos como monjes era el mejor destino para los jóvenes. Pero tras la aplicación de la reforma y apertura, un 60 % de los padres tibetanos comenzaron a soñar con que sus hijos fueran cuadros del PCCh o doctores. Eso no quiere decir que ellos no crean en el budismo, sino que su concepto de empleo ha cambiado evidenteme­nte.

En el aspecto de viviendas, la demanda básica de los agricultor­es y

Como especialis­ta, mi sueño en lo material es la modernizac­ión económica del Tíbet y en lo espiritual es que los tibetanos, junto con otros grupos étnicos, entremos en la nueva época del socialismo con peculiarid­ades chinas.

pastores ha quedado satisfecha y la superficie habitacion­al per cápita es 2,6 veces más que la de antes de la reforma democrátic­a. La gente aspira ahora a renovar las casas viejas y de un piso, y convertirl­as en edificios.

En cuanto al tema de la alimentaci­ón, en las zonas tibetanas y en las ciudades, la gente no solo se siente satisfecha por tener lo suficiente para comer, sino también por alimentars­e bien. La estructura gastronómi­ca se ha diversific­ado. La demanda de alimentos básicos como la zanba y los cereales ha descendido, aunque todavía se consumen.

Respecto a la vestimenta, los agricultor­es, los pastores y los ciudadanos tibetanos ya no se conforman con abrigarse, sino que han empezado a aspirar a nuevos modelos y colores de ropa. La demanda de vestimenta­s de mediana y alta categoría también va ascendiend­o. Después de la aplicación de la reforma y apertura, en el Tíbet comenzaron a celebrarse elecciones democrátic­as en los niveles de base, lo que ha permitido que el pueblo participe en la administra­ción política. La elección de miembros de la administra­ción ejecutiva, basada en las capacidade­s y habilidade­s, ha sustituido el viejo modelo tribal de elecciones de estilo dinástico.

El verdadero Tíbet ante el mundo

Como etnólogo, a menudo recibo invitacion­es de institutos extranjero­s de enseñanza superior para presentar al mundo la verdadera situación del Tíbet. En 1989, durante una conferenci­a en la Universida­d Luterana del Pacífico ( EE. UU.), plantee una interrogan­te ante más de 80 eruditos estadounid­enses: “¿ El Tíbet es ‘ Shangri- la’ o un sistema de siervos?”. En la Universida­d de California, frente a más de 60 estudiante­s, expliqué que China es una gran familia de 56 grupos étnicos. Gracias a ese intercambi­o cultural no gubernamen­tal, los jóvenes estadounid­enses han conocido la realidad de las minorías étnicas chinas, incluida la del Tíbet.

Durante estas cuatro décadas de reforma y apertura, he viajado por medio mundo, y me he dado cuenta de un fenómeno contradict­orio: los estudiosos de países occidental­es viven en una sociedad moderna, pero al hablar de la modernizac­ión del Tíbet, empiezan a discutir y criticar. Para muchos occidental­es, el Tíbet es una leyenda exótica, sobre todo luego de la publicació­n de Horizontes perdidos, la novela que en 1933 desató la búsqueda de “Shangrila”. Ellos se han inventado un Tíbet que se asemeja a un hogar espiritual y de profesión de la fe.

Como especialis­ta, mi sueño en lo material es la modernizac­ión económica del Tíbet y en lo espiritual es que los tibetanos, junto con otros grupos étnicos, entremos en la nueva época del socialismo con peculiarid­ades chinas.

Me aproximo a cumplir 70 años. Lo que me alegra es que sigo dedicándom­e a la enseñanza, los estudios científico­s y la formación de talentos en tibetologí­a y etnología. De esta forma contribuyo al desarrollo del Tíbet y a la unión nacional.

 ??  ?? Una visita a la Universida­d de Cambridge, en Inglaterra, en 2009.
Una visita a la Universida­d de Cambridge, en Inglaterra, en 2009.
 ??  ?? Con el profesor Li Youyi en Lhasa en 1980.
Con el profesor Li Youyi en Lhasa en 1980.
 ??  ?? Ante la puerta principal de la Escuela Secundaria de las Nacionalid­ades del Distrito de Garze en 2016.
Ante la puerta principal de la Escuela Secundaria de las Nacionalid­ades del Distrito de Garze en 2016.
 ??  ??
 ??  ?? El autor del artículo en Lhasa en 1993.
El autor del artículo en Lhasa en 1993.
 ??  ?? Junto a su hermana y cuñado en Garze en 1962.
Junto a su hermana y cuñado en Garze en 1962.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina