Autodeterminación y cuerpo, paso necesario
A casi la mitad de mujeres en 57 países se les prohíbe decidir sobre su cuerpo.
A casi la mitad de las mujeres en 57 países en desarrollo se les niega el derecho a decidir si desean tener relaciones sexuales con sus parejas, usar anticoncepción o buscar atención de la salud, de acuerdo con el informe del Estado de la Población Mundial 2021 del Unfpa, que se publica hoy en Nueva York.
El organismo midió tanto el poder de las mujeres para tomar decisiones sobre sus cuerpos como el grado en que la legislación en los países apoya o interfiere con el derecho de una mujer a tomar estas decisiones. En los países donde hay datos disponibles, se muestra que existe un fuerte vínculo entre el poder para tomar decisiones y los niveles educativos más altos.
Apenas el 55 % de las mujeres está totalmente empoderado para tomar decisiones sobre la atención de la salud, la anticoncepción y la capacidad para decir sí o no a las relaciones sexuales.
Únicamente el 71 % de los países garantiza el acceso a servicios de maternidad integrales, mientras que el 75 % garantiza legalmente un acceso pleno y equitativo a la anticoncepción.
“El hecho de que casi la mitad de las mujeres aún no puedan tomar decisiones acerca de si desean o no tener relaciones sexuales, usar anticoncepción o buscar servicios de salud debería indignarnos a todos”, dijo la directora Ejecutiva del Unfpa, la Dra. Natalia Kanem, quien lamentó que “cientos de millones de mujeres y niñas no son dueñas de sus propios cuerpos. Sus vidas son gobernadas por otros”.
El informe documenta otras maneras en las que se vulnera la autonomía corporal de mujeres, hombres, niñas y niños, al revelar que 20 países o territorios tienen leyes que obligan a casarse con el violador, lo que significa que un hombre puede escapar de un proceso penal si se casa con la mujer o niña que ha violado. Además, 43 países no cuentan con legislación que aborde el lío de la violencia sexual en las relaciones de pareja y más de 30 países restringen el derecho de las mujeres a salir del hogar.
Las niñas y los niños con discapacidad tienen casi tres veces más probabilidad de padecer violencia sexual, y las niñas corren el riesgo más alto.