Tras la polémica, el plan de rescate social avanza
TRANSMILENIO FUE UNO DE LOS GRANDES OBSTÁCULOS.
Bogotá fue la ciudad de Colombia que mejor pudo resistir el choque de empobrecimiento que generó la pandemia. Esa es la gran conclusión que le deja a la ciudad la última encuesta de pobreza multidimensional revelada por el Dane.
“Bogotá fue, al corte del mes de julio, la ciudad de Colombia que mayor número de empleos generó, que mayor número de empleos recuperó, y que más contribuyó a la variación positiva de disminución de desempleo en toda Colombia”, destacó la alcaldesa, Claudia López.
Según la Administración, esto se debe en gran parte a la puesta en marcha del plan de Rescate Social, de 1,9 billones pesos.
De acuerdo con el plan, los recursos aprobados se distribuirán así: 389 mil millones en transferencias monetarias a hogares pobres; 114 mil millones para programas de educación y empleo para jóvenes y mujeres; 91 mil millones para subsidios de vivienda, 41 mil millones para atención a primera infancia y 100 mil millones para el Fondo Financiero Distrital de Salud.
Esto incluía 1,2 billones de pesos para el salvavidas de Transmilenio, lo que generó críticas en el Concejo, donde señalaron al sistema por la falta de previsión, el hueco fiscal permanente y los contratos que dejan en desventaja al Distrito.
Desde Transmilenio respondieron a ADN que sí tomaron medidas, como la reestructuración de estrategias en su operación que llevaron a requerir 253 mil millones de pesos menos, “al tiempo que se garantizaba la prestación del servicio de transporte público cumpliendo con las reglamentaciones de bioseguridad”.
Sin embargo, el presupuesto inicial del Fondo de Estabilización Tarifaria (FET), que se estimaba en cerca de 1,1 billones de pesos para este año se elevó por la reducción del recaudo cercana a 1,2 billones.
Con la aprobación de estos fondos, el sistema se comprometió enviar cartas de acuerdo con los distintos actores tanto la Personería, Procuraduría, Contraloría, Concesionarios, lo que harán en próximos días.
“Al menos en Transmilenio el 87 % de la gente que se sube es de estratos 1, 2 y 3 y la mayoría son trabajadores y estudiantes. Para que siga operando existe una necesidad”, aseguró la concejal Marisol Gómez en referencia al ‘Mico', que destinó fondos para la Contraloría y la Personería.