IA, arma para cazar ciberataques
● En un mundo en constante cambio, la inteligencia artificial (IA) se presenta como la esperanza para frenar las amenazas a las que el ser humano no es capaz de llegar.
Ataques a horas intempestivas, tan rápidos que en apenas 20 segundos encriptan la mitad de los equipos de una empresa o que acceden a través de aparatos tan inesperados como una pecera han dejado obsoletos a los sistemas de defensa tradicionales.
Ante las nuevas amenazas, cada vez son más las empresas que apuestan por la IA, como es el caso de Darktrace, una de las pioneras en aprovechar la capacidad de autoaprendizaje y respuesta autónoma de esta tecnología para atajar los ciberataques más rápidos y desconocidos.
“La realidad es que, si alguien quiere entrar en tu red, lo va a hacer. Los ataques son nuevos y están cambiando continuamente, es imposible predecir cómo van a ser”, aseguró en una entrevista la directora de marketing de Darktrace, Emily Orton, que participó en la Web Summit de Lisboa.
Por ello, no basta con proteger sólo el perímetro externo de una red, es necesario encontrar un sistema defensivo que permita frenar las amenazas que han conseguido superar esas barreras antes de que el daño sea irreparable.
Esta fue la premisa que siguieron un grupo de matemáticos de Cambridge y de expertos en inteligencia gubernamental estadounidenses para diseñar el sistema de defensa de Darktrace.
Su tecnología se asemeja al sistema inmunológico del ser humano: a pesar de que la piel protege de amenazas externas, hay virus y bacterias que consiguen traspasar esa barrera, por lo que es necesaria una defensa capaz de adaptarse y proteger frente a lo desconocido.