Monumental
Sobre la Guerra de los Mil Días, se han escrito muchos libros de historia y se han fragmentado momentos de esa masacre terrible en algunas novelas. Pero ninguna otra narración había conseguido lo que el santandereano Daniel Ferreira logra con su crecida novela ‘El año del sol negro’ de 608 páginas.
Teniendo como trasfondo dos o tres telones (la batalla de Palonegro, el almacén de los Valserra y el miedo) consigue ambientar no solo la narración final de la estúpida crueldad de una guerra entre campesinos, sino que monta un paredón para que pasen a ser fusilados por la historia los intocables generales Uribe Uribe y Benjamín Herrera.
Como la lentitud conque narra le permite construir todo un monumento a la estupidez colombiana de irse a la guerra por cuestiones baladíes, en esa narración en crescendo queda tiempo para sentir que la novela se escribe desde Bucaramanga, aunque nunca la nombra. Pero como también su lenguaje cinematográfico tiene zoom, uno ve desde las calles de la ciudad la batalla de Palonegro ( allá arriba donde está hoy el Aeropuerto), pero también de cerca el disparo del fusil que llegó de Venezuela o de los Grass del ejército constitucional. Tanto y tan en detalle, que hay páginas donde uno sale manchado de la sangre de los heridos y del penetrante olor a cadaverina que se despide de las montoneras de muertos en combate.
Es una novela monumental. Muy bien narrada, curiosamente construida y apabullantemente comprometedora. Hay un gran libro y un gran escritor.