El regreso de un olinguito al bosque
En Jardín, suroeste de Antioquia, fue liberado este carnívoro. Estaba en rehabilitación.
El clima no ayudaba en el recorrido para lograr que un olinguito hembra, un animal apenas descubierto en el 2013 en Colombia, volviera a sentir la selva bajo sus garras. La lluvia, el frío y el pantano arreciaban sobre el grupo interdisciplinario de profesionales que tuvo como misión, por dos temporadas, velar por la seguridad, la salud y el desarrollo de este mamífero.
El pasado martes, ese tiempo de esfuerzo tuvo su prueba máxima.
El animal, apenas con días de nacido, llegó a manos de Corantioquia cuando campesinos del municipio de Salgar, en el suroeste de Antioquia, cortaron un árbol y de este salió la madre huyendo dejando atrás a su cría.
Los labriegos, pensando que esta moriría sin el cuidado de su mamá, lo entregaron a la entidad ambiental.
Desde ese momento se sumaron para aportar con su recuperación la Universidad CES y el Área Metropolitana, cada uno poniendo sus conocimientos en diferentes disciplinas, entre ellas la veterinaria.
A este proceso se sumó la fundación Colibrí, la administradora de la reserva natural La Mesenia – Paramillo, ubicada en el municipio antioqueño de Jardín, sitio donde la olin- guito regresaría a la selva.
Fue precisamente en esta reserva donde se construyó una jaula que ha servido para ‘aclimatar’ al animal al entorno y a donde la olinguito fue traída hace aproximadamente un mes.
En este proceso también comenzó una transición en su dieta.
“Empezamos a suplementarle la alimentación con frutos del bosque, cuando ya comenzó a consumirlos había un avance y podíamos hacer la liberación”, contó Natalia Góngora, bióloga del convenio entre el CES, Corantioquia y Área Metropolitana.
De la jaula al sitio de liberación hay un recorrido de 45 minutos cuesta arriba, en zona selvática de la Mesenia.
Ya en el punto de liberación, el equipo interdisciplinario determinó que el lugar era
el adecuado para que la olinguito pudiera salir sin ningún problema.
La opción fue poner el guacal en la rama de un árbol que se encuentra en forma de rampa al dosel del bosque, lo que le facilitaría al animal su partida.
Cuando se abrió la puerta, ella avanzó hacia afuera y se internó en la selva.
Pero antes le instalaron un dispositivo de monitoreo por telemetría con un transmisor que emite una señal. Esta captada por una antena que la reenvía a un receptor que toma la frecuencia y ubica en el bosque al animal.