El futuro incierto de las consolas
JUEGOS EN LÍNEA SON COMPETENCIA DE NUEVOS LANZAMIENTOS.
La novena generación de consolas de videojuegos está a punto de llegar, alentada por el impulso que le dio el confinamiento, pero el futuro del sector es incierto a medida que los ‘gamers’ optan por otras maneras de jugar. Tras varios meses en que sólo se conocieron algunos detalles, las dos versiones de la PlayStation 5 (PS5) de Sony y de la nueva Xbox Series X y S de Microsoft saldrán a la venta entre el 10 y el 19 de noviembre, empezando por el gigante estadounidense.
Un día después de la presentación de Sony, los pedidos anticipados de la PS5 se agotaron en muchos comercios, un signo del entusiasmo por las consolas de nueva generación, pero también un indicio de la capacidad del fabricante japonés de combinar la gestión de las existencias y la comunicación. Las consolas de 2020 tendrán imágenes 4K de ultra alta definición y reflejos de luz para iluminar escenas en la sombra (Ray Tracing), así como una inigualable potencia de cálculo.
“Cuando se observan las características técnicas de las máquinas, estamos en niveles diez veces superiores a la generación anterior. Vamos a tener juegos más bonitos, más reales, más inmersivos. Nos van a dar una bofetada en la cara”, dice Charles-Louis Planade, experto en videojuegos de Midcap Partners.
El reto de Sony es superar su propio récord de 110 millones de PS4 vendidas desde el lanzamiento de la generación anterior, en 2013. “Para Microsoft, el desafío es no quedarse demasiado lejos detrás de Sony, o incluso jugar en igualdad de condiciones con ellos”, añade.
Teniendo en cuenta el creciente número de jugadores, “son objetivos alcanzables”, cree el analista. Sin embargo, ambas consolas llegan en un momento en que los videojuegos están empezando a dejar atrás máquinas caras y engorrosas y optan por sistemas de suscripción o a la carta.