Helmer Cañaveral habla de su poesía
EL ESCRITOR HABLA DE SU OBRA, DEL BARRIO Y LA POESÍA VIRTUAL.
El escritor dio puntadas sobre su obra, el barrio y la poesía en escenarios virtuales.
Helmer Cañaveral es fundador del Nefesh Teatro, escritor de teatro, cuento y de poesía visual urbana.
Esta es una parte de la entrevista durante el Encuentro de Poetas de Comfenalco Antioquia.
¿Para qué la poesía?
Valga decir que en la universidad conté con experiencias formativas, como las propiciadas por la profesora Inés Posada, que indiscutiblemente contribuyeron de gran manera en mis búsquedas literarias; con ella por ejemplo, aprendí de la importancia de la memoria en la poesía pues no es lo mismo leer un poema que decirlo de memoria.
Es más, cuando se le preguntó a Pablo Picasso por la utilidad del arte dijo que "su objeto era quitar el polvo de la vida diaria de nuestras almas", y cómo olvidar la famosa frase de Proust: "Sólo a través del arte podemos emerger de nosotros mismos y saber lo que otros ven" (…) El poeta Miguel Ángel Uribe dice que escribimos "para abrir la compuerta de los sueños...para tejer aguaceros en la música del viento sin apuros en la tormenta de la palabra". Según Whitman, "las palabras y las poesías si pueden cambiar el mundo" (...)
¿De dónde entonces la inquietud de escribirle al barrio como el poema ‘Mi Barrio no es barrio cualquiera’?
En mis andanzas por el teatro tuve la fortuna de recibir un excelente curso de dramaturgia con el maestro Henry Díaz Vargas, Premio Nacional de Dramaturgia con la obra La Sangre Más Transparente que transcurre en el barrio Castilla; de él aprendí que una obra de teatro nace como un poema, que el pensamiento y el arte necesitan decantación y también del valor de escribir de lo nuestro, de lo que conocemos, de las pequeñas cosas que nos rodean, de los personajes que nos son cercanos.
Ya Carrasquilla había logrado demostrar que también se puede ser un escritor universal, escribiendo de lo local. A partir de ahí comenzó la aventura de caminar el barrio, de olerlo, oírlo, gustarlo y tocarlo, de fisgonear sus personajes, de escrutar sus lenguajes, de pensarlo en soledad pues ésta es la gran amiga en el acto creativo.
¿Cuál ha sido su experiencia con la poesía visual?
Varios de mis poemas se inscriben o identifican como poesía visual o caligramas. Yo llegué a la poesía visual por accidente.
Referente a la poesía visual tenemos muchos ejemplos de caligramas en muy distintas culturas de la antigüedad, entre otras la hindú o la helenística griega. Por ejemplo, el poema ‘El Huevo' es oportuno decir entonces que para los griegos dicho elemento era símbolo del misterio de la vida, la gestación y el origen. ‘El Huevo' de Simmias trata del nacimiento de un pájaro canoro (ruiseñor), símbolo de la poesía para los griegos. Los caligramas son poemas que se inscriben en la tradición de los ‘carmina figurata' de la Edad Media o ‘poemas figurados'.
Entre las posibles figuras se han encontrado laberintos, alas griegas, entre otras. Si existió algún caligrama en español, no se conserva. No se excluye la posibilidad de que existieran, pero debieron de estar aislados.
La poesía visual se sitúa más cerca del diseño gráfico, de las artes plásticas o incluso de la fotografía que de la misma literatura como es el caso de los trabajos de Chema Madoz, artista español que pone a conversar la fotografía con la poesía visual.