Dominica
Y sus románticos arreglos
Santiago nació en Bogotá, es politólogo de profesión con énfasis en marketing político. Es el menor de 5 hijos de una familia a la que adora con su corazón, ese mismo que se aceleró de emoción el día decidió darle vida a Dominica, empresa que está cerca de cumplir 4 años en el mercado nacional
¿Qué ha sido lo más satisfactorio hasta hoy?
Poder crear empresa joven, crear nuevos diseños, observar la alegría de los clientes y sus familiares con base en la experiencia que da tener un obsequio de Dominica, son incentivos positivos, no cuantificables que me llenan de gozo el corazón.
¿Cuáles son tus desafíos más grandes como emprendedor?
La falta de experiencia administrando una empresa ha sido mi mayor reto, el poder abastecer el mercado que a diario creo en Dominica. Es un reto total, pero me gusta, es agradable sentirse realizado tan joven.
¿Cómo visualizas tu empresa en 5 años?
El crecer a diario es mi mayor reto, a 5 años espero tener ya una marca reconocida en el mercado floricultor de alta calidad en América Latina para así tener presencia en varios países de la región.
¿Con qué gran aprendizaje finalizas este 2019?
Creer es poder, la confianza que todo saldrá bien, si el primer paso es tener en cuenta la responsabilidad de crear una empresa, hacer el proceso de acreditamiento en el mercado, retos del día a día sin temor a errar por más difíciles que sean, creo que el mayor aprendizaje es la confianza en mí mismo.
¿Cuál es la tendencia en arreglos florales?
En el caso de las novias, los colores sobrios, acorde al vestido y la temática escogida por los novios en el evento mas importante de sus vidas.
¿Cuál es la clave al momento de elegir las flores para un evento como el matrimonio?
Definir el concepto del matrimonio, con la globalización del siglo XXI tenemos las tendencias mundiales cada vez mas a la mano del que será un evento para no olvidar.
¿Qué está mandado a recoger en temas de flores?
La poca imaginación que se representa en la monotonía de los eventos y los obsequios, muchos años en el mismo estado sin innovar.