Pura pasión
La artista pLástica juanita Martínez BahaMón cruzó fronteras con sus coLoridas instaLaciones y este año participará por segunda vez en La suBasta de La fundación ‘a La rueda rueda’, en Beneficio de La niñez coLoMBiana.
“El arte es la filosofía que refleja un pensa- miento”, rezaba el pintor y escultor español Antoni Tàpies. Evidencia de esta máxima son las obras de Juanita Martínez Baha- món, quien se mantiene fiel a su credo de celebrar lo cotidiano, rescatar el amor, la alegría y los motivos para sonreír.
Esta bogotana es autodidacta. Tomó ca- minos que parecían lejanos al arte cuan- do en su adolescencia se inclinó por el diseño industrial, dejó esa carrera para estudiar administración de empresas y representó al departamento del Huila en el Reinado Nacional de la Belleza en el 2001. Sin embargo, siempre recibió se- ñales de que la creación artística era su verdadera vocación.
Mientras ejercía su profesión como ad- ministradora en una compañía farmacéu- tica y pintaba cuadros en su tiempo libre, Juanita decidió que se enfocaría en el arte. Su primera exposición se llamó ‘Transeúntes’, se componía de cuadros en cera de abeja y se abrió al público en la Galería Casa Cuadrada de Bogotá en el 2006. Desde entonces siguió explorando con técnicas y materiales, pasó de hacer cuadros a intervenir muebles y se dedicó a las instalaciones, en las que pequeñas figuras humanas se enfrentan a grandes tareas –como demoler un edi- ficio o pintar una enorme pared.
Juanita Martínez ha trascendido fron- teras con sus obras, las cuales han sido expuestas en la Galería Glenhyrst Cottag
Entre los materiales que la artista utiliza para sus instalaciones se encuentran esmaltes, resinas, polímeros, óleo, acrílico y maderas.
de Canadá y en la Arcot (Artistas Colom- bianos en Tokio), que se realiza en Japón. También ha contribuido a la labor de la fundación Fana dictando talleres para pe- queños entre 5 y 8 años y ha participado en la subasta de la fundación A la Rueda Rueda, en beneficio de la niñez colombiana.
En la intimidad de su hogar, que alberga obras de artistas colombianos como Juan Ricardo Mejía, Yosman Botero y Natalia Escallón, nos contó acerca de su trayecto- ria y su obra Tree Traffic, con la que parti- cipa –por segundo año consecutivo– en el proyecto que encabeza la talentosa mon- teriana Vivi Barguil de Sarmiento.
¿Cómo terminaste dedicándote al arte?
En mis tiempos libres o cuando llegaba a mi casa en las tardes me ponía a traba- jar en mis cuadros y los vendía. Hubo un momento en que me demandaba tanto tiempo pintar, que decidí dejar la ofici- na y dedicarme de lleno al arte. Además, económicamente era más viable para mí.
En varias ocasiones has dicho que tus obras se inspiran en ‘las cosas bonitas de la vida’. ¿Cómo las conviertes en arte?
Para mí, las cosas agradables son la fa- milia, el amor, tener amigos, viajar, hacer deporte... y todas esas son ideas que lle- vo a mis obras. Respeto mucho a los ar- tistas que quieren hacer una crítica a la violencia y que lo expresan con sangre o con armas, pero yo quiero salirme com- pletamente de eso.
Las figuras humanas en miniatura son protagonistas en tu trabajo. ¿En qué mo- mento las incorporaste?
Llegué a ellas buscando una identifica- ción para mis obras, porque yo las ven- día, pero me faltaba llegar a un período de madurez y lograr un sello propio. Por ejemplo, tú ves una pintura de Botero e inmediatamente sabes que es suya, y yo quería buscar lo mis- mo para mi trabajo. Quería algo que tuviera humor y contras- te, por eso unos muñequitos tan pequeños hacen trabajos tan grandes.
¿Cómo es tu proceso creativo? ¿Tienes alguna lista de repro- ducción favorita para escuchar en tu taller?
No soy mucho de música, soy de series. Me encanta engan- charme en una serie, veo los dos primeros capítulos para identi- ficar los personajes y después solamente escucho lo que está pasando mientras voy traba- jando; me encanta.
En los últimos años has traba- jado de la mano de fundacio- nes que protegen a la niñez. ¿Cómo describes esa expe- riencia?
Ha sido totalmente gratifi- cante. Desde pequeña me en- señaron a compartir todo, así que si me dicen '¿quieres ayu- dar?', estoy lista para hacerlo, sobre todo si se trata de niños, porque soy madre de un niño de siete años. En Colombia hay necesidades enormes y hay que aprovechar que a través del arte se puede contribuir.
Hasta el momento, ¿cuál ha sido tu mayor logro a nivel ar- tístico?
Haber llegado a la subasta de la Fundación A la Rueda Rue- da, que es la más importante del país. Este año participarán obras de Fernando Botero, Enrique Grau, Édgar Negret, Luis Caballero, Leopoldo Ri- chter… así que para mí es un logro gigan- te estar ahí por segunda vez. Participaré con la obra Tree Traffic, a la cual le dediqué cerca de dos meses y medio. Consta de seis láminas de acrílico que le dan tridi- mensionalidad a un árbol, debajo del cual hay varios personajes miniatura pintados a mano por mí (...). Significa vida, raíces, sombra y protección.
Y en este punto de tu carrera, ¿qué sue- ñas alcanzar?
Consolidar mi trabajo acá sería maravi- lloso, pero también quiero tener la opor- tunidad de seguir viajando con mi obra. En Colombia hay un mercado maravilloso, pero por fuera hay uno enorme y quiero abarcarlo un poco más.