Editorial
En esta nueva edición de Revista Aló queremos aplaudir nuestra feminidad y sensualidad y el SER MUJER. Por eso elegimos en portada a un personaje como Greeicy Rendón, que se caracteriza por ser muy auténtica y mantenerse fiel a lo que es y a sus principios. Es bellísima, pero lo que más nos gusta de ella es su personalidad: desparpajada, divertida, sonriente, dulce y hoy, a sus 27 años, ha encontrado su propio estilo y se atreve a ser ella misma, siempre. Pero, ¿qué es lo que pasa con nosotras?, ¿por qué nos da tanto miedo el no encajar? Nervios, miedo a la reacción de otros. Inseguridad. Sentimiento de culpabilidad… Las razones que te impiden defender tus actos, tus opiniones y tu proceder con la cabeza en alto son, muchas veces, irracionales e incontrolables. Pues bien, esta edición es una invitación a que lo empieces a controlar hoy mismo, la idea es dejar que las demás personas conozcan el por qué haces o dices las cosas, sin miedo. Expresar lo que uno siente implica tomarse las reacciones de los demás siempre con calma y perspectiva, no dejar que sean las opiniones de otros las que te definan. Mantener tus verdades sin pedir perdón continuamente por ser tu misma. Y esta actitud valiente tienes que mantenerla tanto en familia –espacio en el que te sientes más cómoda- como en el trabajo, entre amigos, con tu pareja… incluso cuando estás completamente desnuda y viéndote frente al espejo. Así como hay mujeres que pueden expresar lo que piensan de una forma más cruda, dejando hablar a su ‘bruja interior y que llega a ser muuuuy divertida, tipo Alejandra Azcárate, a quien quiero y admiro mucho, hay otras, que son más las ‘niñas buenas’, a las que su eterna sonrisa, dejó de ser su talón de Aquiles para convertirse en su mejor arma. Sin embargo, el ser auténtica y ser amable no son conceptos excluyentes, las dos posturas son válidas y evidencian que cada una de estas mujeres se siente plena siendo tal cual es. Tener una dosis de autoestima adecuada implica no compararse continuamente. Es decir, no utilizar los criterios de otros para juzgarnos. Pero seamos sinceros y realistas, todos lo hacemos en algún momento de la vida. Y desarrollar una estrategia para evitar el dolor y la humillación, cuando la gente de afuera te hiere, es uno de los conocimientos más útiles en la lucha por la supervivencia. Con la mano en el corazón, díganme si en estos seis meses en casa, en los que nos la pasamos hiperconectados a la redes sociales: viendo tu muro de Facebook varias veces al día, escribiendo 'tuits' compulsivos, o leyendo y respondiendo cada uno de los comentarios de nuestra cuenta de Instagram, no nos ha llevado en un momento a un hastío digital… ¿Realmente necesitamos que todo el mundo analice cada detalle de nuestras vidas? Creo que el tener más “me gusta”, o subir los seguidores no nos va a convertir, mágicamente, en personas más felices. Así que, cuando te sientas preparada para ser tú misma, ve directo al toro y cógelo por los cachos. Por muchos problemas que esto te traiga, no hay mayo regalo que SER QUIEN ERES y compartir tu realidad con la gente que te quiere de verdad. ¿Y los demás? ¿Qué te importa?