Se habla diversidad
2011 significó cambios y logros: mayo fue reconocido como el Mes de la Herencia Africana y ese año fue declarado el año de la Afrocolombianidad. Los reconocimientos culturales y las resoluciones legales fueron una antesala a lo que desde 2015 se conoce como el Decenio Internacional de los Afrodescendientes. Una mirada a la búsqueda y el esfuerzo institucional por reflexionar política y culturalmente sobre la población afro.
En 2011, como antecedente importante al Decenio Afro, la ministra Mariana Garcés promulgó la Resolución 0740, que decreta mayo como el Mes de la Herencia Africana. 2011 fue, también, declarado el año de la Afrocolombianidad. Posteriormente, y como ratificación internacional, con la Resolución 68/237 de la onu inicia el Decenio Internacional de los Afrodescendientes. Desde ese momento, el camino institucional se ha construido en tres ejes: reconocimiento, justicia y desarrollo étnico.
Reconocimiento, desde la formulación e implementación de políticas públicas para el desarrollo de los afrodescendientes; justicia, desde los derechos culturales, sociales y económicos de los gestores, actores y población afrocolombiana; y desarrollo, desde la generación de capacidades para una mejor oferta y aprovechamiento de las oportunidades para la población afro.
“Colombia es el país con mayores acciones y avances en la implementación del Decenio Internacional Afrodescendiente”, así lo afirma en reiteradas ocasiones Sheila Walker, investigadora y antropóloga de la diáspora africana global, quien además integró el equipo de la Ruta del Esclavo de la Unesco y en los últimos cuatro años ha hecho parte de la agenda del Decenio Internacional Afrodescendiente realizada por el Ministerio de Cultura.
La integración activa, participativa y efectiva de las mujeres afrodescendientes ha sido una de las líneas de fortalecimiento constante en el plan de acción de la Dirección de Poblaciones del Ministerio de Cultura. Para 2018, la presencia de mujeres afro destacadas en diversos ámbitos tuvo especial relevancia en un espacio de corte internacional: la octava edición de la Fiesta de las Lenguas en el marco de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, lo que fortaleció los referentes de género y etnia para las nuevas generaciones y puso de presente los contenidos, conocimientos y agendas lideras por las mujeres negras, afros, raizales y palenqueras, así como por representantes de EE.UU., Panamá, Costa Rica y Argentina.
La Fiesta de las Lenguas, realizada junto con Colsubsidio, es un espacio en el que durante los últimos ocho años se ha conmemorado el mes de la herencia africana por medio de la visibilización y la participación de los afrodescendientes, en franjas académicas y conversatorios, muestras de expresiones artísticas y culturales, y jornadas experienciales que permiten a los jóvenes conocer las dos lenguas criollas habladas en nuestro país: lengua palenquera y lengua creole.
MANUEL ZAPATA OLIVELLA: AL ENCUENTRO DE LA DIÁSPORA
La proclamación del Decenio Internacional de los Afrodescendientes (2015-2024) sugiere la protección y la promoción de los derechos humanos de las poblaciones afrodescendientes, y la decidida apuesta por la visibilización de su legado histórico, su memoria y los referentes culturales que permitan fortalecer las bases para la lucha contra la discriminación racial.
En este sentido, y teniendo en cuenta que justicia, reconocimiento y desarrollo son los tres ejes del Decenio Internacional Afrodescendiente, el campo misional de la Dirección de Poblaciones del Ministerio de Cultura ha asumido el reto de lograr el reconocimiento de los afrodescendientes, y su apuesta ha sugerido un compromiso por la memoria de los pueblos, al promover importantes alianzas de diferentes sectores en las regiones, y de acuerdo a procesos que adelantan las comunidades.
Por ello en 2017, en alianza con el Instituto Internacional de Estudios del Caribe de la Universidad de Cartagena, el Museo Histórico Cartagena de Indias y el Instituto de Patrimonio y Cultura, como un acto de reconocimiento por las contribuciones de Manuel Zapata Olivella y su importante papel en el Primer Congreso de Cultura Negra de las Américas, se realiza el seminario “Manuel Zapata Olivella: al encuentro con la diáspora”, dirigido por el historiador, docente y embajador Alfonso Múnera, con disertaciones de académicos e investigadores como Sheila Walker, Darío Henao, Doudou Diène, Adelaida Fernández, Alfonso Múnera y María Elisa Velázquez.
En 1977, Manuel Zapata Olivella organizó en Cali el Primer Congreso de las Culturas Negras. En el Decenio de los Afrodescendientes, cuarenta años después, se conmemoró aquel escenario que significó un gran foro de reflexión sobre la cultura de los pueblos afrodescendientes.
DECENIO AFRO EN LAS REGIONES
Desde la Dirección de Poblaciones del Ministerio de Cultura, se ideó proclamar el Decenio Afrodescendiente desde los sonidos de la herencia, respondiendo a políticas públicas afrocolombianas con diferentes estrategias:
∙ En la academia: con preguntas orientadoras en guías académicas y metodológicas, se plantea un tema diferente relacionado con la diáspora africana en Colombia para abordar mensualmente, a través de espacios académicos sobre asuntos como: el Decenio Internacional para los Afrodescendientes, el Mes de la
Herencia Africana, la apropiación de la colección de literatura afro, la conmemoración del Día de la Mujer Afrolatina, Afrocaribeña y de la Diáspora, la Ley 70 de 1993, el racismo en sitios públicos, la eliminación de la violencia contra la mujer, la primera infancia afro y la Ley 1381 de lenguas nativas.
∙ En las comunidades: los líderes y entidades que hacen parte del equipo del Decenio Afro en las Regiones tienen una labor constante en su territorio, con un trabajo altruista, generalmente ad honorem, que se evidencia en su trayectoria de labor con poblacionales. Esto permite que desde el primer año de implementación del Decenio Afro exista una semilla sembrada, que se cultiva en organizaciones fértiles que continúan promoviendo y sembrando el decenio en los grupos focales con los que trabajan, entre ellos los siguientes:
∙ Partería, con el apoyo de la Asociación de Parteras Unidas del Pacífico, Asoparupa
∙ Antropología visual, con Enamórate del Chocó ∙ El liderazgo desde y para los jóvenes, con Larry Castillo, director de la Fundación Creativa
∙ La educación, con Miguel Obeso de la Red de Etnoeducadores de Cartagena
∙ La danza y el cuerpo como herramientas de liberación, con Nemecio Berrío de Permanencias ∙ Etnoeducación en la infancia, con María Isabel Mena de la Red Elegguá
∙ La ancestralidad, con Francisco Hinestroza de la Corporación Folclórica Encuentro
∙ Gestión cultural y política, con Alexis Arce de Afrohuila
∙ Desde la literatura de la obra del maestro Manuel Zapata Olivella Changó, el gran putas, la agrupación Tambores de Cabildo, dirigida por el músico Rafael Ramos, recreó musicalmente la herencia africana en Colombia. Con esta adaptación sonora se reivindica las consecuencias de la trata esclavizadora y la colonización, articulada a acciones de proyección política, económica y social. La itinerancia musical Changó, el Gran Putas recorrió doce territorios en este primer año del decenio, y también hizo parte de la metodología de Formación de Formadores en territorios que han sido golpeados por la violencia, con la perspectiva de la experiencia reparadora de la música.
El montaje musical de la obra es una candanga de tambores, que teje con el sonido la herencia y la resistencia de nuestros territorios afro, reconociendo la participación y contribución de estos en el espacio rural del país. Ha sido un elemento de catarsis mediante la cultura, la apropiación étnica y la promoción de la literatura, sus sonidos y sus voces.