EL VEREDICTO DE NINA
EEl arquitecto español Antoni Gaudí, conocido por edificios tan icónicos y fotografiados como la Sagrada Familia de Barcelona, decía que “ser original consiste en viajar a los orígenes”. Los orígenes para el artista catalán significaba visitar y aprender de la naturaleza. Para Gaudí, la línea recta era una creación humana, y siempre retaba a sus discípulos a que intentaran buscar una línea recta en un paisaje. De este modo, los arcos que sostienen un edificio parecen el esqueleto de una ballena y los azulejos que cubren un tejado se expanden al cielo como si de escamas de un dragón se trataran.
Este mes de febrero ha sido marcado por esta palabra: ‘orígen’. Lo vi en el maravilloso Halftime Show de nuestra Shakira y JLO en Miami, lo vi en la victoria de la película corena
Parasite en los Óscar y la tuve muy presente al presenciar en primera fila la colección que el colombiano Sebastián Grey (el ganador del programa de moda Project Runway en el que ejerzo de jueza) presentó en una nueva edición de la Semana de la Moda de Nueva York (la llamada NYFW).
Vayamos por partes. Miami, 2 de febrero de 2020. El lugar: el estadio Hard Rock Cafe de Miami. El evento: la Super Bowl. Shakira y JLO hicieron historia al convertirse en las primeras latinas en ser las protagonistas de uno de los eventos televisados más importantes del planeta. Con una audiencia de 100 millones de telespectadores, las dos artistas latinas, mostraron en el escenario el poder del mundo latino en los Estados Unidos y dieron una lección a millones de niños alrededor del mundo sobre el poder de soñar. Como dijo la barranquillera en la rueda de prensa anterior al concierto: “Los sueños no tienen límite. Uno tiene que soñar tan alto como puede”.
Dejando aparte todos los logros de JLO, una mujer a la que admiro, no puedo esconder mi orgullo al ver brillar a alguien como Shakira en el escenario más grande del mundo. Shakira enamoró a medio mundo con un show que explicaba precisamente quién era ella y narrando en primera persona sus orígenes como artista. Rockera y danza del vientre; salsa y género urbano se dieron la mano en una actuación para el recuerdo en la que, ni más ni menos, interpretó 14 canciones. Entre estos temas, Shakira incluyó el mapalé y la champeta: dos géneros musicales colombianos que nos hablan de nuestras raíces populares y de la influencia de la cultura africana. Solamente alguien como Shakira, esta artista global que rompe las fronteras de los países a través del buceo intercultural, podía hacer posible un show de este tipo. Un éxito más que merecido para una de nuestras mejores embajadoras.
Cambiamos la costa Este para el Oeste. Una semana más tarde, una película coreana, Parasite se ganó todas las miradas en unos Óscar que dieron la estatuilla dorada de la mejor película a una producción de habla no inglesa. Bong Joon-ho, el aclamado director, nos dio una importante lección sobre el poder de los orígenes. El cineasta ganó porque no quiso imitar a nadie. Siendo fiel a su estilo, a su manera de entender el cine, Bong Joon-ho logró hacer historia en el año 2020 abriendo la puerta a otras cinematografías (mal llamadas periféricas) para que se hagan un hueco en el estrellato de Hollywood.
Y no puedo terminar esta columna, mientras la Semana de la Moda de Nueva York sigue mostrándonos sus propuestas para el próximo invierno (atentos a la vuelta de los años 60 y al retorno de una cierta estética punk), sin hablar de mi admirado Sebastián Grey. Sebastián, quien se hizo con el título de ganador de la temporada número 17 de Project Runway, presentó su primera colección ante un público entregado en pleno corazón de Manhattan. El joven diseñador mostró una colección muy sofisticada de colores pastel, donde destacó las increíbles mezclas de tejidos y manipulaciones, y especialmente el uso del cuero. Sebastián quiso volver a sus orígenes. Haciendo homenaje a la artesanía hecha en Colombia, mi querido amigo volvió a demostrarnos que ser original consiste precisamente en esto: en el poder de hacer dialogar los orígenes con las creaciones más contemporáneas. Sigue así, querido Sebastián, no pierdas el enfoque ni tu pasión. Tu viaje es nuestro viaje. Tus sueños son nuestros sueños. Sigue soñando… y como diría Shakira… ¡sin ponerte límites!