UN TESORO EN CASA
NO HAY QUE IR MUY LEJOS PARA TOMARSE EL MEJOR CAFÉ DEL MUNDO. EN COLOMBIA ESTE ES UN LUJO CADA VEZ MÁS FÁCIL DE DISFRUTAR.
A DIARIO, MÁS DE 550 MIL FAMILIAS SE ADENTRAN
en los cafetales para cuidar el grano desde su siembra. Mientras en algunos mercados internacionales continúan apostándole a presentaciones que necesitan una dosis de azúcar o leche para saber bien, en Colombia se mantiene la tradición y el respeto por la cosecha a mano con un sabor distintivo de notas frutales o cítricas, balanceadas y siempre aromáticas. Hace 14 años la comercialización del café colombiano dio un importante giro. Con el cambio de algunas políticas económicas, buena parte del grano cualificado para exportación empezó a quedarse en el mercado local permitiendo que millones de colombianos amantes de la cafeína disfrutaran de la bebida más apetecida en el mundo junto con el té.
A esta gran ola de transformación se unieron los recolectores y comercializadores, quienes interesados en fortalecer la cultura cafetera en el país empezaron a desarrollar un expertise en el tratamiento de este producto. Ese es el caso de Amor
perfecto, una marca que, comprometida con el café local por más de dos décadas, ha perseguido el grano y la tostión ideal para ofrecer la mejor calidad a través de una experiencia estimulante y esencialmente colombiana.
Sus procesos y empaques novedosos —únicos en el mercado nacional y probados en Europa— están pensados para cuidar meticulosamente las propiedades del grano. Esto permite exportarlo a cualquier parte, con una frescura y calidad que no se ve en los cafés tostados de otras partes del mundo.
Hoy, en Bogotá y otras ciudades del país, hay sitios en los que se puede tomar café con todo el arte y la contundencia, entre ellos restaurantes que, así como lo hacen con los sommeliers, ya cuentan con sus propios baristas. Y existen por lo menos 1.800 cafés en el país, detrás de los cuales hay dos o tres de ellos legitimando una cadena de valor cuya base son años de entrenamiento en campeonatos de catadores de cafés filtrados y concursos relacionados. Esto refleja la pasión de un grupo numeroso de muchachos apostándole a los productos colombianos y a las marcas del país.
Es así como en las regiones nacen otras notas arábigas cien por ciento de origen, listas para conquistar un público diverso a través de gustos y aromas con identidad de región. Y, si bien el producto colombiano se destaca en importantes plazas como Nueva York, Roma y Milán, no hace falta ir lejos para darse el lujo de probar su mejor versión. Locales y visitantes pueden tomarse una excelente taza de café en Colombia. Es tal el potencial y las ganas de los colombianos de tomar una buena bebida, que surgió hace pocos meses una cadena que ofrece un café fresco y recién molido a precios muy asequibles, permitiendo que cada vez más gente tenga acceso a esta bella experiencia.
En Colombia no solo se produce, sino que también se toma el mejor café del mundo. La invitación es a conocerlo, disfrutarlo y promoverlo.