MARIDAJE: VINOS Y PLATOS COLOMBIANOS
LOS ALMUERZOS TRADICIONALES COLOMBIANOS, ESOS QUE DESDE LA ABUELA HASTA EL PRIMO SE ESMERAN EN QUE SALGAN BIEN, PUEDEN SER UN BUEN MOMENTO PARA DESTAPAR UN VINO. AQUÍ, UNA SELECCIÓN DE PLATOS MUY QUERIDOS Y CÓMO ACOMPAÑARLOS SIN EQUIVOCARSE EN EL MARIDAJE
AJIACO
(sopa espesa de tres tipos de papa, pollo cocido, guascas, mazorca y aliños). Vino: Menade ecológico, vino blanco de la cepa verdejo de la región de Rueda en España.
Maridaje: el verdejo es el rey de los vinos blancos españoles. Su versatilidad permite servirlo como aperitivo o para acompañar un tapeo ligero de quesos, mariscos o tortilla de papas. Se recomienda consumir los verdejo con platos de carnes blancas, como es el caso del ajiaco, cuya nota predominante de las guascas va muy bien con el tono vegetal de esta variedad. La potencia de la cepa predomina armoniosamente sobre la salmuera de las alcaparras, típico componente del ajiaco bogotano.
TAMAL TOLIMENSE
(envuelto de masa de maíz con carnes, hortalizas y aliños).
Vino: Bellini Canela. Espumoso con zumo natural de durazno de la región del Véneto en Italia.
Maridaje: aunque pueden comerse a cualquier hora del día, el tamal y el Bellini son por tradición consumidos en la mañana. La frescura de este vino, matizada finamente con el toque de zumo natural, es perfecta para equilibrar los sabores potentes de las especias y los condimentos del tamal y el contenido graso de su masa y de las carnes que trae. El vino espumoso es reconocido como gran compañero de los huevos, que suele llevar este plato o que se sirven como acompañante (fritos o revueltos).
ARROZ CON POLLO
(arroz guisado con vegetales y condimentos, y pollo desmenuzado).
Vino: Condesa de Leganza, selección de Familia, vino rosado de la cepa tempranillo de la región de La Mancha en España. Maridaje: una primera mirada a este plato nos podría insinuar un vino blanco como mejor alternativa. Sin embargo, la receta colombiana está cargada de sabores contundentes en la cual predominan el achiote y el pimentón rojo, que necesitan vinos más vivaces y profundos. Este rosado de tempranillo aporta la complejidad necesaria para envolver estos ingredientes, además de combinar muy bien con el tomate y el cilantro, presentes en algunas variaciones de este plato en nuestro país.
FRIJOLADA
(cazuela de fríjoles rojos servida con arroz blanco, chorizo, chicharrón, aguacate y plátano maduro o patacones).
Vino: Chateau Bonnet, vino tinto joven de las cepas cabernet sauvignon y merlot de la región de Burdeos en Francia. Maridaje: Chateau Bonnet es un vino de cuerpo medio, frutal y especiado con expresivas notas, en las cuales predominan los frutos rojos. En boca presenta un tanino muy delicado que lo hace fácil de beber sin perder su carácter. La frijolada es un plato en el cual priman los sabores naturales de cada uno de los ingredientes, sin salsas o condimentos fuertes que requieran de vinos de gran estructura para equilibrarse. Este es un maridaje en el que el vino respeta los componentes suaves del plato, a la vez que resalta aquellos más complejos como el chorizo y el chicharrón.
ASADO
(carnes y embutidos a la parrilla, con acompañamientos como papa, mazorca, arepa, plátano y yuca, ají y guacamole).
Vino: Salentein Reserva Malbec, vino tinto de la cepa malbec de la región de Mendoza en Argentina.
Maridaje: un asado típico tiene un buen contenido de grasa y esta combina muy bien con los taninos y sabores potentes. Es posible que por eso la cepa malbec haya cobrado tanta importancia en Argentina. Cortes de res marmoleados, costillas de cerdo, morcillas y chorizos van de maravilla con el malbec, un vino corpulento que además marida bien con salsas como el chimichurri y los aderezos picantes. Es una bebida amable que suele agradar a distintos paladares.
POSTA CARTAGENERA
(posta de res marinada y cocida en una mezcla de hortalizas, panela y aliños, y acompañada con arroz con coco, patacones y aguacate). Vino: Ciù Ciù Lacrima di Morro D´alba, vino tinto joven de la cepa lacrima cultivada en la región de Marche en Italia. Maridaje: la posta cartagenera es un plato cargado de sabores y, de alguna manera, goloso. La carne es magra y se sirve con harinas y fritos ligeramente dulces, que deben ser tenidos en cuenta para escoger el vino. La composición necesita un vino joven, refrescante y seco como este Ciù Ciù, que logra armonizar la ‘bomba’ de sabores y texturas del plato sin perderse en los condimentos o la fritura de los patacones. Se recomienda servir este tinto a no más de 15° C.