Cocina (Colombia)

Bendito café

6

-

“Tan negro como el infierno, tan fuerte como la muerte y tan dulce como el amor” Proverbio turco

EN ETIOPÍA, EL RITUAL DE TOMAR CAFÉ PUEDE

durar hasta tres horas. Empieza cuando las mujeres anfitriona­s esparcen flores en la sala y queman incienso. Luego, ponen a hervir agua en una cafetera tradiciona­l, hecha en arcilla; limpian los granos, los tuestan y los machacan con una especie de mortero. Los granos macerados los ponen en la cafetera hasta que la bebida está lista y la sirven a los invitados, empezando siempre por el mayor.

Hablamos del momento de ‘beber café,’ una frase que se ha convertido en símbolo de amistad y hospitalid­ad en el país en el que se dio a conocer el grano, cuando hacia el siglo IX un pastor llamado Kaldi se sorprendió al ver a sus cabras más locas y activas de lo normal tras consumir las semillas de unos arbustos. Es la oportunida­d de verse con amigos y hablar de todo. De ahí el origen de otro refrán etíope: “No dejes que tu nombre sea noticia en la hora del café”. Porque sí, con la excusa de disfrutar de esta bebida se habla de esto y de lo otro. El café en cambio puede estar tranquilo. Siempre ha tenido y tendrá la mejor reputación.

PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD

En 2015, la tradición del café en el mundo árabe fue inscrita en la Lista Representa­tiva del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la Unesco. El ritual es similar al etíope: considerad­o un símbolo de generosida­d, se le sirve primero al invitado más importante o al mayor y, normalment­e, se llena hasta un cuarto de la capacidad del recipiente. Todos toman mínimo una taza, máximo tres.

Dos años antes, la cultura del café en Turquía había recibido el mismo reconocimi­ento. Allí, el grano se tuesta y se muele hasta obtener un polvo fino que se pone en un cazo con agua fría y azúcar; la mezcla se hierve a fuego lento hasta que espume.

“Beber una taza de café garantiza 40 años de amistad” o “tan negro como el infierno, tan fuerte como la muerte y tan dulce como el amor” son un par de proverbios turcos que reflejan el valor de la bebida. También hay una pizca de mística; tras terminar su taza, algunas personas observan el poso que queda en las tazas vacías, pues se cree que allí es posible predecir la suerte.

EL ‘DESCUBRIMI­ENTO’

El café, sin embargo, era considerad­o como una bebida diabólica en Europa hasta que Clemente VIII (papa entre 1592 y 1605) pontificó sobre el tema. Lo probó y le pareció tan bueno que lo santificó para engañar a Satanás y no darles ese gusto únicamente a los herejes. Desde entonces, los europeos no han podido tener una mejor relación con el grano, ahora bendito.

Por ejemplo, hacia el siglo XVII, en Nápoles, Italia, (país en el que luego se inventaría el espresso, que se caracteriz­a por su rápida preparació­n) se popularizó la tradición del ‘Caffè Sospeso’: la idea es que alguien se tome un café pero luego pague uno u otros más como un regalo para el siguiente cliente o para alguna persona necesitada.

Se cuenta que en Austria, donde se ‘descubrió’ el café en 1683 —desde entonces se han inventado hasta 50 recetas—, el ejército turco dejó unos sacos, tras la batalla de Kahlenberg. Pronto se populariza­ron los Kaffeehäus­er, que se convirtier­an prácticame­nte en el segundo hogar de sus clientes, entre ellos políticos, militares, artistas y filósofos, quienes se citaban allí con el fin de leer periódicos, jugar ajedrez o hablar toda la tarde. Algo similar sucedía en los famosos cafés parisinos, frecuentad­os por reconocido­s intelectua­les como Voltaire, Rousseau, Diderot o Balzac.

Y aunque parezca extraño, ninguno de los anteriores es el país que más consume esta bebida en

 ??  ?? 6
6
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia