GLÜHWEIN, EL AROMA DE LA NAVIDAD
LOS INVIERNOS EN EUROPA HUELEN A CANELA, CLAVO, ANÍS Y CÁSCARA DE NARANJA. LAS FAMILIAS, LOS NOVIOS Y LOS AMIGOS SE REÚNEN EN LAS PLAZAS POR LAS NOCHES Y BEBEN GLÜHWEIN PARA CALENTARSE.
GLÜHWEIN, QUE EN ESPAÑOL SIGNIFICA VINO
caliente, es una bebida tradicional europea que se elabora a partir de vino tinto o blanco, algún destilado o licor y especias. Suele tomarse durante la época de invierno y las mejores versiones son las de los puestos callejeros de las ferias navideñas que se instalan durante la temporada en plazas, a lo largo de toda Europa occidental. Aunque comúnmente se piensa que es originaria de Alemania, al parecer provino del Conditum Paradoxum, un vino macerado con frutas y miel que, según Marco Gavio Apicio —gastrónomo del siglo I d. C., autor del recetario en latín De re coquinaria— se servía durante la época del Imperio romano. Cuenta Apicio que el Conditum Paradoxum se preparaba a partir de un dulce de dátiles, uvas pasas y miel, el cual se aromatizaba con un poco de vino, pimienta y azafrán. Este dulce se hidrataba con suficiente vino, se dejaba reposar y luego se colaba.
Como muchas otras, la tradición del Glühwein no tardó en cruzar el océano y es usual encontrar hoy un vino caliente en la sección de coctelería de los menús de bares y restaurantes en nuestro continente. Y aunque es una bebida para cualquier noche fría del año, durante la época navideña se hace más apetecible ya que funciona muy bien para maridar con los postres y pasabocas típicos de estas fiestas.
El servicio ideal es en recipientes transparentes para que se pueda apreciar el juego de colores mientras se bebe. Si no se cuenta con vasos gruesos o tazas de asa traslúcidas, puede servirse en pocillos de cerámica o peltre, colocando alguna decoración por fuera del borde. Nada mejor que ser recibido, en noches frías de novenas, con un humeante vaso de este coctel para calentarse y reconfortarse. Una segunda ronda se puede servir para acompañar panettone, natilla con buñuelos o arroz con leche.