Tan claro como el agua Recetas
ES COMÚN PENSAR QUE HIDRATARSE CONSISTE EN “TOMAR ENTRE OCHO Y DIEZ VASOS DE AGUA AL DÍA”. PERO HAY OTRAS FORMAS DE GARANTIZAR UNA INGESTA SUFICIENTE DE LÍQUIDOS.
ENTRE EL 60 Y EL 70 POR CIENTO DE NUESTRO
cuerpo está compuesto por agua, así que es apenas lógico que mantenerse hidratado sea fundamental para garantizar que todas las funciones vitales del organismo se cumplan bien.
Tomar agua acelera el metabolismo, mantiene los niveles de energía arriba, lubrica las articulaciones y los músculos, nutre la piel, ayuda a la digestión, reduce la aparición de cálculos renales, regula la temperatura corporal y contribuye a la eliminación de toxinas. No obstante, ‘mantenerse hidratado’ no solo se logra a través de este mineral. Sopas, café, infusiones, frutas, verduras… Hay muchos alimentos que también podemos usar para quitar la sed.
CINCO ALIMENTOS REPLETOS DE AGUA Pepino cohombro:
según el departamento de agricultura de Estados Unidos (Usda, por sus siglas en inglés), este es el alimento sólido con mayor cantidad de agua de todos (casi el 97 por ciento de su composición). También tiene un buen porcentaje de vitaminas K y C, y de fibra.
Sandía: fresca y dulce, esta fruta se vuelve, literalmente, agua en la boca. Además de tener un 92 por ciento del líquido, es alta en licopeno, sustancia que ayuda a prevenir enfermedades cardíacas y del colon.
Tomate: además de ser fundamental en la cocina colombiana, está en un 94 por ciento compuesto de agua. Combinándolo con pepino, lechuga y apio, el resultado es una ensalada superhidratante.
Lechuga romana: crocante pero ligera, se usa como base de ensaladas. Otra bomba de agua bajísima en calorías y muy refrescante.
Apio: es especialmente alto en fibra y en agua (con un nivel superior al 96 por ciento). Además, se recomienda como remedio natural para la gastritis y el reflujo.
Fresas: de todos los frutos rojos, las fresas son las que más agua tienen. También son altísimas en nutrientes como ácido fólico, potasio y vitamina C ideales para el fortalecimiento del sistema inmunológico.
ABAJO LOS MITOS
Como casi todos los temas relacionados con la salud y la nutrición, hay un montón de ruido que termina confundiendo más que informando. Estos son cinco de los mitos más comunes que pululan sobre el tema del agua. Hay que tomar, mínimo, dos litros diarios de agua: no necesariamente. El requerimiento de agua es distinto para cada persona y depende de la edad, el nivel de actividad f ísica y el estado de salud en general. Un buen indicador para saber si una persona está hidratada o no es el color de su orina: ni muy oscura ni transparente; amarillo claro es lo ideal.
Solo se logra estar hidratado tomando agua: más o menos. Si bien es importantísimo tomar agua natural, también hay que tener en cuenta que hay alimentos que la contienen: frutas, verduras e inclusive, algunas proteínas. También la obtenemos al ingerir infusiones aromáticas, café y sopas. Eso sí, no se trata de usar bebidas azucaradas para tratar de mantenerse hidratado. Necesitamos bebidas isotónicas para hidratarnos: no necesariamente. En el caso de los deportistas de alto rendimiento, de ciertas enfermedades y/o de algunas condiciones del clima, sí. De lo contrario es mejor no tomarlas.
Debemos beber agua solo cuando tenemos sed: ¡No! De hecho, sentir el deseo de tomar algún líquido ya indica que la persona presenta un grado leve de deshidratación y hay que evitar como sea esa sensación.
Solo cuando sudamos, estamos perdiendo agua: falso. Además del sudor y de la orina, perdemos agua cuando metabolizamos y digerimos los alimentos. Incluso, perdemos hasta el 20 por ciento del agua del cuerpo respirando.
La mayoría de las veces la sensación de hambre aparece porque estamos deshidratados. Pruebe tomando un poco de líquido cuando sienta hambre.