JEANS
No creo que haya pasado más de dos días seguidos en mi vida sin unos jeans; tal vez algunas vacaciones largas en la playa, nada más. Incluso en mis recuerdos más lejanos me veo con jeans desteñidos bota campana y una camiseta polo de rayas rojas y negras. En mi adolescencia también puedo verme con jeans y una camiseta Gotcha con el estampado de un tiburón en la espalda. Todavía hoy –en la foto que acompaña esta carta– estoy con jeans y una chaqueta de cuero. El denim es eterno (lo usaron Marlon Brando, James Dean, lo usarán las estrellas por los siglos de los siglos); no hay nada más cómodo, más versátil y con tanta facilidad para acomodarse sobre nosotros. Yves Saint Laurent decía que era el invento que le hubiera fascinado que saliera de su cerebro.
Los jeans –estoy totalmente convencido– estimulan nuestra imaginación. El uniforme de Steve Jobs para crear el imperio de la manzana era un saco negro con cuello de tortuga, tenis y jeans. Marty McFly fue y volvió al futuro con unos jeans y una patineta. Y el dresscode para acelerar al máximo un precioso Ford Mustang es con unos jeans y una chaqueta de cuero, pueden preguntarle a Katalina Otálvaro y a Juan Felipe Samper (pág. 86) en nuestro emocionante editorial de moda.
Y, por supuesto, Lucy Vives, la increíble protagonista de nuestra portada, también tiene como segunda piel unos jeans y una frase de Platón. Esta edición tiene la textura del denim. Hay un sticker (pág. 22) que seguramente pegarán con la pasión de un adolescente en la misma revista o en un lugar especial. Y un regalo para nuestros suscriptores (pág. 28) que guardarán en su billetera con una inmensa sonrisa.
Y para prepararse para el mundial tenemos un especial con los goleadores de cada cita orbital desde 1930.