ESPACIO
ILUSTRE
“Un amigo mío me dijo que su papá, que en paz descanse, unos meses antes de morir le dijo que Ilustre le había devuelto las ganas de vivir”, cuenta Nicolás Vergara. Él y su primo Juan Camilo Vergara son los creadores de uno de los nuevos espacios culturales de Bogotá.
La idea de Ilustre empezó cuando Juan Camilo –recién llegado de Rusia y con un doctorado en Historia Rusa del siglo XIX– buscaba un espacio para compartir todo lo que había aprendido por fuera de la academia. “Fue en el salón comunal de mis papás y llegaron poquitas personas, pero llegaron. Poco a poco fue creciendo”.
Ahora, Ilustre es diferente: una bodega en Usaquén con asientos de cuero. Ya no solo se presenta Juan Camilo, sino una amplia gama de panelistas que hablan desde los logros de Leonardo da Vinci hasta la espiritualidad e influencia del budismo. Son panelistas con maestría o doctorado, compañías de teatro… Y en un par de ocasiones ha estado Juan Camilo Araoz tocando el laúd y la tiorba: “Estos no son eventos sociales disfrazados de espacios culturales. La gente que viene, viene realmente porque está interesada en el tema”, dice Nicolás. Esa es la consigna con la que se distancian de la antigua forma en la que se daban este tipo de espacios en Bogotá.
No hay garantías de que los eventos que se realizan en Ilustre vayan a darle sentido a la vida de todos los asistentes. Pero nadie se puede quejar de que no se aprende algo nuevo: “Creo que lo más bonito es que, de pasar de no saber un tema, empiezas a conocer, a investigar, a leer por tu propia cuenta”.