HANDS-ON: TURBO LEVO
Después de cinco minutos de usar una Turbo Levo por trochas y terrenos montañosos, uno puede mirar hacia una pendiente imposible de ascender para alguien que no entrene con devoción todas las semanas, y decirse a sí mismo: “Puedo hacerlo”. La sensación de poder sobre los terrenos difíciles es exactamente lo que busca Specialized con sus nuevas bicicletas asistidas de montaña, la Turbo Levo y la Turbo Kenevo, esta última para terrenos aún más abruptos.
Hay que tener claro que una bicicleta asistida no es una moto y menos aún una de esas bicicletas con motor de dos tiempos que andan por las ciclorrutas: la Turbo Levo requiere que una persona pedalee en todo momento, como una bicicleta normal, pero el pequeño motor eléctrico Specialized 2.1 hace que cada patada brinde hasta 410 % más de potencia. Para quienes crecieron con la bicicleta tradicional (ya saben, esa que apenas lleva cien años en el mercado) puede ser un poco raro al principio. La experiencia de pedalear con tanta facilidad y de sentir que cada revolución da mucha más energía puede desconcertar, pero con el tiempo el ciclista no solo se acostumbra, sino que agradece la ayuda en las cuestas más inclinadas.
Además, como es la tendencia en todos los gadgets modernos, la Turbo Levo puede integrarse con un celular a través de la aplicación Mission Control, que permite controlar la potencia, revisar el nivel de carga de la batería y cambiar los modos de asistencia con solo deslizar el dedo.
Esto, sumado al marco liviano, los frenos de disco y a la suspensión optimizada para trochas y caminos descuidados, hace que no sea raro imaginar la Turbo Levo y la Turbo Kenevo como una nueva tendencia en el mundo del ciclismo.