¿Qué están haciendo las universidades para internacionalizarse?
Para aumentar la salida y entrada de conocimiento al país, la academia busca constantemente aliados, convenios y presupuesto que le permita abrirse al exterior.
La idea que tenían las instituciones de educación superior en un principio sobre la internacionalización se basaba en enviar a sus estudiantes por el mundo para enriquecer su proyecto de vida, ensanchar sus experiencias y, de paso, promocionar su alma máter.
Con el tiempo, y como lo explica Luz Mónica Martínez, coordinadora de Movilidad de la Universidad de Caldas —la que más extranjeros recibe en el eje cafetero—, “se dieron cuenta de que también podían aprovechar los convenios con sus pares en otros lugares del mundo para mejorar sus currículos académicos”.
Este hallazgo, del que se han empezado a beneficiar las instituciones ,sobretodo en la última década, provocó que la academia empezara a mirar más allá de sus fronteras para transformar sus programas y ofrecer la modalidad de doble titulación con miras a la internacionalización. Es decir, lograr que sus estudiantes consigan un título en su universidad de origen y otro en una extranjera. También comenzaron a fomentar el bilingüismo entre los matriculados. Todo esto, de cara también a alcanzar la acreditación internacional en ciertas áreas y programas académicos.
Con este objetivo, las universidades han trabajado para posicionar al país como un gran centro de conocimiento al que puedan llegar y salir estudiantes, investigadores y profesores, no solo a través de sus convenios con distintos estados del mundo, sino a partir de las redes nacionales e internacionales que ayudan a movilizar el conocimiento.
Por ejemplo, la Universidad del Rosario paga por estar en la red Colombia Challenge Your Knowledg (CCYK), una plataforma que divulga en el extranjero la investigación y los programas que se desarrollan en Colombia, con el fin de posicionar al país en temas académicos y científicos. A esta red también pertenece la de Caldas, la Eafit y la Sabana, entre otras universidades.
“Colombia se está conviertiendo en un campus diverso para estudiantes nacionales y extranjeros, así como un aliado importante y confiable en programas de estudios internacionales”, asegura David Julien, secretario Ejecutivo del Congreso de las Américas sobre Educación Internacional (Caei).
Actualmente el Ministerio de Educación (MEN) les exige a las universidades tener estrategias y programas para aumentar el nivel de internacionalización y así acreditarse como instituciones de alta calidad. Sin embargo, para Daniel Gómez
González, jefe de Internacionalización de la Universidad del Rosario, es muy poco el apoyo presupuestal que reciben del gobierno para estos fines, porque todavía “no existe una política de internacionalización para apoyar a las universidades en esta labor”.
Aún así, el fruto de estos esfuerzos se han materializado en los rankings mundiales como el QS, donde cada vez más universidades del país se están posicionando en el mundo debido a su calidad educativa. Otro indicador que demuestra el buen desempeño de las universidades en este tema es la llegada el año pasado de 6.500 extranjeros por motivos educativos, según cifras de Migración Colombia. De hecho, el Instituto Internacional de la Unesco para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (Iesalc) y la Asociación Colombiana de Universidades (Ascun) inaugurarán el 8 de septiembre un centro nacional de internacionalización con el fin de impulsar esta cuestión en el país.
Semana Educación explica cuáles son los frentes en los que está trabajando la academia para alcanzar un impacto siginificativo en la internacionalización: