América Latina, a invertir en habilidades para la vida
Según una investigación del Banco Interamericano de Desarrollo, la región está rezagada en el desarrollo de habilidades. Tendrá que invertir en mejorar este tipo de aprendizaje si espera ser competitiva en el mundo moderno.
El sector laboral está cambiando. Muchas de las actividades operativas de hoy se podrán robotizar, por lo que las empresas están buscando personas con habilidades en resolución de problemas, pensamiento abstracto, creativo y capacidades sociales, lo que implica grandes retos para el sector educativo. Las políticas públicas, particularmente en los países con recursos más limitados, tienen que plantearse cómo invertir en educación y garantizar la formación de las capacidades laborales en todas las etapas de la vida. Motivado por esta realidad, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) adelantó el estudio públicas para el desarrollo de habilidades, el cual encontró que América Latina tendrá que mejorar las destrezas de su fuerza laboral. ¿Cuáles son estas destrezas? La investigación las define como capacidades innatas o adquiridas que aumentan la productividad de un individuo. Estas se dividen en específicas, que aumentan la productividad en un campo particular, y generales, que mejoran la productividad en una amplia gama de ocupaciones. Estas, a su vez, se pueden clasificar en habilidades cognitivas (memoria a largo plazo y diversas funciones mentales), socioemocionales (manejo de las emociones propias y de los demás) y académicas (conocimiento de conceptos y disciplinas). A pesar de que la inversión en educación es relativamente alta (cerca del 5 % del PIB, en promedio, la misma proporción que los países desarrollados), las habilidades de la región son bajas en comparación con países de nivel de desarrollo similar. Mientras que en otras naciones equiparables, el 50 % de los estudiantes alcanzan, al menos, la referencia más baja en las pruebas Pisa de Matemáticas, en América Latina solo lo hace el 35 % de los participantes. Lo más preocupantes es que estas deficiencias se extienden a la adultez. De acuerdo a la Evaluación Internacional de las Competencias de Adultos, realizada en 2015 por la Organización para la Coopera-