YESENIA ORTIZ GARCÍA PROFESORA EN TARAIRA #BUSUA KOAJ0-BADI
Nací en Cartagena y desde hace 18 años ejerzo como docente en el Colegio Departamental de Taraira, en el Vaupés. Me convertí en profesora porque desde siempre he pensado que los niños son una fuente de riqueza y sabiduría. Desde que llegué a esta tierra indígena me he esforzado por ofrecerles a los pequeñitos escenarios en los que puedan construir su identidad como personas e individuos de su cultura, para que puedan soñar y convertirse en lo que quieran. Cuando llegué a esta tierra, me llevé una gran sorpresa: noté que los niños tenían mucha pena de hablar en su propia lengua y mostrar sus costumbres. Acá, alrededor del río Apaporis, hay muchas comunidades indígenas; están los Macuna, los Tanimuca, los Letuama, los Cabiyari y los Yauna, por ejemplo. Muchos de los niños a los que les enseño viven lejos del casco urbano, en su comunidad. Cuando están allá, hablan sus idiomas pero, cuando llegan, se encuentran con la tecnología, con la televisión y los celulares, y poco a poco van dejando su cultura a un lado. Entonces, junto con el psicólogo de la comisaría de familia, trabajamos con los padres de familia. A ellos les pedimos que recordaran aquello que más les gustaba de su cultura cuando eran pequeños, y les solicitamos que les transmitieran a sus hijos eso que nunca querían que se les olvidara. Hicimos eventos de bailes y trajes típicos. Además, los padres les enseñaron a sus hijos a tejer. Al final, todos los niños expusieron sobre su tradición. Es muy lindo ver que ahora, mientras dicto clase, a veces los chicos me interrumpen para contarme cómo se dice lo que digo en su lengua. Así fue como pude integrar a las comunidades con sus lenguas y hacerlas orgullosas de su identidad.