Una lucha por la inclusión
La Universidad ECCI le apuesta a una educación inclusiva y de calidad, por ello cuenta con programas pensados para el buen desarrollo de los estudiantes.
Con la puesta en marcha de la educación superior formal por ciclos propedéuticos, más personas han tenido acceso a formación académica. Precisamente la Universidad ECCI ha sido pionera en la materia. Desde 1977, y con tan solo cuatro programas, la institución empezó a trabajar con este modelo de educación. En un principio manejaba ciclos técnicos, para luego darle paso a planes tecnológicos y, después, a estudios de pregrado y posgrado. Hoy, la Universidad ECCI ofrece más de 35 programas académicos y cuenta con 20.000 estudiantes.
BENEFICIOS PROPEDÉUTICOS
La formación por ciclos propedéuticos ofrece múltiples ventajas para sus estudiantes, pues al iniciar con un ciclo tecnológico los costos son más bajos y todos los créditos cursados son reconocidos en el siguiente nivel. Adicionalmente, los estudiantes tienen la posibilidad de incursionar en el mundo laboral de manera más rápida. “Si el estudiante se forma primero como tecnólogo en Mecánica Automotriz, ese aprendizaje es válido para ser posteriormente ingeniero mecánico, porque ya tiene la formación en ciencias básicas, más la parte técnica y tecnológica de la mecánica, y puede continuar sus estudios. Así, los costos son mucho más bajos y la persona adquiere un proceso formativo más estricto”, afirma Fernando Arturo Soler, rector de la Universidad ECCI. Este método educativo ofrece a los estudiantes horarios flexibles que les da la posibilidad de trabajar y estudiar al mismo tiempo, un factor que ha hecho que la educación por niveles esté creciendo. Actualmente, el 85% de los estudiantes de la Universidad ECCI están vinculados a la formación por ciclos propedéuticos.
UNIVERSIDAD PARA TODOS
La Universidad ECCI también cuenta con un programa de inclusión para personas en condición de discapacidad auditiva: “El programa está dirigido, en primera instancia, a estudiantes que tengan limitación auditiva, que como no tienen problemas con el entorno, pueden ver, distinguir, asimilar y se concentran en los temas de una forma muy especial y particular”, agrega Soler. Actualmente, la universidad cuenta con más de 100 estudiantes inscritos en 35 programas dentro del proyecto de inclusión. De hecho, esta iniciativa ha dado varios frutos en la institución. Un caso destacable es el semillero de investigación en Robótica Inclusiva IEEE, que se convirtió en el primer grupo de su tipo en participar en el Torneo Internacional de Lucha de Robots de Sumo, celebrado tradicionalmente en Japón. Adicional a eso, a través del semillero la universidad viene trabajando con la Fundación Domynet y la comunidad sorda de algunos colegios distritales de Bogotá para promover la inclusión a través de la robótica. La Universidad ECCI es una institución de educación superior vigilada por el Ministerio de Educación Nacional y comprometida con el fortalecimiento de la inclusión y la educación colombiana.