Educación, el principal seguro ante la automatización
SEMANA EDUCACIÓN (S.E.): El Banco Mundial viene hablando de una “crisis en el aprendizaje”. ¿Qué significa eso?
JAIME SAAVEDRA (J.S.): A nivel mundial ha habido un avance en términos de que más chicos están en la escuela. Pero, lamentablemente, eso no se traduce en más aprendizajes. En un país típico de América Latina, la mitad de los chicos que están en la escuela no logran los niveles mínimos en matemáticas, ciencias y comprensión lectora. Eso nos lleva a un conjunto de temas a trabajar relacionados con la educación básica, por un lado, y con la educación de adultos, por el otro. Piensa nada más en el reto que tenemos con el stock de egresados que han salido desde hace 15 años con condiciones educativas de baja calidad y que se han ido acumulando en el mercado de trabajo. ¿Cómo darle las capacidades básicas a chicos que ya pasaron su vida escolar? Esa es otra gran área compleja que se nos viene a nivel global.
S.E.: Sobre eso, ustedes vienen trabajando su próximo Informe de Desarrollo Mundial sobre el mercado laboral ¿Nos puede adelantar algo de lo que encontraron?
J.S.: Con todos los procesos de automatización, robotización e inteligencia artificial, lo que vemos es que se están acabando viejos empleos a nivel global y se están creando otros nuevos que hace unos años ni conocíamos. No sabemos exactamente cuáles serán los trabajos pertinentes. Pero sabemos que el principal seguro ante esta realidad es la educación. Tener un conjunto de habilidades y competencias básicas va a ser lo único que te asegure que puedas sobrevivir en un mercado de trabajo incierto los próximos 40 años.
S.E.: ¿Cuáles son esas competencias?
J.S.: Se habla de dos asuntos. Uno de ellos es el aprendizaje de competencias socioemocionales: cómo asegurar en las escuelas que los chicos tengan todo el conjunto de habilidades blandas como la perseverancia, el trabajo en grupo, la empatía, el pensamiento crítico, etc. Estas siempre han sido importantes, pero ahora lo son más, particularmente el tema de aprender constantemente, de cara a los cambios laborales que vendrán. Lo otro son las competencias digitales, cada vez más importantes y en las que encontramos un desafío en varios países que, si no solucionamos, puede generar muchas inequidades. La tecnología es una herramienta que puede hacerte mucho más productivo, pero el acceso a ella está todavía muy diferenciado según los ingresos que tengas. Por eso lo tenemos que asegurar a todos los chicos, en particular a los que vienen de menores niveles socioeconómicos.
S.E.: ¿Por qué es necesario hablar de la inversión en capital humano?
J.S.: Es fundamental poner sobre la mesa otra vez el tema. Ese discurso ha estado en la discusión muchas veces, pero no ha tenido suficiente impacto sobre la inversión que se hace en la mayoría de países. De hecho, en este mundo de análisis macroeconómico siempre se oye que los sectores sociales son los soft sectors (sectores suaves), cuando en realidad no hay nada blando en elaborar una reforma educativa o de salud. Lo grave es que, en los países pobres y de ingreso medio, estas carteras –que necesitan reformas excesivamente complejas– rara vez tienen burocracias con el mismo nivel de calificación que un Ministerio de Economía. Ustedes tuvieron de ministro de Salud y la Protección Social a Alejandro Gaviria (no puedes pedir más que eso), pero esa no es la regla en los países en vía de desarrollo.