Educación dual, ¿la solución para la falta de experiencia en los jóvenes? Este modelo es común en países europeos:
en Francia los estudiantes pueden acceder si están entre los 16 y los 29 años. ¿De qué se trata y qué la diferencia?
La alternancia entre la clase magistral y la práctica en el trabajo es el principal diferenciador de la educación dual. Es decir, en un periodo de seis meses los estudiantes estarán tres meses en el aula y tres en una empresa.
Este modelo es común en países europeos; en Francia, los estudiantes pueden acceder a este tipo de educación si están entre los 16 y los 29 años. En este proceso tienen un maestro que los acompaña durante su formación, pero adicionalmente están en contacto con los 'centros de formación de aprendizaje o unidades de formación de aprendizaje', instituciones que proporcionan formación tecnológica y práctica.
El aprendiz debe recibir una remuneración y firmar un contrato, para el caso de Francia los salarios se determinan según la edad y el tiempo de formación que llevan en el 'centro de aprendizaje'. Por ejemplo, para 2019, si el estudiante tenía 18 años durante el primer año recibió el 27 por ciento de un salario mínimo; en el segundo año, el 39 por ciento y para el tercero, el 55 por ciento.
La Ocde también ha destacado el caso de Dinamarca, en donde la educación superior dual está “respaldada por un sistema de tasas a los empleadores. Todos los empleadores, públicos y privados, contribuyen al Fondo de Reembolso de Empleadores con una cantidad fija por cada empleado”, ha dicho la organización. Una parte de estos fondos es utilizada para pagar el salario de los aprendices, que está entre el 40 y el 50 por ciento del salario mínimo.
Por otra parte, Miguel Ángel Suvires García, director del Área de Educación de la Universidad Internacional de Valencia, destaca no solo los beneficios en materia de aprendizaje, sino de enganche laboral. “Los datos de empleabilidad de este modelo están en torno al 75 por ciento, alcanzando incluso el 90 por ciento, 13 puntos por encima de la formación profesional tradicional”, dice.
Para Suvires, este modelo mejoraría la empleabilidad de los egresados y con la colaboración universidad-empresa se debe romper con el enfrentamiento que en ocasiones existe entre estos dos ámbitos.
Con este modelo los estudiantes pueden obtener conocimientos sobre los procesos y el desempeño laboral
una para recibir acompañamiento en el proceso de adopción de esta metodología y la segunda para desarrollar un programa en el sector de microfinanzas.
Adicionalmente, en el país ya hay algunas universidades que adelantan programas de educación superior dual. Instituciones como la Universidad Autónoma de Bucaramanga y la Autónoma de Occidente de Cali tienen el programa de administración de empresas dual, que dura entre siete y ocho semestres, y cuyo valor es similar al del pregrado tradicional de esa carrera. Asimismo, la Uniempresarial es el gran referente en el país en este modelo. Todo su portafolio académico de pregrado es de educación dual, ya que tiene convenio con 335 empresas afiliadas a la Cámara de Comercio de Bogotá, entidad que fundó y respalda a la institución de educación superior.
Este modelo es una oportunidad para que la academia y el sector productivo tengan una relación más cercana y el estudiante se forme en las competencias que el mercado laboral está exigiendo.
“La empleabilidad de este modelo ronda el 75 por ciento, en algunos casos incluso el 90 por ciento, 13 puntos por encima de la formación tradicional”.