Niños y cuarentena: la generación covid-19
Save the Children realizó la mayor encuesta mundial, con más de 25.000 personas, sobre el impacto de la pandemia en los niños y sus familias. Los resultados encendieron las alarmas.
“Ayuden a todos los niños para que podamos estudiar mejor. Yo no tengo acceso a internet o tecnología, así que no he aprendido mucho durante los últimos meses”. Esa fue una de las respuestas de una niña colombiana de 15 años que participó de la encuesta global que Save the Children realizó, con 25.000 niños y adultos de 37 países, sobre el impacto de la pandemia.
Los resultados muestran un panorama devastador para esta generación de menores, que están viendo serias dificultades en su desarrollo y aprendizaje. Si para un profesor no era tarea fácil captar la atención de 25 estudiantes en un salón, adelantar las materias mediante vías tecnológicas, o incluso sin supervisión directa del docente, se ha convertido en todo un desafío para los colegios y para las familias.
Por ejemplo, el informe ‘Protect a Generatión’ reveló que en el mundo ocho de cada diez niños sintieron que estaban aprendiendo poco o nada, y dos tercios de los padres informaron que su hijo no había establecido contacto con los maestros desde que cerraron sus escuelas.
“La covid-19 incrementó las desigualdades existentes en nuestra región. Los niños y niñas más vulnerables están sufriendo un impacto tremendo en cuanto a acceso a servicios de salud, alimentación, educación y protección”, dijo Victoria Ward, directora regional de Save the Children para América Latina y el Caribe.
Los problemas en el aprendizaje están relacionados con la falta de apoyo en el proceso pedagógico de los niños. Llevan casi seis meses estudiando sin una guía clara. En América Latina casi el 36 por ciento de los padres y cuidadores informaron que no apoyan a los menores o que los apoyan solo un poco con su aprendizaje en el hogar. Además, casi el 46 por ciento de los pequeños dijeron que necesitaban más materiales de aprendizaje.
Muchos Gobiernos identificaron este problema y tratan de hacerle frente. En varios países europeos, donde apenas comienzan el año escolar, aprovecharon las vacaciones de verano para nivelar algunas competencias; no obstante, aún no es claro el rezago de algunos estudiantes que no tuvieron la posibilidad de conectarse durante la cuarentena. En el caso de Colombia, la ministra de Educación, María Victoria Angulo, anunció que con el Icfes están diseñando mecanismos que acompañen a las instituciones y estudiantes a identificar las brechas para crear estrategias de nivelación y fortalecer los procesos de calidad: “Este es un año atípico en el sistema, que nos exige redoblar esfuerzos y tener en la óptica de evaluación el aprendizaje y desarrollo integral de los niños, niñas y jóvenes”.
En América Latina
alimentos son demasiado caros, según manifestó el 43,3 por ciento.
La directora regional de Save the Children hizo un llamado a los Gobiernos para que tomen acciones urgentes a favor de la niñez: “Es necesario asegurar que todos los niños y niñas regresen a la escuela y que accedan a mejores sistemas educativos (...) Se deben ampliar las disposiciones nacionales de protección social, brindar servicios de protección infantil, protección frente a la violencia de género y salud mental”.