¿Por qué estudiar en una universidad acreditada?
Ante el aumento de la oferta de programas académicos en el país, a la hora de elegir hay que tener en cuenta la acreditación de alta calidad.
altos niveles de formación, garantizan el aprendizaje integral de sus estudiantes, hacen seguimiento a los egresados y cuentan con los recursos suficientes. Esto representa una garantía de calidad a los estudiantes y sus familias que están indecisos sobre su decisión, aunque, claro está, usualmente estas universidades son más costosas dado que, con el fin de cumplir con los requisitos para conseguir la acreditación, deben hacer cuantiosas inversiones en personal docente e infraestructura, entre otros aspectos.
Cifras del Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana (LEE) indican que la proporción de profesores con doctorado de una universidad con acreditación en alta calidad frente a una que no lo tiene es de 6 a 1.
Asimismo, el LEE precisó que desde 2009 hasta 2018, las IES acreditadas tienen un gasto operativo (son gastos asociados a la docencia, la investigación y otras actividades pedagógicas de las universidades) promedio de 6.458.684 pesos por estudiante, mientras que las no acreditadas tienen un gasto operativo promedio de 3.674.368 pesos por cada alumno.
Esto implica una diferencia de 2.728.316 pesos por estudiante en promedio entre ambos tipos de instituciones.
Si bien las IES con acreditación tienen matrículas más costosas que las que no, esta inversión se puede ver remunerada una vez los estudiantes se gradúen y salgan al mercado laboral. Cifras del Observatorio Laboral del Ministerio de Educación muestran que un recién egresado de una institución acreditada de alta calidad recibía un salario promedio de enganche de 1.899.592 pesos, frente a 1.664.788 pesos que obtenía quien salía de una no acreditada.
Pero, ¿si es tan bueno tener acreditación por qué tan pocas universidades están certificadas? Para Javier Duván Amado, director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Instituciones de Educación Superior con Formación Técnica Profesional, Tecnológica o Universitaria (Aciet), el país ha dado buenos pasos en este sentido, por lo que se
en instituciones colombianas de educación superior que no tengan esta certificación. El problema radicó en que muchas regiones del país no contaban con IES acreditadas, razón por la que en el primer semestre de ese año los créditos cayeron hasta 70 por ciento.
Por esta razón, el entonces presidente Juan Manuel Santos revirtió la decisión y flexibilizó nuevamente el acceso a créditos educativos así la universidad no tuviera acreditación.
Varios expertos consultados consideran que este reconocimiento debería ser obligatorio y ser el mínimo requisito para que las IES puedan funcionar dado que existe una gran cantidad de universidades que cuentan con el aval del Estado para funcionar, pero son de muy mala calidad porque el primer filtro para operar es un requisito muy fácil de cumplir.