¿LOS COLEGIOS SON FOCOS DE CONTAGIO?
La reapertura de planteles educativos atemoriza a las familias, que en su mayoría aún se oponen a enviar a sus hijos. Sin embargo, la evidencia indica que las instituciones educativas son espacios más seguros que otros a los que sí tienen acceso los niños.
Seis meses después de la llegada de la pandemia a Colombia y con la reactivación económica en marcha, muchos expertos reclaman que 10 millones de estudiantes regresen a las aulas lo más pronto posible. Los niños esperan reencontrarse con sus amigos, pero este asunto es uno de los más espinosos de la nueva normalidad. En efecto, a varios padres les preocupa que sus hijos contraigan el virus en las escuelas, y prefieren continuar con la educación en casa.
En el país, desde septiembre algunas instituciones comenzaron con planes pilotos de reapertura. No obstante, la inmensa mayoría de los padres de familia no quieren enviar a sus hijos a los colegios, a pesar de las ya documentadas afectaciones en la salud mental y el aprendizaje. Así lo manifestó el 79 por ciento de familias a la Secretaría de Educación de Bogotá. En redes sociales, algunos acudientes aseguran que prefieren seguir con la enseñanza en casa a arriesgar a sus hijos al contagio.
Varias sociedades científicas han hecho un llamado a tener en cuenta la evidencia para tomar decisiones respecto a la reapertura de colegios. Un estudio llevado a cabo por el Gobierno del Reino Unido, por medio del Public Health England (PHE), derribó algunos mitos sobre los riesgos de la reapertura en las instituciones educativas, siempre y cuando cumplan todos los protocolos de bioseguridad.
Hicieron la investigación entre junio y julio en las escuelas de Inglaterra, cuando el número de alumnos asistentes a clases presenciales pasó de 475.000 a 1.646.000. Tras las muestras en los colegios, solo se detectaron 67 casos individuales de estudiantes afectados y 30 brotes entre alumnos y profesores. Es decir, solo 0,01 por ciento de los entornos educativos abiertos tuvo un brote. “Los niños tenían más probabilidades de contraer la infección por SARS-COV-2 en el hogar que en la escuela”, dice el informe que ya fue presentado a la revista The Lancet.
“Los brotes de coronavirus fueron poco comunes en los entornos educativos durante el primer mes después de la flexibilización del bloqueo nacional en Inglaterra (...) Las intervenciones adicionales deben centrarse en reducir la transmisión dentro y entre los miembros del personal, y en que todos desempeñen su papel al lavarse las manos, cubrirse la cara, mantener la distancia y hacerse una prueba si tienen síntomas”, explicó el doctor Shamez Ladhani, del PHE.
El experto recordó que en el mismo periodo en el que se registraron 67 casos de contagios en las escuelas, hubo 25.470 casos en Reino Unido.
En cuanto a la manera en que se originaron los brotes en las instituciones, la investigación indicó que se dio principalmente por cuenta de los trabajadores, y no de los estudiantes. La fuente probable en 20 de los 30 brotes que se registraron en los colegios fue la transmisión de personal a personal o de personal a estudiante. La propagación de estudiante a personal fue la fuente probable en seis casos, y de estudiante a estudiante, en dos. La fuente de transmisión no pudo establecerse en dos brotes.
“Cuando los niños contrajeron la infección, era más probable que se hubieran contagiado de covid-19 en casa, generalmente de uno de los padres. La mitad de los brotes no involucró a ningún estudiante, y la transmisión entre estudiantes fue muy rara”, concluye el trabajo.
EVIDENCIA EN OTROS PAÍSES
Un informe de la revista científica Nature recopiló datos en el ámbito mundial que han demostrado que los colegios pueden reabrir de manera segura cuando la transmisión comunitaria es baja. “Las escuelas y los centros de cuidado infantil parecen proporcionar un entorno ideal para la transmisión del coronavirus porque grandes grupos se reúnen en el interior durante largos periodos de tiempo”, dice Walter Haas, epidemiólogo de enfermedades infecciosas del Instituto Robert Koch en Berlín. Sin embargo, las infecciones por covid-19 siguen siendo mucho más bajas entre niños que entre adultos, asevera.
“Cuando los niños contrajeron la infección, era más probable que se hubieran contagiado de covid-19 en casa, generalmente de uno de los padres": doctora Shamez Ladhani, del Public Health England.
Pero incluso en lugares donde las infecciones de la comunidad estaban aumentando, los brotes en las escuelas eran poco comunes, particularmente cuando se tomaban precauciones para reducir la transmisión. Más de 65.000 escuelas reabrieron en septiembre en Italia, a medida que aumentaba el número de casos en el país. No obstante, solo 1.212 campus experimentaron nuevos brotes cuatro semanas después. En 93 por ciento de los casos únicamente se reportó una infección y solo una escuela secundaria tenía un grupo de más de diez personas infectadas.
En el estado de Victoria, Australia, donde surgió una segunda ola de infecciones por covid-19 en julio, también fueron raros los grandes brotes relacionados con escuelas y centros de cuidado infantil. Dos tercios de las 1.635 infecciones por coronavirus en las escuelas se limitaron a un solo caso, y 91 por ciento involucró a menos de diez personas.
En Estados Unidos, la transmisión comunitaria se mantuvo alta en muchos lugares cuando las escuelas reabrieron en agosto. Y la proporción de infecciones en los niños siguió aumentando, dijo a Nature Ashlesha Kaushik, pediatra de Sioux City, Iowa, y portavoz de la Academia Estadounidense de Pediatría.
Sin embargo, no está claro con qué frecuencia los brotes que se originan en los colegios contribuyen a la transmisión comunitaria. En efecto, otros factores, incluido el alivio de las restricciones sobre negocios y reuniones, también han contribuido al contagio.
Así mismo, los datos sobre brotes escolares en Inglaterra han demostrado que los adultos a menudo son los primeros en infectarse. La mayoría de los 30 brotes escolares confirmados en junio involucraron transmisión entre miembros del personal, y solo dos tuvieron que ver con la propagación de estudiante a estudiante.
Los investigadores sospechan que las escuelas no se han convertido en puntos calientes de covid-19, sobre todo porque los niños, especialmente los menores de 12 a 14 años, son menos susceptibles a infectarse que los adultos, de acuerdo con un metaanálisis de estudios de prevalencia. Y una vez que se infectan, los niños pequeños (incluidos los de 0 a 5 años) tienen menos probabilidades de transmitir el virus a otras personas, dice Haas.
En un análisis de las escuelas alemanas, el equipo de Haas descubrió que los contagios eran menos comunes en los pequeños de 6 a 10 años que en los mayores y los adultos que trabajaban en las escuelas. “El potencial de transmisión aumenta” con la edad, y los adolescentes tienen la misma probabilidad de transmitir el virus que los adultos, comenta. “Los adolescentes y los maestros deben ser el foco de las medidas de mitigación, así como el uso de máscaras o el regreso a las lecciones en línea cuando la transmisión comunitaria es alta”, agregó el experto.
En los Estados Unidos, la tasa de infección es dos veces más alta en los niños de 12 a 17 años que en los de 5 a 11 años. Según los datos sobre 200.000 alumnos de escuelas en 47 estados, recopilados por la economista Emily Oster en la Universidad Brown en Providence, Rhode Island, la incidencia fue más alta en los estudiantes de secundaria, seguidos por los de la escuela secundaria y luego por los de primaria.
No está claro por qué los niños pequeños parecen menos propensos a transmitir el nuevo coronavirus, dice Haas. Una posibilidad es que debido a que tienen pulmones más pequeños, son menos capaces de proyectar aerosoles infecciosos que los adultos. Haas asegura que esto ocurre en la tuberculosis. Sin embargo, en la tuberculosis la infección se transmite por lesiones en los pulmones; las infecciones por covid-19 son diferentes porque el virus infecta las vías respiratorias superiores. “La pregunta me desconcierta”, confiesa.
Otra posibilidad es que los pequeños tiendan a transmitir menos virus porque con mayor frecuencia son asintomáticos. En una investigación realizada en el Reino Unido con niños de 2 a 15 años de edad, hasta el 50 por ciento de los menores infectados no desarrolló síntomas.
“No existe transmisión cero o riesgo cero”, asegura Russell. “Pero el riesgo de infección en la escuela es bajo”, concluyó.
Los investigadores sospechan que las escuelas no se han convertido en puntos calientes de covid-19, sobre todo porque los niños, especialmente los menores de 12 años, son menos susceptibles a infectarse.