LA FORMADORA DE LOS CAMPESINOS DEL FUTURO
Para Miriam Jiménez Pérez la educación es la principal ruta para alcanzar el desarrollo del campo. Esta profesora de Uramita, Antioquia, creó hace 23 años la Corporación para la Investigación y el Ecodesarrollo Regional (CIER), donde al menos 1.200 estudiantes entre los 17 y 25 años aprenden a conservar las costumbres agrícolas de la región. “A través de la educación rural podemos dignificar la condición de ser campesino. Somos tratados como ciudadanos de segunda categoría. Si planteamos alternativas para lo rural desde lo rural, podremos prepararnos académicamente y tener esperanzas de un desarrollo más equitativo”, recalca Jiménez, quien estudió en la Universidad Nacional y regresó a su pueblo. El sueño de esta docente es expandir su propuesta pedagógica a más municipios de Antioquia, para que los campesinos no tengan que alejarse de sus tierras en busca de mejores oportunidades.