El poder de la tecnología
El mundo digital está transformando la educación superior. Es por eso que diferentes universidades han cambiado su paradigma gracias a las nuevas herramientas virtuales.
Democratizar el acceso a la formación y romper las fronteras del conocimiento es la meta que se han puesto las mejores universidades en el mundo a través de diferentes alianzas y estrategias de posicionamiento de la mano de las nuevas tecnologías de la información. Esta es una tarea que todas las instituciones tienen que adoptar, ya que la educación tiene el poder de cambiar la vida de las personas y su entorno. “La tecnología aporta un gran impacto en la educación. Es por eso que en Ilumno tenemos la responsabilidad de asegurar una educación de calidad”, dijo a Semana Educación Pete Pizarro, CEO de Ilumno, una empresa dedicada a transformar instituciones de educación superior a través de su plataforma tecnológica para que se adapten a las nuevas exigencias de la economía, y logren patrones de crecimiento acelerado. Actualmente, Ilumno conforma la comunidad académica más grande de la región ya que presta sus servicios a 16 instituciones de educación superior en 8 países de América Latina. Con casi 250.000 estudiantes, 14.000 profesores y administrativos cobijados, esta red se presenta como la solución más eficiente para las universidades que buscan evolucionar, expandir y ofrecer servicios de clase mundial a sus alumnos, docentes y líderes institucionales. En Colombia, las universidades que hacen parte de Ilumno son el Politécnico Gran Colombiano, la Fundación Universitaria del Área Andina, la Universidad Central, la Corporación Universitaria Unitec y la Universidad Católica del Norte. Además, entre sus diferentes beneficios, se encuentra la implementación de metodologías de vanguardia que impulsan la excelencia operacional y ayudan a las instituciones a lograr una óptima eficiencia de sus recursos. También, ayuda a las universidades a desarrollarse en aspectos como las tasas de retención y graduación, los niveles de empleabilidad y las tasas de satisfacción general. Todo ello, por medio del Cubo Ilumno, una solución que integra tecnología, procesos de gestión, buenas prácticas y conocimiento, que se aloja 100 % en la nube y están en constante evolución. Al mismo tiempo, esta plataforma es un ejemplo de cocreación y cooperación que permite aplicar e identificar las mejores prácticas y ponerlas a disposición de todos los integrantes de la Red Ilumno. El conocimiento adquirido por la plataforma educativa es una materia prima para que las instituciones lleven
ILUMNO PERMITE EL FORTALECIMIENTO DE LAS INSTITUCIONES EN EL MUNDO DE LA EDUCACIÓN VIRTUAL, AMPLIANDO EL ACCESO A LA EDUCACIÓN SUPERIOR DE CALIDAD.
la calidad educativa a un nivel superior. “Nuestra red permite la construcción continua de un banco de recursos de aprendizaje donde nuestros aliados pueden encontrar iniciativas de otros integrantes para implementarlos en sus instituciones”, cuenta Pizarro. La cobertura de educación está aumentando a un ritmo acelerado debido a que se están implementando programas en línea en la educación superior. Según cifras del Ministerio de Educación, la demanda de este tipo de educación virtual aumentó un 500 % entre 2012 y 2015, y el número de matriculados pasó de 12.000 a 65.000 estudiantes. De igual manera, la cartera educativa asegura que la oferta de programas virtuales ha crecido alrededor del 300 % en el mismo periodo, pasando de 122 a 487 en todos los niveles formativos. Por esto, de acuerdo con Pizarro, es muy probable que el modelo de educación superior se transforme más en los próximos 10 años que en los últimos 1.000. “La universidad más antigua de Europa es la Universidad de Bolonia, que fue creada en 1088. Luego nació la Universidad de Oxford en 1096. Es muy interesante verificar que la mayoría de las universidades todavía replican y copian ese mismo modelo. Pero con la llegada de la tecnología, este tiene una presión externa, pues es un factor disruptivo, ya que el estudiante no necesariamente tiene que estar en una ubicación específica para aprender: lo puede hacer desde cualquier lugar y en cualquier momento que le sea conveniente”. Al mismo tiempo, la tecnología permite que el estudiante tenga acceso a una cantidad de información que ninguna biblioteca física en el mundo podría ofrecer; por lo que los contenidos académicos deben ser cada vez más dinámicos, relevantes y pertinentes. Así mismo, la tecnología facilita que el docente acceda a proyectos internacionales de investigación, comparta conocimiento con compañeros de diferentes países y que sus clases lleguen a muchos más estudiantes. Pizarro sostiene que las universidades que no entiendan esta coyuntura enfrentarán problemas a futuro. “La tecnología y la globalización van a forzar a que el modelo educativo evolucione en el continente, donde creemos que existe una variable adicional que es el fuerte crecimiento de la demanda”, agrega el experto. Según cifras del Banco Mundial, en 2035 y con casi 60 millones de estudiantes, América Latina se convertirá en una de las tres mayores regiones del mundo en estudiantes universitarios matriculados. “La educación en la región está cobrando un rol más importante en la transformación social. El desarrollo económico de la región generará más demanda de profesionales calificados y, en ese sentido, hay que incrementar el acceso a la educación superior de calidad”, cuenta el CEO de Ilumno.